Asumirá Mauro como concejal o fue otro engaño del intendente. ¿Qué se rumorea?
Luego de la elección del domingo, que ratificó la reelección de Ricardo Moccero como intendente, la usina de rumores dentro del Palacio Municipal comenzó a funcionar a toda máquina
Qué asume, que se va de jefe de Gabinete, que está agotado y quiere descansar.
Todo eso y mucho más se dice de Mauro Moccero.
El intendente ‘habría‘ dicho que se va de jefe de Gabinete, con lo cual asumiría de concejal Miguel Desch.
Pero Mauro sería entonces un candidato testimonial y su candidatura una vergüenza más del peronismo/moccerismo. Poner candidatos que se sabe de antemano que no van a asumir, solo porque son más presentables que los que lo siguen es una tomada de pelo.
Porque si Moccero sabía ya que Mauro iba a seguir en el Gabinete, poner a Mauro en la lista de concejales sería otro de las habituales mentiras a las que nos tiene acostumbrados el benemérito señor intendente.
Pero, por otro lado hay versiones de fuentes bien informadas que aseguran que Mauro va a asumir su banca porque está ´muy cansado´ de su tarea como jefe de Gabinete, con lo cual habría que suplantarlo. Y si eso sucede, el nombre que suena es el de Néstor Carbini, el fiel hombrecillo todo terreno, siempre a las órdenes para cualquier terea que le encargue el jefe comunal.
No son estos los únicos rumores, suenen muy fuertes otros cambios en el Gabinete. Por ejemplo: se comenta que Moccero no está nada contento con el tándem Gastón Duarte/ Chino Walter, con su eterna juvenilia dentro del municipio y el escaso involucramiento en la parte política del secretario de Gobierno.
Dice, dicen, que en el lugar de Duarte iría el actual secretario de Servicios Públicos, Alfredo Crunger, quedando esa secretaría a cargo de, sí, de Juan de Dios Beltrán. Y en su reemplazo, Gotte, quien todavía no aclaró lo del incendio en el corralón y la presencia de máquinas privadas en el lugar del fuego.
Habrá que esperar, pero cuando el río suena….
Y si Mauro no asume como concejal, otra mentira.
Pero queda claro que a la mayoría de los suarenses les encanta que les mientan.
