Viajar es una pasión que no conoce de edades y Lía es una prueba de ello. Esta intrépida viajera decidió que llegar a los 60 años era el comienzo de una nueva vida: subirse a una casa rodante y recorrer sitios sin un plan fijo. Así nació «Mechando Rutas», su proyecto que ya acumula dos años y medio.
«Iba a cumplir 60 y me di cuenta de que quería otra cosa para mí, porque parece que a los 60 para muchos se acaba la vida y a mí me parecía que empezaba. No hubo ningún clic, nunca me molestó viajar sola y siempre me gustó viajar», comentó en Amo Viajar, acerca de cómo inició sus travesías en una Sprinter M. Benz 41.
Lía contó que compartió su sueño con sus hijos y les planteó su deseo de vivir la vida en la carretera. Sus ganas de explorar el mundo en una casa rodante se hizo realidad desde Córdoba: «Se me dio muy fácil, de un día para otro estaba en la ruta».
«Mantengo mi casa, hago un viaje de 15 días, vuelvo dos días, no abandoné la casa», aclaró y agregó que tiene el apoyo de sus hijos e incluso una de ellas es la que la ayuda con las redes sociales donde mantiene activos perfiles en Instagram (@mechandorutas), TikTok y YouTube.
Lo que hace que los viajes de Lía sean realmente únicos es que está abierta a conocer cualquier lugar. Ella afirma que «los destinos me eligen a mí», y su espíritu aventurero la lleva a lugares que nunca imaginó.
La Argentina que ve en sus recorridos es muy distinta al país de negatividad o el caos: «Es muy diferente, primero que es hermoso, hay cada rincón increíble, pero lo que a mí me llega es la gente». Aseguró que no ha tenido ningún inconveniente durante sus viajes y que en cada sitio encuentra solidaridad y apoyo.
«No me han echado de ningún lado, no tuve momentos difíciles. Si pinché una goma, un camionero paró; si tuve que cambiar la garrafa, en la estación de servicio me ayudaron», relató.
En su diario de viaje, Lía anota cada experiencia y encuentro. El plan es que eso se convierta en un libro en algún momento, pero por ahora solo está concentrada en viajar. Su Sprinter M. Benz 416 la ha llevado a innumerables destinos, aunque a ciencia cierta no sabe cuántos, porque no lleva la cuenta. «Lo que sí es que repito destinos, porque cada vez voy son distintos meses, me topo con gente distinta, y cuando voy digo, me faltó tal cosa y regreso», señaló.