La 9ª edición de la Strudel Fest, en Pueblo Santa María, colonia alemana de Coronel Suárez, busca batir su propio récord y elaborar un strudel gigante que supere en tamaño e ingredientes al del año pasado que fue de 66,36 metros para repartirlo de forma gratuita entre los presentes y así rendir homenaje a los antepasados y mantener vivas las costumbres de los Alemanes del Volga.
Mary Urban, oriunda de Pueblo Santa María, es la encargada desde hace tres años de coordinar a la gente que participa de la elaboración de este manjar cuya preparación en vivo apunta a revalorizar las tradiciones de los abuelos y demás ancestros que se asentaron en las colonias.
Entre otras funciones ella es quien debe llevar el registro de los colaboradores inscriptos y mnatenerlos al tanto de horarios, vestimenta y utensilios que tienen que llevar al evento y los pasos a seguir.
"Es una fiesta hermosa y se llena de gente que viene de todos lados, no solo de la zona, sino de otras provincias y hasta de otros países. Este año, por ejemplo, sabemos que vendrá gente de Uruguay", comentó.
"Cada año se van multiplicando las propuestas tanto gastronómicas como de artesanos y shows artísticos y es impresionante la cantidad de personas que nos visitan", señaló.
Durante el evento también resultan especialmente atractivos los recorridos turísticos que se llevan a cabo para dar a conocer el pueblo y su patrimonio tanto
Además habrá patio cervecero, con la posibilidad de degustar cerveza artesanal, food trucks, expositores, música y danzas típicas y comerciantes.
"La cita es a las 10, frente al escenario central, en la avenida principal de la colonia, donde se colocan los tablones y empieza lo que para mí es la función más linda de la fiesta: la preparación del strudel gigante, el más grande del país", destacó.
"El cupo de voluntarios para cocinar se cubre rapidísimo. Este año fue récord: en menos de 24 horas ya teníamos a las 70 personas que necesitamos para superar en cantidad de metros al strudel del año anterior. Se reparte entre un público muy numeroso", comentó.
El grupo organizador del evento está formado por personas que integran distintas instituciones de pueblo y se unen para trabajar por este fin común.
"La gente tiene un espíritu de festejo espectacular. Cada cual aporta su granito de arena desde su lugar y por eso se logran grandes cosas. Tenemos el apoyo del Municipio y del delegado", expresó.
"En un pueblo chico todo es más fácil: todos ayudan, sacás un bono a la venta y lo compran, pedís azúcar y te dan. Nos unimos para que todo salga lindo", destacó.
Como típica descendiente de alemanes del Volga tiene fresca en la memoria la imagen de su familia preparando el strudel.
"La masa se estiraba con las manos y tenía que quedar bien finita. Yo le di un vuelco para hacerlo más moderno y en mi casa lo preparo con tapas de tarta de hojaldre", contó aportando un dato sobre la versatilidad de la receta.
"Algunas tradiciones se fueron perdiendo pero seguimos ayudando para lograr que ese espíritu de festejo se mantenga encendido", confió Mary.
El procedimiento de preparación del plato típico forma parte de un ritual colectivo que cada año suma adeptos y renueva el entusiasmo.
"Los voluntarios empiezan a pelar las manzanas y las tienen que cortar. Luego traen la masa, la estiran y colocan la manzana, crema, azúcar y huevo para pincelar. Todo eso dirigido por cuatro jóvenes chefs del pueblo y excelentes personas", aseguró.
El armado se acompaña con música típica y empieza la fiesta. La gente saca fotos, filma, aplaude alrededor de esos metros de strudel que se colocan sobre canaletas especialmente diseñadas por Zinguería Varela y que permiten dividir el strudel por metro.
Una vez culminada la elaboración cada colaborador lleva una porción de strudel de un metro hasta la panadería que está cruzando la calle. Por la tarde, se lo cita nuevamente para que retire su porción y la presente en la mesa, donde se corta y se da a degustar.
"La emoción, adrenalina y lo lindo que se siente vivir ese momento es algo único. Más que nada por toda esa gente que viene y pela las manzanas con una onda tremenda y mucha alegría. Es un clima muy festivo", estimó.
Cómo nació la Strudel Fest
La fiesta comenzó a gestarse en 2010 cuando Pueblo Santa María fue declarado pueblo turístico por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
La semilla empezó a brotar en las primeras reuniones y capacitaciones que el equipo técnico del gobierno brindó a las instituciones y a la comunidad en general.
Giuli Urban comentó que como cada localidad tiene su fiesta también Santa María buscó el eje de la fiesta propia para visibilizar al pueblo y rescatar la cultura de los alemanes del Volga a través de su gastronomía, música y danza.
"La Strudel Fest surgió orientada por las instituciones del pueblo y fue gestada, en un primer momento, como idea central por la Escuela Secundaria Nº 2 con Patricia Maier como referente", explicó.
En la primera edición el strudel midió 15 metros. Cada año se fueron sumando más metros hasta llegar, en la 8ª edición, en 2023, a lograr un strudel de 66.36 metros.
"Esta fiesta tiene algo que no sucede en todas las comunidades y es que no hay una comisión exclusiva de organización de la fiesta sino que es un trabajo en conjunto de vecinos y fuerzas vivas que se ponen la camiseta todo el año para trabajar no solo por sus instituciones en particular, porque cada una tiene sus necesidades, sino que también aúnan esfuerzos y objetivos para lograr la fiesta", dijo.
El año pasado para la receta del strudel se usaron 44 kgs. de azúcar, 160 kgs. de harina, 40 litros de crema 14 docenas de huevos y 1700 manzanas.