En las últimas horas, el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) profundizó su reclamo por la falta de insumos esenciales para poder atender urgencias por infartos u otras afecciones cardiológicas y cerebrovasculares. En ese marco, señalaron que faltan stents, catéteres y se complican las prácticas de esta especialidad en el marco de la crisis en el sistema de salud.
Como consecuencia del aumento exponencial de estos suministros producto del aumento del dólar paralelo, sumado a las restricciones en la importación, desde dicha entidad señalaron que hay prácticas en las que deben apelar al ingenio y se está en riesgo de "retroceder 50 años" en los avances en que ha tenido la práctica cardiológica en el país.
Martín Cisneros, cardioangiólogo intervencionista, y presidente del CACI, dialogó con MDZ y explicó que el reclamo de los especialistas se enmarca en el documento que las intersociedades de cardiología habían difundido el fin de semana pasado, en ocasión de celebrarse el 3 de diciembre el Día del Médico.
"En Argentina se realizan más de 70.000 angioplastias por año, de las cuales un 25% aproximadamente son por casos de urgencia. El problema que estamos teniendo ahora es por la falta de insumos para hacer aquellas que son programadas. Una angioplastia coronaria utiliza varios insumos. Los más importantes son los catéteres, las guías, los stent obviamente y el material de contraste. Cualquiera de estos insumos que falte no permiten realizar el procedimiento y en estos momentos son difíciles de conseguir y al mismo tiempo han aumentado de forma exorbitante", explicó Cisneros.
"Para los tratamientos programados estamos teniendo demoras en la provisión de stent. Esto hace que un paciente tenga que esperar en su casa para hacerse una angioplastia, corriendo además el riesgo de infartarse en ese periodo. Normalmente, una demora debería ser de 48 horas pero ahora puede llegar a ser de tres semanas", graficó el presidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas.
"Nosotros venimos alertando sobre esta situación desde el mes de agosto. Hicimos ese comunicado con todas las sociedades el fin de semana porque los cirujanos cardíacos, los vasculares, todos tenemos el mismo problema. El país está en crisis en materia de salud. La semana pasada fueron los nefrólogos los que decían que se iban a quedar sin material para poder hacer diálisis", graficó Cisneros.
En este sentido, comentó que ante la falta de insumos, "para realizar una angioplastia durante un infarto que puede ser a las 2 de la mañana, se corre el riesgo de volver atrás en tratamientos antiguos o no óptimos para el paciente. Eso es lo que ocurre: corremos riesgo de todos los avances que se han hecho en la medicina en los últimos 50 años, nosotros quedemos de nuevo atrás, cuando tenemos los profesionales, los conocimientos, el equipamientos y los medios para hacerlo, pero no los insumos", explicó.
Falta de recurso humano
Además, dio que cada representante de estas entidades está a la espera que asuma el nuevo Gobierno para plantear sus problemática e, inclusive, aportar ideas de solución. "Los distintos colegios tenemos conocimiento desde nuestras especialidades, cuántos procedimientos se realizan y podemos colaborar incluso con indicaciones concretas también para optimizar el gasto en el sistema de salud porque en la actualidad, se gasta mucho y ese dinero no está bien distribuido", aseveró el cardioangiólogo intervencionista.
"Si bien vamos a trasladar este estado de alerta a las autoridades que asuman, hay que enfatizar que la Salud tiene que ser una política de Estado, no importa de que signo sea el gobierno. Esto tiene que trascender cada gestión porque venimos con problemas históricos que hacen que hoy, por ejemplo, un médico que se forma como especialista, lo primero que hace cuando termina su residencia, después de haber estudiado 10 años, es irse del país. Nos estamos quedando sin ese recurso humano calificado", enfatizó Cisrneros. "Hay problemas para cubrir guardias centrales de clínica, guardias de internado, unidades coronarias, unidades de tratamiento intensivo, porque no hay profesionales", enfatizó.
En la misma línea, comentó que el problema va más allá de la falta de insumos y es más amplio. "De acá a 10 años directamente no va a haber profesionales. Hoy los jóvenes no quieren estudiar medicina y tienen razón. ¿Para qué van a invertir 10 o 15 años de su vida para luego trabajar y que no les alcance para vivir dignamente. No lo ven como una salida laboral", reflexionó.
También se mostró preocupado porque si bien dialogaron con la Secretaría de Comercio saliente, y no vieron cambios reales, hoy no tienen interlocutores para plantear esta problemática a quien será referente de Salud en el gobierno de Javier Milei. "No se sabe si va a haber un ministerio o una secretaría, ni quién va a ser su titular. Es bastante frustrante porque nadie atiende los problemas. Y hoy necesitamos medidas de corto, mediano y largo plazo con una solución de fondo y concreta para la salud como política de Estado, porque si no el problema va a ser reiterativo", analizó.
Si bien uno de los pedidos es la apertura de las importaciones, la duda que se presenta es a qué costo y qué valor tendrá el dólar para adquirir esos insumos importados. "Nosotros sabemos que nuestro país es el campeón de la especulación y que por eso los insumos que circulan, están también sobrevaluados. Los costos que tenemos que pagar para tener los materiales necesarios que tenemos para operar una angioplastía son exorbitantes. Ni te hablo de lo que es la posibilidad por ahí de modernizar los equipamientos que tenemos", afirmó Cisneros.