Esta historia llega desde Mattaldi, un pueblo del sur de Córdoba que no suma ni 2 mil habitantes. Allí viven la pequeña D y sus padres. La familia recibe una notificación y va hasta el juzgado del Departamento de General Roca. Una vez en la puerta, ven llegar a un "cartero" en una bicicleta decorada con globos de colores y con un regalo en la mano. “Hola familia, ¿cómo les va? Traigo una muy buena noticia”, dice el hombre.
El falso cartero es, en realidad, el juez de Niñez de Huinca Renancó, Claudio Mazuqui. Y la "muy buena noticia" es la sentencia de adopción plena para la nena de 6 años.
Chaleco refractario, gorra y maletín, así se disfrazó Mazuqui para encarnar su nuevo rol de cartero. En la puerta lo esperan la niña identificada como D y toda su familia. La nena corre y abraza al juez que trae en sus manos un verdadero regalo de Navidad: a partir de ahora, podrá llevar en su documento de identidad el apellido de sus padres.
La esperada noticia llegó adentro de una caja que simulaba ser un regalo. Y lo era. La sentencia hizo conmover a los padres de la nena, que no pudieron contener las lágrimas, pero también a los empleados del juzgado que salieron hasta la puerta para presenciar la conmovedora escena.
“La comunicación de la presente sentencia se efectuará con la impresión de su nueva identidad, con su nombre y sus nuevos apellidos”, indica el escrito.
Como en todos los casos de adopción, los padres de D tenían la guarda, pero esperaban este fallo para dar un paso definitivo en la identidad de su hija.
En declaraciones al diario La Voz, el juez destacó que en estas épocas tan complejas, poder llevarle a esta niña esta noticia lo "llena de felicidad”.
“Tuvimos muchas audiencias, ella me llamaba por teléfono, me mandaba videos bailando y me pregunta sobre su caso. Yo le respondía con otra coreografía. Así nos comunicábamos. Nos íbamos conociendo. Hasta la última audiencia que nos vimos personalmente, donde dibujamos con muchos colores", contó.
El juez admitió que cuenta con un ADN investigativo: “Me formé en fiscalías de instrucción donde la tarea es investigar. Quiero saber quién es cada persona que pasa por mi juzgado”, según reconoció.
Mazuqui, de 48 años, se vinculó con la Justicia en 1996 al entrar como pasante. Ya en 1998 rindió un concurso, ganó y trabajó en una fiscalía de instrucción hasta el 2010. Durante ese año se mudó hacia Huinca Renancó y continuó su vínculo con la Justicia. Fue secretario de fiscalía y en 2016, tras rendir otro concurso, se convirtió en el juez de Niñez.
El hermoso gesto que tuvo con D no es el primero de este tipo que tiene Mazuqui. Durante el año pasado, el magistrado que es hincha de River decoró todo su despacho con los colores de Boca para darle la noticia de adopción a un nene de 11 años.
Ese 4 de agosto, Mazuqui dejó de lado su espíritu "Millonario", y vistió a toda la Fiscalía con los colores azul y amarillo para sorprender al niño, hincha del xeneize.
"No es un evento menor una noticia que te cambia la vida. Por eso hay que recibirla con los mejores colores", le dijo por entonces al nene que recibió la adopción plena.
Lo cierto es que Mazuqui marca diferencias. Humaniza la Justicia escuchando, empatizando, y buscando nuevas formas de comunicar veredictos que trascienden el simple papel.