En febrero del 2013, los huéspedes del Hotel Cecil, ubicado en Los Ángeles, empezaron a quejarse del agua que, según ellos, tenía un olor desagradable. Así fue cómo la Policía encontró el cuerpo de una estudiante canadiense de 21 años en el interior de uno de los tanques que estaba en la terraza.
Antes de su misteriosa desaparición, Elisa Lam fue la protagonista de un escalofriante video que captaría sus últimos momentos con vida y que sería una de las pocas pistas de este caso que después de 11 años sigue sin resolverse.
Elisa Lam nació en Vancouver, Canadá, y era hija de inmigrantes de Hong Kong. En su adolescencia, fue diagnosticada con trastorno bipolar y depresión, lo que generaba una gran preocupación en sus padres.
Se graduó de la Universidad de Columbia británica y, como festejo, decidió que quería viajar. La idea era recorrer la costa oeste de Estados Unidos por su cuenta para llegar a la ciudad de Santa Cruz, pero primero se iba a quedar unos días en Los Ángeles. El plan no fascinaba a sus papás, así que para no generar conflictos, acordó que los iba a llamar todos los días para contarles sobre sus próximos pasos.
Lam llegó al Hotel Cecil el 26 de enero del 2013 y, al registrarse, la ubicaron en una habitación compartida en el quinto piso. Sin embargo, sus compañeras de cuarto se quejaron de su comportamiento extraño y la trasladaron a una individual.
En la ciudad, estuvo cinco días recorriendo locales, comprando discos y libros, nada fuera de lo normal. Hasta que el 31 de enero desapareció y sus padres no recibieron más llamados. En sus redes sociales, publicó una última foto en la que se muestra con una campera con capucha negra, frente al espejo del baño de su habitación.
Un extraño video y una muerte sin explicación
En plena desesperación, los papás de Elisa se tomaron el primer vuelo a Los Ángeles y dieron aviso a la Policía. Inmediatamente, se abrió una investigación y la buscaron por toda la ciudad, aunque no había ni un rastro de ella. Tampoco encontraron nada en la habitación del hotel, aunque los encargados del lugar descubrieron algo que los aterrorizó: el video de las cámaras de seguridad del ascensor.
Las imágenes eran del 31 de enero, el día que se supo por última vez de la joven, y durante dos minutos muestran sus últimos momentos de vida.
En las imágenes, Elisa tiene un comportamiento extraño: entra al ascensor, presiona un botón en el tablero, sale y vuelve a entrar. Incluso, en algunos instantes, pareciera que “se esconde” de alguien y hasta hace gestos raros con las manos, como si estuviera participando de una charla. La cámara la capta hasta el minuto 2:28 y luego la pierde cuando la chica se va por el pasillo.
Unos días más tarde, los huéspedes del Cecil empezaron a levantar quejas sobre el mal olor y sabor que tenía el agua de las instalaciones. En ese momento, los policías revisaron la terraza del hotel y descubrieron el cuerpo de la joven flotando al interior de un tanque. Ya habían pasado 19 días de su desaparición y sus restos se encontraban en una etapa avanzada de descomposición.
Ese sería solo el inicio de un caso con miles de preguntas que quedaron sin respuestas: ¿Accidente, suicidio o asesinato?
Las incógnitas crecieron aún más cuando llegaron los resultados de la autopsia de Elisa Lam, ya que no encontraron señales de agresión sexual ni de violencia física. Posteriormente, si bien las pruebas toxicológicas constataron restos de un medicamento y un poco de alcohol, los psiquiatras forenses descartaron un suicidio.
Sea un caso o el otro, el acceso a los tanques de la terraza también era complicado: para pasar, había que contar con unas llaves y un código de seguridad. A su vez, también tendría que haber llevado una escalera para poder subir los tres metros y levantar la tapa del depósito, pero no había nada.
En cuanto a la hipótesis de un homicidio, los investigadores creyeron que era muy poco probable que alguien haya ingresado y subido el cuerpo a semejante altura, así que la descartaron.
Por otra parte, también se pensó en la posibilidad de que, a causa del trastorno bipolar de la chica, haya tenido un brote psicótico y que, accidentalmente, se haya caído en el tanque. En parte, esto explicaría el extraño comportamiento que se la ve tener en sus últimos momentos en el ascensor, aunque tampoco se pudo comprobar.
Dicho video se hizo viral en las redes sociales y miles de usuarios construyeron sus propias teorías de lo que pasó con Elisa Lam. Incluso, en el 2021, Netflix estrenó “Escena del crimen: Desaparición en el hotel Cecil”, un documental en el que se profundiza sobre los detalles del caso.
Sin embargo, más allá de las suposiciones y las pocas pruebas, las circunstancias del destino final de la joven siguen siendo hasta el día de hoy una incógnita.