“Rastrero, si venís al barrio a robar, olvidate. No llamamos a la policía, arreglamos solos”, reza un pasacalles ubicado en una de las calles de Félix U Camet, un barrio pequeño ubicado a cerca de 10 km de Mar del Plata, en General Pueyrredón. En sus 200 manzanas de extensión, que lindan con un Grupo de Artillería Antiaérea, los vecinos decidieron enfrentar con estos mensajes a los ladrones que intenten asaltarlos.
Las advertencias se pueden encontrar, por ejemplo, en las principales calles de la comunidad, entre la Avenida Central y la calle 16, a una cuadra de la Ruta 11, y en la esquina de la Calle 19 con la 26, a media cuadra del Jardín de Infantes local. Son 10 carteles en total. “Atención chorros, dedíquense a otra cosa, acá estamos organizados”, agrega otro pasacalles.
Uno de ellos lleva un dibujo de una pistola. En ese sentido, integrantes de la Sociedad de Fomento de la localidad aseguraron a Infobae que gran parte de los vecinos son portadores de armas, debido a la cercanía con el grupo de artillería. “Muchos son militares, con tenencia y portación”, detallaron.
Mantienen chats grupales WhatsApp para alertarse entre sí sobre situaciones de inseguridad, así como grupos de Facebook que utilizan para denunciar robos.
Los vecinos tienen grupos de WhatsApp para alertarse entre sí, así como grupos de Facebook que utilizan para denunciar este tipo de situaciones
Los residentes mencionaron haber mantenido encuentros con representantes de la Secretaría de Seguridad del Municipio, pero lamentan que en la práctica los patrulleros tardan una hora en llegar tras la llamada al 911. Muchas veces los delincuentes vienen del mismo barrio, pero en otras ocasiones viven en zonas limítrofes.
Días atrás, un hombre intentó robar en una casa del barrio. Los vecinos de esa manzana, que estaban organizados en un grupo de chat, lo persiguieron y golpearon: cuando la policía llegó al lugar del hecho tuvo que llamar a una ambulancia para llevarlo al Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata. “Terminó todo roto. No hubo denuncia ni del delincuente, ni de la señora”, relató Luciano Ibarra, presidente de la Sociedad de Fomento local, sobre ese episodio.
“Hay vecinos que no pueden salir de sus casas”
La comunidad de Felix U. Camet fue organizándose a través de redes sociales. “Buenas, vecinos. ¡Hoy a la madrugada se le metieron a mis padres a robar con ellos adentro! Pensar que antes teníamos un barrio tan hermoso y tranquilo. Calle 23 y 26, en el kiosquito”, denunció una mujer en uno de los grupos de Facebook.
En los foros se habla de robos de autos, entraderas y usurpaciones. “El tema de la inseguridad es desde hace tiempo. Lo que viene pasando es que de Provincia vienen recortando los recursos a la Comisaria 15. El comisario trabaja y el jefe de calle también, pero hacen lo que pueden con las herramientas que les dan. Esto no sirve. Se hacen los allanamientos, se mete preso al delincuente y Fiscalía en 48 horas lo deja libre”, aseguró Ibarra.
La mujer afirmó que hay 50 usurpaciones. En ese aspecto, los vecinos también resolvieron “tomar las riendas del tema” y echar a los usurpadores, sin participación de la Justicia. La premisa es fácil: si se cuenta con la escritura pública, se es dueño del lote; si no hay escritura, “afuera”, aseguran.
“Llega un momento en el que la ciudadanía se harta, el barrio se hartó, con la particularidad de que en el barrio los vecinos son del Ejército, de la Marina y Prefectura. Tienen portación y tenencia de armas. Recién un vecino lo dijo. Si tenemos que usar la fuerza, la vamos a usar. No vamos a permitir que se siga robando a nadie en el barrio”, agregó.
El representante del barrio cuenta que a una vecina recientemente le desvalijaron el hogar y se llevaron “hasta las cortinas”. El presunto ladrón quedó libre a las 48 horas, mientras que la víctima terminó con una deuda de 5 mil dólares para recuperar todo lo robado. A un contratista local le “llevaron” entre 7 y 8 millones de pesos en herramientas.
“Hay vecinos que no pueden salir de sus casas, siempre tiene que quedar alguien. No se pueden ir. Este es un barrio de argentinos de bien, pero con las usurpaciones y la inseguridad, se está convirtiendo en algo que los vecinos no queremos. No lo vamos a permitir”, concluyó.