Política 21/10/2023 18:51hs

Entre llamados a dirigentes y descanso con su familia, Bullrich se prepara para un domingo con final abierto

La candidata de Juntos por el Cambio reunirá a su mesa chica y se comunicará con los principales dirigentes en todo el país para agradecerles por la campaña. El domingo trabajará en sus posibles discursos y pasará tiempo con su familia. Optimismo e incertidumbre en el campamento opositor.

Entre llamados a dirigentes y descanso con su familia, Bullrich se prepara para un domingo con final abierto

Finalmente, terminó la campaña. Si continuará un mes más o no, y con quienes, se definirá el domingo. Para Patricia Bullrich, relatan sus principales colaboradores, la carrera hasta aquí duró más de dos años, desde que en el 2021 decidió bajarse de la pelea por encabezar la lista de diputados en la Ciudad de Buenos Aires, pero con la advertencia a sus socios del PRO de que iría por la presidencia. La candidata de JxC entra en la veda electoral con mayor optimismo que con el que salió de las PASO, la confianza de haber hecho lo posible para llegar al balotaje y la sensación de que el resultado está abierto.

Patricia Bullrich hará un primer balance con su equipo en la sede nacional del PRO en Balcarce 412, donde en el 2014 Mauricio Macri montó la base para la campaña que terminó llevándolo a la presidencia en el 2015.

Luego, tenía previsto reunir a su mesa chica -que integran, entre otros, los dirigentes Juan Pablo Arenaza, Hernán Lombardi, Damián Arabia y el consultor Derek Hampton- en la sede frente a la Plaza de Mayo que ella utilizó como campamento desde la campaña para las PASO, cuando derrotó a Horacio Rodríguez Larreta en la interna opositora.

La candidata planificaba, como una suerte de arenga final, llamar personalmente para agradecerles a quienes encabezan las listas legislativas nacionales de Juntos por el Cambio en los 24 distritos electorales, a quienes competirán por el Ejecutivo en aquellos distritos en los que hay elección local el mismo día que la nacional (Buenos Aires, CABA, Entre Ríos y Catamarca) y a los principales dirigentes que la acompañaron en la campaña desde antes de las primarias de agosto.

El sábado, Bullrich también trabajará en la preparación del discurso (siempre previendo escenarios positivos como negativos) que dará en la sede de campaña en la que los principales referentes de la coalición opositora esperarán los resultados el domingo por la noche, en Parque Norte. El resto de la espera hasta la elección lo utilizará para descansar y pasar tiempo con su hijo y sus nietos.

“Está centrada, está siendo ella, está de buen humor, está cada vez mejor, como alguien que lo dio todo, que hizo todo lo que tenía que hacer y lo que podía hacer. Nadie puede asegurar que alcanzó, pero no se preocupa por eso porque no cambiaría nada, está pensando en la segunda vuelta, y en un Gobierno”, asegura uno de sus principales armadores.

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Entre los dirigentes que están al frente de la campaña opositora y que pudo consultar este medio, existía hasta este viernes un diagnóstico bastante compartido de que la de este domingo podría ser la elección con resultado más incierto desde la salida de la crisis del 2001. Por la falta de antecedentes de un escenario similar y por la dificultad que mostraron las encuestas y las herramientas de medición para anticipar lo que sucedió finalmente en las PASO, con el triunfo de Javier MIlei.

De ahí a que, sin abandonar el optimismo, en el entorno de Bullrich se barajaban múltiples escenarios posibles, positivos y negativos, aunque siempre previendo la existencia de un balotaje. Es decir, que ningún candidato supere el 40% de los votos y diez de diferencia con su seguidor inmediato.

En la coalición opositora se entusiasmaban con la hipótesis de que la candidata llegaba al fin de semana electoral creciendo en intención de voto y con una centralidad en la discusión pública que por momentos pareció haber perdido luego de las primarias.

“El Gobierno ya está destrozado. Para el peronismo sacar menos de 30 puntos en las PASO fue piso histórico. No es fácil medir por qué quienes lo votaron con 9% de inflación no lo votarían a Massa con 14%, o quienes lo votaron con Cristina condenada no lo votarían por Insaurralde. La gran duda es cuánta más gente va a votar este domingo y para donde se inclina esa gente”, analizaban cerca de la referente del PRO.

Además del porcentaje de electores que no votó en las PASO, en el campamento bullrichista apostaban a que el temor entre el público opositor ante la posibilidad real de un gobierno de Milei haya crecido con la cercanía de la votación, lo que le permitiría recuperar algo del votante perdido en manos del libertario y que la sensación de que Milei ya ganó como la herramienta para derrotar al kirchnerismo no se haya instalado del todo. La respuesta llegará el domingo.

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