Lo que no se vio del debate entre Villarruel y Rossi: gritos, gestos y caramelos en las tribunas

“A Villarruel hay que preguntarle si en el holocausto hubo 100 millones de muertos y si los fue a contar”, le dijo por lo bajo la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, a la directora del Banco Ciudad e hija de Agustín Rossi, Delfina Rossi, en una pausa del debate de este miércoles en A Dos Voces.

Luego, se paró y preguntó si alguien tenía un “caramelito”. Al pedido se sumó el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, que venía quejándose desde hace rato. “No como desde el mediodía”, explicó.

La hija de Agustín Rossi estuvo muy ansiosa durante el debate y gritó en reiteradas ocasiones, al igual que la actual pareja del jefe de Gabinete, a quien se la escuchó decir: “¡A mí no me calla nadie!”.

Cuando hablaba su padre, la exdirectora del Banco Nación movía sus manos en tono alentador, mientras que cuando hablaba su contrincante, hacía muecas de desprecio y cerraba el puño. Estuvo concentrada todo el debate y mantuvo diálogo constante con los asesores de su padre.

Entre los dirigentes de La Libertad Avanza y de Unión por la Patria (sentados en tribunas diferentes) no hubo gran roce. Los libertarios no intervinieron ni comentaron en voz alta las ocurrencias del debate. Tampoco respondieron a los gritos de los oficialistas. Sólo aparecían con carcajadas.

Los excandidatos en Ciudad y provincia de Buenos Aires de LLA, Ramiro Marra y Carolina Píparo, alternaban entre la charla y el uso del teléfono y la diputada electa Diana Mondino revisaba Twitter cada tanto sin hablar con nadie. Hubo varios excandidatos provinciales y legisladores electos como la periodista Marcela Pagano.

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Un revuelo que levantó la temperatura fue el que se generó cuando Rossi se quejó de que Villarruel lo interrumpía en los minutos de diálogo libre. Mientras que los libertarios se reían, los oficialistas salieron al cruce.

El jefe del bloque de Unión por la Patria en Diputados, Germán Martínez, protestó: “¡Eso no es diálogo, no se puede así!”. La exdirectora del INADI Victoria Donda, acotó: “Villarruel está poco acostumbrada a la democracia”.

Los momentos de charla entre los candidatos y sus asesores también dejaron unas perlitas. Tanto Villarruel como Rossi se mostraron relajados y hasta se rieron en los cortes. No se dirigieron la palabra y no hubo ninguna chicana por lo bajo entre los integrantes de los equipos.

El que tuvo una intervención en la última pausa fue Martínez, que bajó desde lo alto de la tribuna para ir a charlar con el jefe de Gabinete. Al volver le contó a TN qué propuso: “En principio le dije que se mantenga en las propuestas y que no pise el palito de Villarruel, que lo salió a chicanear desde el comienzo”.

Segundos después, cuando el oficialista le preguntó a la diputada si había marchado a favor de los condenados por crímenes de Lesa Humanidad en la última dictadura militar, Martínez gritó enfático: “¡No respondió, que responda!”. Entre los periodistas, se sospechó que había sido el ideario de esa pregunta.

Cerca suyo, reía la presidenta de la comisión de Juicio Político de la Cámara Baja, Carolina Gaillard, quien se incomodó cuando la candidata de La Libertad Avanza habló del espionaje a los ministros de la Corte Suprema.

El que siguió el debate muy atento también fue el diputado y dirigente gremial Hugo Yasky, que se reía con las chicanas de ambos bandos, como la de Villarruel para Rossi respecto a que “en la Antártida no te quiso votar nadie pero sí en las cárceles”.

Sobre el final, hubo aplausos de los dos bandos y los libertarios cantaron al nombre de Victoria y elogiaron a su candidata a vicepresidenta. Le destacaron a TN que quedaron contentos con el desempeño de la diputada y que ya piensan en el debate del domingo. En Unión por la Patria, también se mostraron conformes.

Antes de irse, Kelly Olmos cerró sus intervenciones con un comentario que hizo reír a varios de los dirigentes de La Libertad Avanza. “Listo, me voy a firmar tres DNU. Acá se trabaja, viejo, qué se piensan”, expresó en voz alta.