Bordaron el encuentro del Papa y Javier Milei en el manto de la Virgen y se la entregarán al Presidente
Un grupo de fieles de la Catedral Basílica de Catamarca llevó a cabo el minucioso trabajo para cumplir una promesa que habían hecho en las elecciones generales del año pasado.
El encuentro entre Javier Milei y el Papa Francisco, que ocurrió a mediados de febrero, limó las asperezas entre ambos luego de las polémicas declaraciones del presidente sobre Francisco. Aquel encuentro quedó registrado por las cámaras de todo el mundo que capturaron aquel primer abrazo de reconciliación. Esa fue la imagen elegida por Graciela para cumplir con una promesa.
Esta feligresa de la Catedral Basílica de la Virgen del Valle de Catamarca había prometido que le enviaría una imagen de la Virgen con uno de sus tan preciados bordados a quien ganara las elecciones presidenciales del año pasado.
Y un día cumplió. Graciela, con mucho esfuerzo detrás y un grupo de mujeres que la acompañaron, bordó el manto de la Virgen con piedras preciosas y dejó el testimonio de aquel encuentro único. Además, pudo llegar hasta funcionarios cercanos al mandatario y luego de bendecirla, envió la imagen a Buenos Aires para que la reciba el Presidente.
Una promesa y un deseo
Hace 28 años que Graciela comenzó a bordar los mantos de la Virgen luego de atravesar una dura enfermedad. Desde entonces envió bordados a todas las provincias de la Argentina y a distintos países del mundo.
“El obispo no tuvo nada que ver, sino que cumplió solo con bendecirla y entregarla al secretario. Acá no hay política, solo amor y devoción”, dijo la mujer a TN luego del revuelo y las críticas que generó la viralización de la imagen.
Si bien en un principio no vestía a la virgen del camarín, cuando murió una laica que realizaba ese trabajo, ella tomó el lugar. Acostumbrada a realizar las distintos atuendos para la virgen, comenzó a probar distintos estilos.
Sin embargo, en medio de la incertidumbre que se vivió durante el 2023, en pleno año electoral, Graciela hizo una promesa. “Teníamos miedo porque había incertidumbre. Fui a votar con miedo, rezando el rosario, y le pedí a la Virgen que me ayudara, que votara ella y voté a Milei, pero nunca tuve una ideología política”, contó la mujer.
Al día siguiente de las elecciones, ya con el resultado, una vecina se acercó a su taller y le comentó que también se había acercado a votar con miedo, pero que había hecho una promesa: “Me dijo que al presidente electo le iba a regalar una imagen de la Virgen para que ella guíe a nuestro país”, rememoró Graciela.
“Me dijo que iba a comprar en Las Grutas una imagen y se la iba a mandar de alguna manera. Ahí le dije que me espere, que le íbamos a armar una como la que está en el camarín para enviársela”, precisó.
Con el tiempo fueron surgiendo las dudas hasta que tuvo una idea. “Empecé a ver que el Presidente tenía su fe judía, pero pensé en que María y José son judíos y nuestra religión proviene de allí, al igual que Jesús, quien nos enseñó que nos amemos los unos a los otros”, insistió la bordadora.
Así reafirmó su postura y fue juntando ideas. Un sacerdote le aconsejó bordar los 24 escudos de las provincias y ella, en vez de bordarlos, le pidió la muestra de uno al orfebre con el que trabaja.
Sin embargo, el tiempo pasó y el orfebre no daba señales. Hasta que un día apareció y con los 24 escudos hechos. “Yo no sabía cómo pagarlos porque soy jubilada con la mínima”, detalló Graciela. “A un grupo de amigas les pedí si me ayudaban a pagarlos, les dije que era para Milei y le pedí a la Virgen. Así empezó a aparecer el dinero, el material, cristales y piedras”, señaló.
“Un sacerdote de Gualeguaychú me aconsejó bordar a San Rafael Arcángel y Tobías, que representa la medicina. Me dijo que era para que Dios guíe al Presidente porque Argentina está enferma. Otro sacerdote de Buenos Aires me sugirió bordar la Divina Misericordia y poner la leyenda ‘yo soy el camino, la verdad y la vida’. El manto es totalmente teológico, está lleno de referencias, habla de Dios, no de política”, insistió la mujer.
Finalmente, hubo otro cura que le dio la idea de bordar el encuentro del Papa Francisco con el mandatario. “Porque fue el abrazo de la reconciliación y el perdón”, sostuvo.
“Lleva arabescos, que representan las olas del mar turbulentas cuando hay tormentas”, comentó. El trabajo, que en cualquier otro contexto llevaría tres meses de producción, se realizó en apenas 15 días.
“El Obispo diocesano, Monseñor Luis Urban? solo la bendijo y la entregó en la misa providencial. No intervino en nada más. No lo buscamos, fue una diputada libertaria la que se comunicó con el Secretario de Culto de la Nación, Francisco Sánchez, luego de que el Presidente aceptara recibirla y lo envió a él para que se la lleve”, detalló.
La imagen del bordado en el manto que cubre a la Virgen del Valle recorrió las redes sociales y Graciela se mostró un poco molesta por los comentarios que recibió. “Cuesta tanto ver el amor enredado en tanta miseria, la generosidad de un taller humilde de mujeres domésticas. Somos 13 que bordamos y cuatro me ayudaron en el manto, nada más. No intervino ningún sacerdote ni el obispo, fue decisión nuestra”, aclaró.
Graciela lleva más de 400 mantos bordados en 28 años de trabajo solidario en la Catedral. “Acá no hubo política, sino amor y esperanza de que vamos a salir adelante, de que Dios nos va a ayudar siempre y no nos va a abandonar”, remarcó con deseo.
Por último, completó: “La Virgen es muy poderosa, lo va a ayudar mucho, cuando la tribulación es grande la gloria de Dios es mucho más, por eso estoy feliz y tranquila”.