Sergio Massa teme el corte de boleta y afinó la logística con gobernadores e intendentes
El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria pidió compromiso dentro del oficialismo para forjar este domingo un mano a mano con Javier Milei. La charla con Kicillof, el seguimiento del dólar y los contactos con Cristina Kirchner.
Durante el viernes el teléfono celular de Sergio Massa no tuvo descanso. Hubo charlas con gobernadores, intendentes y dirigentes del más alto nivel del oficialismo. Aunque la crisis económica no da respiro y la alta inflación golpea cada vez más fuerte a los argentinos, en Unión por la Patria hay una especie de sensación de confianza respecto a la posibilidad de llegar al balotaje. Algunos son por demás optimistas y hablan de un escenario de paridad con Milei mientras otros, más racionales, creen que el ministro candidato logrará superar los 30 puntos y empujará al libertario a un mano a mano en noviembre.
Sobre este escenario electoral tan impredecible dialogó Massa el viernes con diversos personajes del kirchnerismo. A los gobernadores peronistas les pidió compromiso para intentar evitar un feroz corte de boleta que sepulte sus chances electorales. “Se charló sobre cómo se prepara la logística de las elecciones”, dijeron cerca del tigrense. El ministro candidato les había pedido “compromiso” en una reunión que mantuvo tiempo atrás con los mandatarios provinciales peronistas y se espera que en esta elección haya un aumento de la participación en las urnas.
También hubo charlas con algunos intendentes a los que les transmitió su preocupación por el posible corte de boleta. Un dato llegó a oídos del oficialismo: esta semana se registró a un grupo de libertarios que repartían las boletas de Milei junto con las de Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes. “Massa fue intendente, después de las PASO se charló mucho y se arregló todo, puede haber corte pero nada exagerado”, dicen en UxP.
Entre los dirigentes K con los que Massa dialogó en las últimas horas se encuentra Axel Kicillof, al que acompañó en su cierre de campaña en Arsenal. Ambos llevaron adelante una campaña sin Cristina Kirchner, que se mantuvo totalmente al margen. En el oficialismo hablan de números ajustados y temen que el caso Insaurralde pueda impactar más de lo previsto. Nadie lo tiene muy en claro. Creen que el golpe vendrá por la situación económica y no por los casos de corrupción.
Una fuente sostiene que también lo hizo con Cristina Kirchner aunque nadie lo confirmó oficialmente. La Vicepresidenta voló al sur como suele hacerlo en cada elección. Durante toda la campaña ambos tuvieron buena sintonía más allá de que toda la centralidad se posó en el ministro de Economía. La titular del Senado no oculta su preocupación por la inflación, la crisis cambiaria y la pobreza. “Ella quiere ganar”, aseguran en su entorno para despejar dudas.
Massa también tuvo tiempo el viernes para monitorear la situación del dólar blue, con el objetivo de llegar a las elecciones con un número bien lejos de los $1000. La “intervención” de la Casa Rosada en el mercado paralelo con diversos operativos calmó a esa moneda pero provocó que se disparen los financieros: el MEP cotizó por encima de los $920 y el contado con liquidación (CCL) si rozó los mil pesos.Este sábado Massa tiene previsto pasar buena parte del día en su casa de Tigre junte a su familia. “Necesita descansar tras un cierre de campaña complejo”, afirman. El tigrense tuvo algunos problemas en su voz y quiere recuperarse de cara al domingo. No está descartado que pueda mostrarse con Kicillof en alguna actividad informal. “Por ahora no tenemos nada”, dijeron cerca del gobernador bonaerense que busca cuatro años más de mandato.
El domingo Massa planea ir a votar por la mañana acompañado por la titular de Aysa Malena Galmarini y luego podría reunirse con Kicillof y Leandro Santoro, candidato a jefe de Gobierno porteño, para monitorear el avance de los comicios. Al mediodía almorazará en la casa de su mamá la habitual lasaña que ya es una cábala para el tigrense.
