Como se pide: ¿Qué nombre le ponemos a una libertad sin justicia para sus mayores?
Nada cambió del año 2023 con las jubilaciones argentinas. En ese año las miserables jubilaciones mínimas se ajustaron, bonos incluidos, un 167,3 % ( $ 60.124 en diciembre de 2022 a $1 60.713 en 2023) El resto solo un 111,37 % gracias a la retorcida Ley de movilidad jubilatoria.
La inflación del año fue del 211,4 % y la suba de alimentos esenciales el 252,9 % según el INDEC. Pues bien, la cosa no termina allí porque desde diciembre a marzo el gobierno del presidente Milei usando la misma ley ha otorgado un aumento absurdo vaciando un poco más los desgastados bolsillos de los viejos del país. Para un trimestre donde todos pronostican una inflación de más del 70 %, las jubilaciones mínimas aumentaran el 27,56 % (cobraban $ 160.713 y en marzo pasarán a $ 205.000 bonos incluidos) y el 27% al resto. No hay plata es la explicación.
Desearía que la política me explique que pasó con los años de aportes de empleados, obreros, comerciantes y profesionales como yo, donde cumplimos con las leyes que nos garantizaban una vejez digna. Ninguna democracia del mundo se ha aprovechado de sus adultos mayores durante tantos años como la nuestra.
Como se puede permitir que se festeje el reducir el déficit primario interanual del estado en un 39 % en enero, cuando el mayor aportante a esa reducción ha sido la licuación de las jubilaciones. Más de 100.000 personas mayores de 65 años mueren por mes según el ministerio de salud.
Imaginen en estos años los que no pudieron ver justicia a sus vidas de trabajo. El estado debe a los jubilados un enorme resarcimiento económico y moral.
Se que el actual gobierno no es responsable del pasado, pero hasta ahora no hecho más que imitarlo. La libertad es una palabra muy grande, enorme. ¿Qué nombre le ponemos a una libertad sin justicia para sus mayores?