Un periodista de Rosario contó al aire que él y su hermana fueron abusados por su tío y por su padre
Juan Pedro Aleart denunció el caso ante la Justicia. Sin embargo, cuando el hombre se enteró que lo buscaba la policía, se quitó la vida. “El silencio es el mejor amigo de los abusadores”, sostuvo el comunicador.
El conductor de un programa de televisión en Rosario tuvo que relatar en vivo un duro caso de violencia intrafamiliar del que él mismo fue protagonista. En su desgarrador relato, Juan Pedro Aleart contó que su hermana fue abusada reiteradas veces por su papá desde que ella tenía 3 años. Recientemente, decidieron denunciarlo ante la Justicia, pero cuando el hombre se enteró, se quitó la vida.
Aleart arrancó el programa emitido por el canal El Tres, uno de los más visto de la TV rosarina, explicando el motivo por el cual se separó de su padre, a quien describió como un “manipulador, violento y abusador”. El periodista hizo un llamado de reflexión y pidió que las víctimas denuncien. “El silencio es el mejor amigo de los abusadores”, expresó.
Solo frente a la cámara, Juan Pedro Aleart contó que el hombre abusó de su hermana desde que ella tenía tres años, provocándole daños irreparables en su salud y en su psiquis. Todo esto con el agravante de que el abusador era HIV positivo.
“Ha sido extremadamente difícil para mí llegar hasta acá y poder contar lo que voy a contar. Hace una década aproximadamente tomé la decisión de alejarme de mi padre y de mi familia paterna. Había cosas que no me gustaban, que me hacían muy mal”, confió.
“El año pasado denuncié a mi padre por violencia intrafamiliar. Nos ha aterrorizado a todos los integrantes de mi familia. La denuncia la hice junto a mi hermana. Yo soy el mayor de tres hermanos. Lo que buscábamos era que mi hermana pudiera vivir un poco más tranquila. Mi hermana temblaba cuando lo veía”, detalló el conductor.
Luego, contó: “Mi padre abusó de mi hermana, de su propia hija, desde los tres años, siendo positivo de HIV. Esto le produjo a mi hermana terribles problemas de salud y emocionales. Temblaba, se le caía el pelo, estaba muy mal”. Y añadió: “Sé porque me lo dijo ella, que en varias oportunidades pensó en quitarse la vida. Pero mi hermana ha sido fuerte”.
“En lo que a mí respecta, luché por ella en todos estos años. Mis padres, médicos ambos, la medicaban. Busqué a un profesional para encontrar los verdaderos motivos de sus problemas, de su angustia. La sacamos, junto a mi hermano, de la casa que tan mal le hacía”, continuó.
Juan Pedro siguió: “Nos hacía creer a mí y a mi hermano que era un juego, que mi hermana exageraba. Pero la verdad siempre vence. La denuncia por abuso sexual agravado fue hecha”.
“La Justicia fue muy lenta, pero la fiscal Carla Cerliani avanzó. Mi padre fue notificado de la denuncia hace tres semanas y al no querer enfrentar la atrocidad que había cometido, decidió suicidarse”, relató sobre el trágico final.
“Yo estaba de viaje. Para mí fue terriblemente triste, pero mi padre decidió arruinarse la vida desde el momento que comenzó a abusar de mi hermana”, explicó Juan Pedro. “En sus últimos mensajes en redes sociales, hizo lo que hizo siempre. Trató de loca a mi hermana”, agregó.
Casi al final de su relato, Juan Pedro le habló a su hermana: “Te quiero decir Sofi que la película de terror se terminó. Que el monstruo decidió irse. Que ahora construyas tu vida con libertad. Sos libre. A volar Sofi”.
“Hay más”: la otra historia de Juan Pedro Aleart
“Como si fuera poco, hay más”, sorprendió Juan Pedro para relatar otra dura historia personal. “Mientras todo esto ocurría, en una casa donde mi madre también era víctima, pero a la vez cómplice, un tío, en el que yo confiaba, aprovechó el contexto de vulnerabilidad y abusó de mí y de mi hermano desde los seis años. Mis padres no hicieron nada. A esta persona, fue a la primera persona que denuncié. Fue difícil, pero lo hice”, contó.
“Me llevó tiempo. Me llevó vida. He estado en una etapa de depresión muchos meses. Ha sido muy difícil hacer el noticiero durante todo este tiempo con todo eso dentro mío. Hacía el programa con un nudo en la garganta, me encerraba en el camarín para llorar. Perdí el sentido de la vida, no tenía ganas de reír, de ir a fiestas”, explicó.
“En estas condiciones podría haber perdido todo. Mi trabajo, el amor de mi vida. Hago mucha terapia. Eso y un pequeño grupo de personas es lo que me sostuvo en pie”, confió.
Antes de cerrar su dramático testimonio para continuar con el programa, le habló a quienes sufrieron abusos y no pueden contarlo: “Quiero hablarle a los hombres abusados; aprendan de las mujeres, que son tan valientes para denunciar”.