Un saludo gélido y miradas esquivas, el último encuentro entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el Congreso
Estuvieron juntos menos de tres minutos y el mandatario saliente la saludó brevemente; hasta entonces solo se observaron de reojo; era la tercera vez que se veían en el año
Alberto Fernández y Cristina Kirchner volvieron a verse las caras hoy tras cinco meses sin hacerlo. Fue en la ceremonia de traspaso de mando en favor de Javier Milei, en el Congreso de la Nación. Allí ambos se cruzaron por menos de tres minutos y en lo inicial no hubo ni un saludo entre ellos. Luego Fernández, que primero saludó a los otros presentes, se acercó a Cristina Kirchner y le dio un beso rápido. Casi ni se miraron y minutos después él salió de escena. La tensión entre ambos, que no se dirigen la palabra por ningún medio desde hace meses, fue palpable en la sede del Poder Legislativo.
Fernández ingresó al recinto, en el que ya estaban Kirchner y Milei, mirando al libertario. Le guiñó un ojo al Presidente y lo saludó. Luego haría lo propio con Victoria Villarruel. Luego de entregar la banda y cuando no le quedaba más alternativa, caminó tres pasos hacia Cristina Kirchner y la saludó. Un gesto breve e incómodo. Casi de inmediato, Fernández se fue. “Bueno, me voy”, se leyó en sus labios antes de la partida rauda. Todo sucedió entre las 11:57 y las 12.
La de hoy fue la tercera vez que Fernández y Kirchner se mostraron en el marco de la relación totalmente rota que comparten desde hace tiempo. A lo largo de 2023 se vieron por primera vez en el Congreso, durante la apertura del año legislativo, en marzo pasado. Apenas también hubo un saludo forzado y luego la exmandataria no le dedicó a Fernández ni una mirada, ni un aplauso en las dos horas que duró el discurso. La segunda vez llegó cuatro meses después, en julio, para la inauguración del primer tramo del Gasoducto “Néstor Kirchner”, en Salliqueló, provincia de Buenos Aires, donde no hubo más que gestos gélidos.
Se repite así la pelea de 2008, cuando Fernández pegó el portazo como su jefe de Gabinete y se transformó en un opositor. Luego llegaría el acercamiento en 2018 y el ofrecimiento de la candidatura en mayo de 2019. Pero lo que parecía la paz fue apenas un período de tregua que en 2020 mostró los primeros resquebrajamientos, con un mensaje público de Kirchner a Fernández en el Estadio Único de La Plata en el que habló de alinear precios con salarios y de “funcionarios que no funcionan”. Luego llegó el punto de quiebre en septiembre de 2021. Fue tras la derrota en las elecciones de medio término, y tras de una serie de renuncias públicas de hombres de su espacio, que Kirchner hizo pública una carta en la que le hizo una feroz crítica a Fernández. Desde entonces todo fue barranca abajo.
Hubo sí algunos puntos de acercamiento, como cuando, en julio de 2022, Martín Guzmán presentó la renuncia a su cargo de ministro de Economía y Fernández y Kirchner se encontraron en Olivos, en una clima de máxima tensión ante el escenario económico. Y luego en septiembre, cuando el mandatario la visitó en su departamento de Recoleta la mañana siguiente al intento de asesinato.
Para entonces la última vez que se habían mostrado en público había sido en el acto por los 100 años de YPF, en el que ella le pidió que “use la lapicera” y al día siguiente logró que salga eyectado Matías Kulfas, uno de los ministros leales de Fernández.
El Congreso, testigo de dos de los últimos tres encuentros entre ambos
En la apertura del año legislativo, en marzo último, todo fue más incómodo: estuvieron durante casi dos horas uno al lado del otro y Cristina Kirchner no miró ni en una sola ocasión a Fernández. Tampoco le dedicó ni un aplauso a pesar de que él hizo menciones a momentos de sus gestiones como presidenta o cuando mencionó su situación judicial o el intento de magnicidio.
Lo mismo sucedió en julio, en la apertura de la válvula del Gasoducto, donde el clima entre ellos era más frío que el que habitaba la pampa bonaerense donde se desarrolló el acto.
A partir de entonces, con la relación más rota que nunca, Kirchner disparó algunos mensajes públicos, como cuando tras votar en las elecciones generales, en Santa Cruz dijo: “El que decide es el Presidente y yo no fui escuchada”, dijo.