En un nuevo intento por captar el voto del campo, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, publicó el fin de semana una carta en sus redes sociales, donde enumera sus propuestas para el sector.
La misiva también lleva las firmas de Carlos Melconian, quien será su ministro de Economía en caso de que resulte electa, y Guillermo Bernaudo, su principal especialista en agro.
Bullrich ha hecho muchos gestos de acercamiento al sector y ha realizado varias recorridas por el interior del país. El voto de los productores, principalmente, se lo disputa con el postulante de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien en las PASO tuvo un gran desempeño en las zonas rurales, como en el caso de la provincia de Córdoba.
Por eso, en este mensaje, la dirigente se diferencia del libertario resaltando su amplia trayectoria en política acompañando los reclamos del sector, como en el histórico conflicto entre el campo y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner durante el año 2008, cuando Bullrich era diputada nacional.
“Vos y yo nos conocemos. Alguna vez nos cruzamos en una ruta o nos vimos en las calles de tu ciudad. Más de una vez me oíste defender a los hombres y mujeres del campo de los ataques del gobierno kirchnerista”, enfatizó Bullrich.
Como si se tratara de una carta a un familiar o un amigo, Bullrich habla en primera persona y utiliza un lenguaje distendido para dirigirse a los ruralistas. “Me mostraste el esfuerzo que hacés para incorporar nueva tecnología. Y el orgullo que te da formar parte de la industria que le da de comer al mundo”.
Después se centra en los principales reclamos del agro. “También sé de tus pesares. De la falta de reconocimiento y de lo mal que te han tratado estos años. De la presión cada vez peor de los impuestos.
Sé que vendiste tierras, que cambiaste de rubro, que tus hijos se fueron a la ciudad, con suerte, o se fueron del país y no quieren saber nada con volver. Perdiste mucho estos años. Ahora llegó el momento de ganar”.
En ese sentido, la candidata describió cuáles son sus propuestas. “Eliminaremos todas las retenciones a las exportaciones de las economías regionales desde el primer día de gobierno. También levantaremos todas las restricciones cuantitativas a la exportación mediante una ley, de tal manera de impedir que cualquier burócrata de un día para otro pueda paralizar las exportaciones del país”.
Además, Bullrich hizo hincapié en la importancia de la unificación cambiaria, otro de los principales reclamos del agro, que liquida su cosecha al tipo de cambio oficial, que tiene una brecha mayor al 100% con respecto a las cotizaciones paralelas.
“Desde el primer día, avanzaremos en alcanzar un solo tipo de cambio para insumos y productos. Esta medida implicará una sensible mejora en los ingresos de nuestros productores y en su cálculo económico”, prometió.
También le propuso al campo “eliminar el déficit en las cuentas públicas”. Remarca así que el Banco Central dejará de emitir y “bajará drásticamente la inflación que está destruyendo a la sociedad argentina, dando certidumbre a los trabajadores sobre su salario y a los productores sobre su negocio”.
Al respecto, argumentó: “Alcanzado el déficit cero, durante el primer año de mi gestión, se enviará al Congreso un proyecto de ley con un cronograma que, respetando el equilibrio fiscal, vaya reduciendo los impuestos a la exportación que subsistan, al ritmo de la baja del gasto público, de la reforma tributaria integral, y de los cambios en la administración tributaria”.
Bullrich afirmó que de esa manera eliminará “el sesgo antiexportador de la estructura tributaria” y resaltó que su compromiso es “un nuevo sistema tributario libre de distorsiones antiproductivas”.
En el final de su mensaje, Bullrich volvió a apelar a la emotividad. “Tengo muy en claro lo que voy a hacer: exportar más y abrir mercados para que vos y la Argentina recuperen estos años desperdiciados y volvamos a ser líderes mundiales. Yo siempre estuve de tu lado. Cuando fueron por vos me viste ahí. Y voy a acompañarte siempre, en las buenas y sobre todo en las malas. Las malas se van yendo. Ahora vienen las buenas. Nos vemos el 22 de octubre”.