Sexo después del divorcio: cómo es “la primera vez” de una nueva etapa de la vida
La cantidad de divorcios durante 2023 en la Ciudad de Buenos Aires representa la mitad del total de parejas que pasaron por el Registro Civil porteño para dar el sí. ¿Cómo rearmarse después de la ruptura? Qué es la “conciencia del crédito vital” y cómo influye en las decisiones y nuevas relaciones luego de la separación.
“Uno no se divorcia para tener encuentros sexuales con otro, porque eso lo puede hacer dentro de un contexto del matrimonio, con una pareja abierta o por una infidelidad. Se divorcia porque una relación no va más, porque se acaba el amor, porque no congenian o porque se pelean demasiado”, señala Silvina Valente, sexóloga clínica, especialista en ginecología y presidenta de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), a Clarín.
¿Cómo se rearma una persona después de una ruptura? ¿La separación libera de vergüenzas y ataduras, o cubre con una coraza de temores? ¿Cómo acomodar expectativas, fantasías y deseos ante situaciones y personas nuevas y aún desconocidas?
Las separaciones y divorcios son un componente más de los vaivenes de las relaciones. Tal es así que durante 2023 en la Ciudad de Buenos Aires gestionaron el divorcio 6.420 parejas… Un número que representa nada menos que casi la mitad del total de parejas que pasaron por el Registro Civil para dar el sí (13.502). Esta tendencia es bastante similar a la del año 2022 (13.510 casamientos porteños, versus 5.710 divorcios).
La directora de Consexuar (en Instagram, @consexuar) dirá que, en principio, lo que vendrá después del divorcio dependerá de cómo ambas partes gestionen la separación. “Si bien muchas veces es consensuado, muchas otras hay algún tercero. Entonces hay alguna de las dos personas que decide dejar a la otra o ser dejado, pero ya tiene algún acompañante o algún tipo de relación o está dentro de relaciones mucho más abiertas y siguen teniendo algún tipo de sexo”.
Volver al ruedo
“El tiempo que uno estuvo en una relación estable hace que se pierdan ciertos códigos: los rituales de cortejo y acercamiento no son los mismos”, comenta Silvana Savoini, psicóloga y sexóloga.
Y continúa: “Es decir, cuando la persona aprendió a establecer vínculos sexoafectivos, la seducción no tenía esas variables. Entonces, los escenarios sociales cambiantes a veces operan como inhibidores o generadores de ansiedad por no saber manejar las herramientas (como por ejemplo las aplicaciones de citas), o no conocer los códigos sociales”.
“Es un nuevo entramado social en el cual la persona se tiene que reinsertar como la primera vez, como cuando pasamos de la niñez a la adolescencia y juventud. Entonces, todo es nuevo. Para alguien que se acaba de separar después de mucho tiempo, es casi como empezar de cero a nivel social”.
Crédito vital: no hay tiempo que perder
Sin embargo, también juega la experiencia acumulada y los años de vida. Savoini, directora de la diplomatura de Estudios Avanzados en Sexología y Neurociencias del CEI de la Universidad Nacional de Rosario, explica a Clarín que “en la adultez mayor hay un factor que es lo que llamamos la ‘conciencia del crédito vital’, que es esa conciencia de que el tiempo que tenemos por delante es menor al tiempo que ya hemos vivido, y eso hace que sintamos que no hay tiempo para perder”.
“Entonces las personas se ponen más selectivas, saben lo que no quieren y lo que sí, qué cosas van a tolerar y qué no van a permitir. Ahí surge la oportunidad de plantear los innegociables de cada uno. Esto hace que, si bien se pongan más ‘selectivos’, también se acoten las posibilidades de decepcionarse, ya que van con una hoja de ruta mucho más clara”, agrega la profesional (en Instagram,@ssavoini).
En esta línea, la médica ginecóloga, sexóloga y especialista en neurociencias Flor Salort trae el concepto de responsabilidad afectiva: “Los adultos mayores buscan que exista intimidad o conexión, más que disipar una calentura. Generalmente la persona quiere encontrar en otra persona algo que quizás no encontró, por ejemplo, que sea más afectivo, que haya más caricias, que haya más responsabilidad o respeto, que la relación sea más sincera o menos tóxica”.
Por eso la autora de Nosotras. Sexo, salud y emociones (Planeta) dice que “generalmente la separación libera, y uno tiene más claro qué es lo que quiere y qué no”.
Entre el sexo y el amor
“Siempre es una primera vez cuando cambiamos de pareja, la primera vez después del divorcio también. Puede dar ansiedad y a veces podemos hasta no tener orgasmo por ponernos en rol de espectadores o, en el caso de ellos, disfunción eréctil o eyacular rápido”, comenta Valente.
La presidenta de la SASH cree que para los varones es más fácil ingresar a un mundo del sexo desafectivizado y evitativo:
“Para una mujer casada de larga data que se divorció es muy difícil volver a entender la forma de relacionarse con las otras personas en cuanto a la sexualidad, porque ya no hablamos de sexoafectividad, hablamos de sexo sin afectividad. Y ese tipo de relación no solo cuesta, sino que hay muchas personas a las que no les interesa. Concretamente la ternura o el amor -aunque parece ser lo innombrable en estas nuevas formas de sexualidad- pesan muchísimo”.
Y sentencia: “Un amor de muy larga data probablemente no tenga un buen sexo; pero si bien podés encontrar muy buen sexo después del divorcio, es mucho más difícil encontrar un buen amor, aunque no imposible”.
La sexóloga comenta que lo que más influye a la hora de retomar relaciones luego del divorcio es el nivel de apertura de la persona, al amor o al sexo.
Mientras los más jóvenes, en general, están más disponibles al sexo, los adultos suelen buscar más compañía, ternura, contacto. “No es que no busquen sexo, pero tienen más claras algunas cosas y valores, se conocen más, entonces la búsqueda es más ‘dirigida’, aunque parezca más difícil”.
El fantasma del ex
Si la figura de la expareja se convierte en una vara para competir, en un recuerdo añorado con lágrimas o en una persona que simplemente pasa a formar parte del pasado será la base para entender en qué medida se inmiscuirá en las nuevas relaciones de una persona.
“Yo conozco personas que son muy amigas, que se cuidan… y gente que se odia. Dependerá de los valores, del tipo de personalidad, de cómo manejaron ese divorcio, cómo se pudieron separar”, comenta Silvina.
“No siempre los divorcios se gestionan de una manera madura emocionalmente y muchas veces pasan por un periodo de transición donde ver a la pareja con alguien les puede llegar a doler. Es una herida narcisista, en donde la pregunta que está presente es ‘¿por qué no soy yo? ¿Por qué no pude ser yo?’”
Y continúa: “Pero en realidad la persona debería tener en cuenta que por un montón de años ‘fuiste vos’ y él fue un montón de años ‘para vos’, pero ahora cambiaron y vos tenés la oportunidad de conocer un mundo nuevo y de que te miren de otra manera, porque probablemente la forma en que lo estaban haciendo no estaba buena. Y eso es lo que una persona no puede soportar, ‘¿por qué no fui el único amor de esa persona?’ Porque es lo que la cultura nos hizo: una cosa es la monogamia, y otra cosa es ser ‘únicos’”.
Escuchar el cuerpo
“Las personas están ‘listas’ para tener relaciones con otros en cualquier momento de su historia cuando hay otra persona que las atrae. Cuando justo en el momento indicado, en el momento ideal, en el lugar preciso hay una persona. Y eso no significa que no podamos calentarnos con alguien aunque estemos casados; lo que puede pasar es que no nos lo permitamos, y eso es diferente. Y una persona que no se permita tener relaciones con otras para no lastimar a otras personas tendrá menos ‘permisos’ para tener relaciones o historias con otras, aunque esté divorciado”.
Silvina Valente da algunas pautas para retomar la vida sexual luego del divorcio: “Escuchá tu cuerpo, sentí, reconocé las emociones y buscá emociones positivas. No busques venganza, buscá amor, y primero, el amor propio. Buscá sentir, buscá sentir tu cuerpo”.
“Si no te animás a encontrarte con otro -por tabúes, por permisos o porque no encontrás la persona indicada-, tenés a la persona que más amás siempre a tu lado. El primer encuentro regalátelo con vos mismo, porque no hay nada mejor que empezar una sexualidad por uno mismo, para poder empezar a motivarnos, interesarnos y mirar y ser vistos, y así crear cierto grado de necesidad de erotismo y placer.
Siempre con mucho respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás”.
Cuidarse sigue siendo clave
Por último, las profesionales recuerdan la importancia de usar siempre preservativo. “Tanto fuera del matrimonio como después de divorciarse a veces lo más difícil es incorporar el uso del preservativo. Muchas de las personas que se divorcian no tienen la vacuna del HPV y, aunque no sean fértiles porque están en la etapa de la menopausia, se pueden infectar con HIV u otras infecciones de transmisión sexual”, indica Valente.
“A medida que crecen, lamentablemente los hombres quieren usar mucho menos el preservativo -comenta Salort (en Instagram, @flordegineco)-. Cuando una mujer está en la posmenopausia, al no tener riesgo de embarazo, también a veces permite ciertas cosas que no están tan buenas y, por miedo a que eso se frustre o que no se dé, ceden a no usar preservativo, y luego se arrepienten”.