Una nena murió atropellada por un camión que manejaba un chico de tres años: “Todo pasó en un minuto”
La tragedia ocurrió cuando el padre del chico lo dejó solo en el interior del vehículo en marcha, mientras salía a comprar en una estación de servicio.
Un trágico episodio tuvo lugar este sábado en una estación de servicio ubicada en Woodland, California (EEUU): una nena de dos años murió atropellada por un camión después de que un chico de tres años quedara al volante.
Según informó el Departamento de Policía de Woodland, el padre lo dejó en el interior del vehículo en marcha mientras cargaba nafta y entró a la tienda del lugar. Luego de ello, el menor se pasó del asiento trasero al lugar del conductor y presionó el acelerador.
“Escuché gritos y todo pasó en menos de un minuto”, expresó Sandro Sánchez, el papá de la víctima, identificada como Ailahni, a CBS Sacramento. El hecho ocurrió este sábado a las 16 horas aproximadamente, cuando la nena fue embestida por el camión. En ese momento, ella estaba comiendo en una mesa ubicada afuera de un puesto de comida donde trabaja su familia.
“Corrí, abrí la puerta del camión, apreté el freno porque pensé que podía detenerlo, pero ya era demasiado tarde”, agregó Sánchez.
Al lugar, acudieron agentes de la Policía de Woodland, quienes encontraron al nene de tres años en el interior del camión. Según indicó CBS, no detuvieron al padre.
La investigación quedó a cargo de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Yolo, donde se encuentran revisando las imágenes de las cámaras de seguridad y analizando las pruebas. Por el momento, descartaron que el dueño del camión haya estado bajo la influencia de estupefacientes y, en los próximos días, se sabrá si lo acusarán penalmente o no.
Tras la tragedia, Ailahni fue trasladada de urgencia a un hospital de la zona, pero murió horas más tarde a causa de las heridas. “Quiero justicia para mi pequeña, porque al tipo lo dejaron libre”, expresó Sandro Sánchez. Asimismo, argumentó que dejar a un menor desatendido dentro de un vehículo con el motor encendido “no debería considerarse un accidente”.
“Ella siempre estaba feliz, le encantaba bailar y traía alegría a la familia”, expresó Rosa Martínez, la mamá de la nena, en un pequeño altar que realizaron en el lugar del hecho.