Un brutal caso de violencia obstétrica causó una fuerte conmoción en Serbia. Detuvieron a un ginecólogo del hospital de la ciudad de Sremska Mitrovica luego de que una mujer romaní lo acusara de insultarla y “saltar sobre su estómago” durante el parto, lo que terminó por provocar la muerte de la beba.
Según la autopsia, la pequeña Elena murió “por un parto violento” y“debido a una asfixia perinatal grave del feto y una aspiración masiva de meconio”, lo que le provocó un “neumotórax bilateral y hemorragia suprarrenal bilateral”. Además, la pericia forense confirmó la “existencia de un hematoma subgaleal”, según indicó el media Vijesti.
Tras conocerse el resultado de la autopsia, la mamá dijo que no descansará hasta conseguir Justicia. “No pararé hasta que se haga justicia y el médico sea castigado. No tengo fuerzas, no me siento bien, pero mo me rendiré”, dijo Mihajlovi? al sitio Nova.
El médico, identificado como MM, fue finalmente detenido bajo la acusación de poner en peligro la salud de una persona, confirmó la policía, y se encuentra bajo custodia.
Decenas de mujeres protestaron frente al hospital con pancartas que decían “Hospitales, no mataderos” y cientos de mujeres denunciaron en las redes haber sido víctimas de violencia obstétrica. Según el Sarajevo Times, otra mujer, Jelana Ivkovi? dijo durante la protesta que ella también fue víctima del médico MM, y que su hijo murió poco después del parto en noviembre de 2022.
Kreni-Promeni, una agrupación independiente que lucha por el ambiente, la educación, los derechos humanos y democráticos y la atención médica, juntó más de 190.000 firmas en una petición que reclama reformas que permitan a las mujeres embarazadas estar acompañadas por su pareja durante el parto.
“Este es un llamamiento para proteger a todas las futuras madres, para que puedan sentirse más seguras y traer a sus bebés al mundo en un entorno mejor y menos estresante”, afirmó Marina Pavlic, directora ejecutiva de Kreni-Promeni, en un comunicado.
Ante el escándalo, la ministra de Salud, Danica Gruji?i? declaró: “La violencia obstétrica es inadmisible. Debemos prestar especial atención y cuidar a las mujeres embarazadas y en trabajo de parto. Trabajaremos para mejorar la educación de nuestros colegas y protegeremos a las madres y mujeres embarazadas en todos los sentidos”.
No obstante, la ministra advirtió contra un descrédito masivo hacia los médicos. “Si la caza de brujas comienza ahora, dentro de cinco años nadie querrá ser ginecólogo u obstetra”, opinó y agregó: “Las complicaciones ocurren en todas partes del mundo dentro de un cierto porcentaje; necesitamos alcanzar ese porcentaje permitido”.
Según el Daily Mail, una encuesta de 2015 mostró que el 10 por ciento de las mujeres serbias no quieren tener otro hijo después de las traumáticas experiencias hospitalarias con su primer hijo.
Adermás, más del 60 por ciento de las encuestadas dijeron que no se sentían protegidas durante el parto, y muchas mujeres señalaron que no se les mantiene informadas sobre lo que hacen los médicos durante los procedimientos.