Política 27/11/2023 13:22hs

La UCR no sabe qué hacer: o se reinventa o se reconfigura con el PJ kirchnerista

Los radicales están desconcertados. A medida que pasan los días, se dan cuenta que el nuevo sistema político no los considera ni imprescindibles ni necesarios. Temen perder puestos de poder.

La UCR no sabe qué hacer: o se reinventa o se reconfigura con el PJ kirchnerista  Facundo Manes llegó como lo nuevo pero lo dejaron a un costado.
 Facundo Manes llegó como lo nuevo pero lo dejaron a un costado.

El radicalismo está en un limbo político desconocido desde hace nueve años, cuando había constituido junto con la Coalición Cívica y el PRO la alianza política que lo repuso en el poder, Cambiemos. 

Si bien su realidad puede presentarse más potente y poderosa, producto de la suma de dos gobernadores a sus ya fieles provincias de Mendoza y Corrientes, Jujuy y Santa Fe son dos nuevas administraciones provinciales en manos de los radicales que hasta la llegada a Cambiemos se debatía cómo iba a reconfigurarse en un partido de poder, del cual se había alejado drásticamente tras el fracaso de la Alianza en 2001.

La experiencia electoral de este año fue desastrosa para los seguidores de Leandro N. Alem, Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín. Ellos siempre se encargan de ocultar a Marcelo T. de Alvear, casi considerado un hereje dentro del mundo boina blanca.

No sólo no pudieron divisar el nivel de hartazgo que había generado el kirchnerismo, por un momento creyeron el cuento de "volvemos mejores" tendido, ahora, por el siempre renovado Sergio Massa. Inclusive ya habían dejado más que en claro que Patricia Bullrich no sería su candidata a pesar de haber competido contra ella en una PASO (y perder) porque "representa la derecha" y sus votos fueron, en primera vuelta, casi masivamente para Unión por la Patria.

Hoy son de los más críticos observadores del futuro gobierno de Javier Milei. Le reprochan al presidente electo mucho más que lo que está dejando como herencia Sergio Massa y la presidencia compartida con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. La llegada de La Libertad Avanza, más el apoyo directo de Mauricio Macri y una parte importante del PRO, también le agrega otro inconveniente. No los necesitan, o al menos, así lo dejan en claro a la hora de buscar consensos futuros para gobernar. Si esto se confirma, sus funcionarios de segunda y tercer línea en el Gobierno nacional también sucumbirán. 

Su posición electoral o recomendación para el balotaje, el voto en blanco, no llegó al 1,5%. Poco, demasiado poco para un partido que estuvo a punto de volver a ser poder hasta agosto pasado, cuando fracasó la alianza política con Horacio Rodríguez Larreta formulada por Gerardo Morales, Martín Lousteau, Enrique Coti Nosiglia, Daniel Angelici, Ernesto Sanz y Gustavo Posse, entre otros.

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Gustavo Valdes, el gobernador correntino, pretende discutir el futuro partidario contra estos referentes históricos. Para esto piensa tener el apoyo de Maximiliano Abad, desaparecido en acción luego de la derrota de Juntos por el Cambio en octubre pasado, en la que alcanzó la senaduría nacional producto de representar a la minoría provincial. Por poco ese lugar no le fue arrebatado por Javier Milei y un ignoto candidato como Juan Nápoli.

Partido de poder, muchos de sus adherentes y militantes son solventados desde los ravioles ocultos en los organigramas nacional y provincial. ¿Querrán estos empleados burocráticos que sus jefes armen un nuevo partido político alejado del poder? Dudoso.

Ante cada recriminación contra Mauricio Macri, a quien los radicales odian tanto como lo hacen Sergio Massa u Horacio Rodríguez Larreta, ante la respuesta de que sería por demás sano aprovechar las nuevas circunstancias políticas para armar un partido fuerte y alejado del peronismo al casi arrastran Ricardo Alfonsín y Leopoldo Moreau, todos los protagonistas hacen como que no entienden qué se les está diciendo.

Es factible que Javier Milei reconstruya o intente hacer un nuevo esquema político donde dirigentes de la derecha del radicalismo, casi parias provinciales o zonales como Luis Petri o Alfredo Cornejo, formen parte de su aventura a la que se le sumó en primera instancia Mauricio Macri.

El presidente electo, para que no se le descompense la carga, fue en busca de un nuevo mejor amigo y lo encontró en Córdoba con Juan Schiaretti. La centro derecha al poder. Al costado izquierdo quedaron los peronistas y los radicales y más a los extremos, el kirchnerismo camporista, que fue reseteándose desde 2021 con una probable derrota, que terminó llegando hace una semana.

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