Operativo en un local a metros de la avenida 9 de Julio: encontraron tres mil granadas de fusil y dos misiles
La cuadra de Hipólito Yrigoyen, entre Lima y Salta, está cortada. Se trata de una causa en la que interviene el Juzgado Federal N°9 y el fiscal Guillermo Marijuan
La zona del centro de la ciudad de Buenos Aires, a unas siete cuadras del Obelisco, estuvo revolucionada este martes por la tarde por un gran operativo policial en un local que vende artículos de camping, ubicado a metros de la avenida 9 de Julio, del cual también participaban personal del Renar (Registro Nacional de Armas de la República Argentina) y Bomberos porteños. Fuentes del caso contaron a Infobae que hallaron un verdadero arsenal: tres mil granadas de fusil y dos misiles, entre otros, en principio.
“Hay muchísimas municiones, también cascos. Y todavía falta inspeccionar el subsuelo”, dijeron los investigadores sobre el anochecer de un allanamiento que ha sorprendido a varios por el resultado y que podría terminar de madrugada. Se encontró además una pistola semiautomática marca Bersa 9 milímetros, gran cantidad de cartuchos a bala y de escopeta de distintos calibres, cargadores de FAL y de ametralladora antiaérea, especificaron.
La cuadra de Hipólito Yrigoyen, entre Lima y Salta, se encontraba cortada por agentes de la División de Investigaciones de armas de fuego y explosivos ilícitos de la Policía de la Ciudad, a instancias del Juzgado Federal N°9, que subroga la jueza María Eugenia Capuchetti, y del fiscal Guillermo Marijuan.
“Es un allanamiento en un comercio que vende armas, entre ellas, granadas, mucha de ellas de rezago, pero que creen que algunas están activas”, dijeron fuentes del caso consultadas por este medio. Y contaron que las medidas tomadas forman parte del “protocolo por explosivos”.
Otras fuentes con acceso al expediente indicaron que la causa por la que se allanó el local de Hipólito Yrigoyen al 1100 es una derivación de una investigación que se inició en la ciudad de Buenos Aires y que, tras la denuncia, recayó en el fiscal Marijuan y la jueza Capuchetti.
“Inicialmente, era una persona que vendía armas por una plataforma de compra y venta en la web: vainas y un mortero. Cuando se lo detuvo, dio la dirección donde compraba el armamento, una suerte de mayorista, que es el local que se allanaba este martes”, ampliaron las fuentes sobre cómo llegaron al comercio donde se venden insumos para camping, entre otras cosas.
“Tenía en la vidriera un artículo similar a uno de los morteros que vendía inicialmente el detenido, y hay unas mil granadas de fusil”, describieron las fuentes lo que encontraron en el procedimiento inicialmente. Más tarde, las cifras sorprenderían a los propios investigadores.
Para las 20, y con los procedimientos aún en curso, habían contabilizado tres mil granadas de fusil que solo la división Balística determinará si están activas: “Se trata de modelos PAF y PDF, muchas pintadas de rojo y azul que identifica a las de ejercicio, otras no”, detallaron.
También se hallaron dos misiles a peritar y gran cantidad de vainas de diversos calibres. “La impresión es que salieron directamente de Fabricaciones Militares al local, por lo que habrá que estudiar la trazabilidad, pero la sospecha es firme”, confiaron los investigadores.
Esas cifras, que incluyen cascos también, se dan aún sin haber contabilizado lo que hay en el subsuelo. Lo cierto es que, según las fuentes del caso, las granadas de fusil encontradas deberán ser trasladadas por la Brigada de Explosivos hacia un lugar seguro, ya que la detonación controlada no se puede hacer en el lugar, como suele suceder cada vez que se encuentra armamento o paquetes sospechosos.
Por ello, también se ha convocado a personal de la ANMaC (la nueva Agencia Nacional de Materiales Controlados) para que colabore con la investigación. Luego, se analizará todo para determinar la carga explosiva del material secuestrado.
Por caso, en la página web del comercio allanado, en la pestaña “productos” se ofrecen cajas de munición, cargadores, cascos y vainas, entre otras cosas.