El Gobierno analiza introducir cambios en la reforma jubilatoria para asegurar el apoyo opositor a la Ley Ómnibus. El oficialismo está negociando con los distintos sectores de la oposición y busca tratar el proyecto en la Cámara de Diputados previo al paro del 24 de enero que comunicó la Confederación General del Trabajo (CGT).
Ante la queja de los bloques aliados por la propuesta que envió Javier Milei al Congreso, los encargados del diálogo en La Libertad Avanza barajan hacerle modificaciones al artículo “sin cambiar el sentido de la norma”.
La crítica que recibieron los interlocutores oficialistas por parte del PRO y la UCR reside en que no se propone reemplazar la fórmula actual por otra, sino que se impulsa que el presidente haga aumentos por decreto.
En el artículo 106 del proyecto de la ley Bases, se plantea suspender la modalidad actual de las prestaciones establecidas en la Ley 24.241 y otorgarle al Poder Ejecutivo la autoridad para definir una fórmula que ajuste automáticamente, “teniendo en cuenta la justicia y la sostenibilidad económica”.
Proponen que, mientras se establece la fórmula automática, el Gobierno tenga la facultad de realizar aumentos periódicos, dando prioridad a los beneficiarios de más bajos ingresos: los jubilados y pensionados que cobran la mínima.
Lo que plantean algunos de los bloques aliados del oficialismo en Diputados es que se elimine el índice actual, se proponga un plazo de 180 días para que se desarrolle otro cálculo jubilatorio y se fijen los aumentos en línea con los ajustes por inflación.
En Casa Rosada, mantienen que están negociando los acuerdos para los votos y que buscarán llegar a un punto común entre las partes para lograr un dictamen positivo antes del fin de semana. “Hay que tocar un par de clavijas y los votos los tenemos”, expresó a TN un funcionario.
Las negociaciones las alternan entre el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. El primero se encarga de dialogar con el sindicalismo y los gobernadores y el segundo trata el detalle fino con los bloques.
Mientras negocian con la oposición compuesta por los heridos de Juntos por el Cambio, en el Gobierno surgen distintas posiciones ante las modificaciones en la Ley Ómnibus. Se trata de la disputa entre halcones y palomas que adelantó TN hace unas semanas.
En los pasillos de Casa Rosada, hay funcionarios que buscan continuar con la dureza ante el resto del espectro político para no perder terreno en las reformas. “Si no lo quieren, que no lo voten”, le expresó a este medio un dirigente.
“Nosotros presentamos todo y así se aprueba o se rechaza”, agregó. Esta línea dentro del Gobierno apunta a no tocar los artículos del proyecto y a que se exponga de forma completa al voto en el recinto.
En Casa Rosada, no rechazan la idea de prorrogar el período de sesiones extraordinarias que decretó el presidente si se sanciona la ley en la Cámara Baja.