La canciller Diana Mondino hizo hoy una tácita reivindicación de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas al afirmar que el Gobierno "valora el gesto" de su par británico, David Cameron, que "incluye a la Argentina en su visita a la región" y anunció que espera "poder recibirlo en una próxima ocasión en Buenos Aires".
En tanto, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, no opinó sobre el viaje del canciller inglés al señalar que era "agenda de otros países" pero sostuvo que desde el Gobierno nacional "reafirmamos nuestros derechos de soberanía en las Islas Malvinas y así seguirá ocurriendo".
La afirmación de la ministra de Relaciones Exteriores se contrapone al tono adoptado de gobernadores y parlamentarios que repudiaron la llegada a Puerto Argentino del funcionario británico.
Pese a que desde 1965 en la "Cuestión Malvinas" la Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que ante la disputa de soberanía pendiente sobre el archipiélago no se aplica el principio de libre determinación de los pueblos, el ex primer ministro inglés afirmó, a poco de su arribo, que las islas seguirán bajo administración del Reino Unido "mucho tiempo, posiblemente para siempre".
Si bien la Cancillería argentina decidió no emitir comunicado oficial sobre el tema, la canciller utilizó su cuenta en la red social X para referirse a la situación y apuntó: "Valoramos el gesto del Canciller de UK, (David) Cameron de incluir a la Argentina en su visita a la región. Estaremos felices de recibirlo, en una próxima ocasión, también en Buenos Aires".
Al mencionar la "visita a la Argentina" de Cameron, la ministra efectuó una tácita pero indubitable reivindicación de la soberanía nacional sobre el archipiélago austral.
Previamente, el Gobierno fue consultado a través del portavoz presidencial, Adorni, durante su conferencia de prensa diaria en la que dijo: "La visita de David Cameron a Malvinas es un tema de agenda de David Cameron y en tal caso del Gobierno inglés".
"No tenemos por qué opinar sobre la agenda de otros países. Naturalmente reafirmamos nuestros derechos de soberanía en las Islas Malvinas y así seguirá ocurriendo, como es el deseo de todos los argentinos", respondió Adorni.
Consultado por la prensa acreditada en Casa Rosada sobre la posibilidad de que la cuestión sea parte de un futuro diálogo entre la canciller Mondino y Cameron en la reunión del G20 que se desarrollará en Brasil entre mañana y el jueves, dijo que, en todo caso, "en su momento" el Palacio San Martín "formulará algún tipo de comunicación respecto al tema".
El gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, fue el primero y más radical en criticar la presencia de Cameron, le contestó a Adorni y dijo que la respuesta bridada durante la conferencia de prensa es "violatoria" de la "Disposición Transitoria Primera (de la Constitución Nacional) como incongruente con la posición argentina" sobre la disputa de soberanía.
"La postura por parte del Gobierno respecto al arribo a Malvinas del Canciller británico llegó de la manera menos inteligente posible; solamente puede sostenerse en un contexto de ignorancia sin precedentes o de un entreguismo liso y llano", escribió Melella en X, y afirmó que la decisión de la administración de Milei "traiciona la memoria" de los caídos en la guerra de 1982.
El gobernador fueguino había declarado "persona non grata" a Cameron "en toda la extensión territorial" de la provincia.
Al repudio de Melella se sumaron las de otros mandatarios y la de diputados como Julio Cobos y Santiago Cafiero.
Siempre en tono crítico, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, consideró la visita del expremier como "un acto de profunda provocación" a la memoria de los "héroes que entregaron su vida" en el conflicto bélico de 1982.
"Seguimos reclamando de manera pacífica nuestros legítimos derechos soberanos sobre el territorio de las Islas del Atlántico sur. Es una cuestión de soberanía pero también de identidad para nuestro pueblo. No hay ninguna duda desde el punto de vista del derecho y de la historia que las Malvinas son y serán siempre argentinas", posteó en su cuenta de X.
En el mismo tono y por la misma vía se expresaron el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; el de La Rioja, Ricardo Quintela; el de Río Negro, Alberto Weretilneck, y el de La Pampa, Sergio Ziliotto.
El exvicepresidente Cobos, en tanto, presentó un proyecto de declaración para manifestar "preocupación" por la presencia y las afirmaciones de Cameron, en lo que califica de "acto unilateral" y "provocación injustificada que se produce luego del encuentro con el presidente, en Davos".
La mención del legislador y exgobernador de Mendoza fue a la reunión del Foro Económico mundial que se celebró en Suiza a mediados de enero, en la que se habló de "promover las inversiones inglesas en Argentina", pero en la que "no avanzaron en profundidad" sobre la causa Malvinas.
"No avanzamos en profundidad, sí lo fijamos como un punto en una agenda donde nuestra canciller Diana Mondino y el secretario de Relaciones avanzarán en buscar una solución al tema", aseguró en esa ocasión el presidente Javier Milei.
En tanto, el excanciller Cafiero expresó su "más categórico rechazo" a la visita de Cameron y coincidió en que se trata de una "nueva e inadmisible provocación", que "no sucedía hace 30 años" por lo que "debe ser rechazada por el gobierno nacional".
Luego, en coincidencia con Cobos, consideró que "es grave porque reedita, tras 30 años, la visita de un canciller británico a Malvinas" y porque "ocurre en el contexto de la reciente reunión Milei-Cameron en Davos".
El funcionario inglés había reiterado el apoyo a la autodeterminación de los isleños: "Mientras quieran ser parte del Reino Unido son absolutamente bienvenidos y los apoyaremos y ayudaremos a protegerlos y defenderlos absolutamente, en lo que a mí respecta, por el tiempo que quieran", expresó desde las islas.
En forma reiterada, las resoluciones de la ONU calificaron a la cuestión Malvinas como una situación colonial por parte de Gran Bretaña, instaron a la negociación entre las partes, y expresaron que deben ser tenidos en cuenta los intereses de los habitantes de las islas, y no sus deseos, excluyendo la aplicación de la libre determinación para este caso en particular. (Con información de Télam)