Hasta ahora resultaron infructuosas las negociaciones extrajudiciales entre el Banco de la Provincia de Buenos Aires y el Círculo Médico de Coronel Pringles, en relación con una ciberestafa millonaria contra la institución de salud cometida mediante el homebanking de la banca pública.
Hace dos meses la entidad que nuclea a los médicos pringlenses fue blanco de ciberdelincuentes que sustrajeron aproximadamente 10 millones de pesos, con los cuales se les iba a pagar a profesionales y empleados administrativos del círculo.
Las víctimas reclaman al Bapro el reintegro del monto total, que incluye dinero retenido en una cuenta destino en la sucursal Avellaneda del Banco de la Nación Argentina, además del importe hurtado que no se recuperó.
Sin embargo, según trascendió, las autoridades del Banco Provincia al parecer propusieron la devolución del efectivo de manera parcial.
La causa iniciada a raíz de una denuncia penal está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9 de Bahía Blanca, donde se avanzó con la recepción de declaraciones, la individualización de las cuentas destino de los montos sustraídos y la identificación de sus titulares.
“Al día de la fecha estamos esperando una respuesta del Banco Provincia sobre el reclamo efectuado a través de intercambio epistolar. Hubo comunicaciones con el departamento legal de la entidad, pero no hemos llegado a un acuerdo”, confirmó el abogado Fernando Mas, quien asesora a los damnificados.
Con la expansión de los trámites bancarios electrónicos sobre todo desde la pandemia, los propios bancos -sostuvo- impusieron esta modalidad y por lo tanto “son estos los que deben otorgar un servicio seguro y eficiente, no permeable a las intrusiones de hackers”.
“Esta responsabilidad es de carácter objetivo, es decir que los bancos deben asegurar un resultado determinado. En este caso es la seguridad de sus clientes, y el solo hecho de que tal deber se haya violentado lo hace pasible de tal responsabilidad”, analizó Mas.
El profesional del Derecho se mostró esperanzado en llegar a un acuerdo “urgente” con la otra parte, y remarcó la necesidad del Círculo Médico de contar nuevamente con esos fondos.
Al respecto acotó que diferentes áreas del Bapro llevan a cabo gestiones para revertir esta situación, que también afecta a la institución estatal, según indicó la fuente consultada.
“Entendemos la problemática que afecta incluso a los bancos y no sólo al Provincia, pero el Banco Central de la República Argentina dictó numerosas circulares por medio de las cuales impuso a las entidades bancarias obligaciones y recomendaciones, a los fines de prestar un servicio que cumpla adecuadamente con el deber de seguridad”, explicó el entrevistado.
Los bancos -continuó- deben garantizar “mecanismos apropiados” para brindar “fiabilidad” en las operaciones y herramientas que “mitiguen el fraude a sus participantes, identifiquen patrones sospechosos y alerten a los usuarios”.
La recomendación del Banco Central obedece al aumento de los ciberdelitos en “más del 3.000 %” durante la pandemia en nuestro país.
Porque -añadió el letrado- las entidades bancarias, en su rol de depositarios, deben “arbitrar los medios para que las plataformas que crean y que obligan al usuario a utilizar dentro del marco de adhesión, se actualicen y así brinden concreta y efectiva seguridad jurídica”.
La maniobra en detalle
El ciberataque se consumó el 28 de noviembre pasado, cuando un empleado contable transfirió dinero de la cuenta remunerada a la cuenta corriente de la entidad en el Bapro, para pagar impuestos y sueldos de los administrativos.
"Habilitó esa suma en la cuenta corriente, que es un movimiento interno, y después programó una transferencia de 800 mil pesos por lotes. En ese momento la web del Bapro, como siempre, le pidió el token del teléfono", precisó el ginecólogo y obstetra Hernán Siciliano, presidente del Círculo Médico pringlense.
"Con el celular recibió el token que entrega automáticamente (la aplicación) BIP Móvil del banco, aceptó la operación y le apareció una pantalla rectangular, de un color no habitual, con el mensaje 'su página web del banco está siendo actualizada. Espere en línea que en breve se habilitará'".
"En ese momento se le bloqueó el mouse y el teclado de la computadora. En la PC de la otra administrativa había, en el Outlook, mensajes de dos transferencias no autorizadas por $2,9 millones cada una, y una tercera por $3,5 millones", continuó.
Rápidamente la mujer se percató de que delincuentes estaban vaciando las cuentas del Círculo, por eso desenchufó la máquina.
Primero las sumas se acreditaron electrónicamente en la sucursal del Banco Nación en Pringles y luego se desviaron a cuentas de monotributistas sociales del conurbano.
La última de las 3 transacciones del Bapro al Nación se logró bloquear y los $2,9 millones quedaron “congelados” en el Banco Nación de Avellaneda.