El subcomisario de la Policía provincial Martín Omar Ñancucheo, detenido ayer por la causa de los robacables, fue conducido esta mañana a la fiscalía del doctor Gustavo Zorzano para su indagatoria.
Escoltado por personal de la Policía Federal Argentina, en cuyos calabozos pasó la noche de ayer, el uniformado -ya desafectado de la fuerza bonaerense- se negó a declarar, según el adelanto de sus abogados Bárbara Ságer y Leonardo Gómez Talamoni.
En principio se le imputa a Ñancucheo haber facilitado su handy encriptado a la banda que, la noche del lunes 6, tendría previsto robar conductores de cobre de una línea de media tensión en un campo de la ruta 33, aunque un golpe de electrocución motivó 4 fallecidos y un herido.
La imputación formal, por ahora, es robo agravado por ser cometido en despoblado y en banda, en grado de tentativa y en carácter de partícipe primario.
De todas maneras, no se descarta que el subcomisario haya estado presente en el lugar del delito. Trascendió que un informe de una compañía de teléfonos ubica su celular en la zona del establecimiento San Bautista del Sur (kilómetro 45,6 de la ruta 33), al cual los delincuentes habrían ingresado para cometer el delito que terminó de la peor manera.
Las otras dos personas detenidas son Ángel Daniel Gallardo (63), padre de una de las víctimas fatales, y Emanuel Chamorro Sepúlveda (20), quien resultó herido en medio de la descarga eléctrica.
En el hecho fallecieron Facundo Marcelo Uribe, Nicolás Joaquín Acosta, Federico Ezequiel Strick y Fernando Ariel Gallardo.