En marzo último el tren de pasajeros entre Plaza Constitución y Bahía Blanca descarriló a la altura de Olavarría, un año exacto después de haber sufrido un percance similar que había obligado a suspender el servicio. Desde entonces no ha vuelto a circular.
En aquella primera ocasión se determinó que era el mal estado de un tramo de los rieles el causante del descarrilamiento, con lo cual luego de algunos meses de obra el tren volvió a circular, con limitantes en cuanto a la velocidad que podía desarrollar.
El segundo suceso tuvo causas similares, cuando un camión que cruzó las vías en un paso a nivel generó un desperfecto en los rieles que provocaron la perdida de estabilidad de la formación.
Desde entonces, ocho meses, no sólo el servicio se haya suspendido sino que la empresa mantiene un silencio completo sobre el estado de situación, sin informar a que se debe la demora, si se está trabajando en el sector dañado o si se ha decidido que el mismo quede cancelado para siempre.
En las últimas horas Trenes Argentinos anunció el inicio de venta de pasajes para sus trenes de larga distancia a partir del 21 de diciembre, temporada de verano.
El anuncio incluye las rutas desde Retiro a Rosario, Córdoba, Tucumán, Junín y Palmira; desde Once a Bragado y Pehuajó y desde Constitución a Mar del Plata. En absoluto se menciona el destino a nuestra ciudad.
Más allá de ser una prestación con muchas limitaciones –recorrer los 680 kilómetros entre Bahía Blanca y Constitución demanda 18 horas de viaje—el valor del pasaje hace esta alternativa de viaje clave para un enorme porcentaje de la población, ya que tiene un valor equivalente al 15% del pasaje en ómnibus.
Por eso es importante que la empresa de una respuesta, que tenga la consideración y el respeto de informar cual es la situación y priorice los trabajos necesarios para activar este medio de transporte.