Un puño apretado y una mínima satisfacción sirven para graficar la realidad del Gobierno nacional en materia de seguridad en la provincia de Santa Fe y, en particular, en Rosario. Los datos son alentadores respecto a la baja en los índices de violencia y el enfrentamiento armado entre bandas, pero tomaron nota de errores recientes y buscan evitar cantar victoria antes de tiempo.
El Plan Bandera, programa de intervención federal que el gobierno de Javier Milei puso en funcionamiento el 2 de enero y que se aplicó en los barrios más calientes y mayor conflictividad de Rosario, probablemente explique en mayor medida la baja en la cantidad de homicidios.
De acuerdo al informe de la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico y la Criminalidad Organizada del Ministerio de Seguridad de la Nación, los homicidios descendieron 59% de forma interanual durante los primeros cinco meses. Según los datos, que llegan hasta mediados de mayo, mientras que en el 2023 se concretaron 100 casos, durante este año la suma alcanzó los 41 hechos.
Dentro de los 41 homicidios que se cometieron en el Departamento Rosario durante el 2024, el registro más alto se dio en la semana del 15 al 21 de enero con 8 casos, seguido por la semana del 4 al 10 de marzo, donde se concretaron 6. Esos fueron los días más difícil y de mayor dramatismo tanto para las gestiones de Javier Milei y Maximiliano Pullaro como para la ciudadanía en general, a partir de los crímenes de cuatro trabajadores inocentes: dos taxistas, un colectivero y un playero de estación de servicio.
“Lo primero que podemos decir es que hay una clara baja en términos de indicadores de violencia altamente lesiva, que en el orden provincial oscila el 50 %, mientras que en el departamento Rosario cayeron los homicidios en un 60%”, explicó Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información del Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe.
