Un estudio llevado a cabo por un equipo interdisciplinario de investigadores provenientes de diversas universidades arroja luz sobre la fascinante curva de la felicidad a lo largo de la vida humana. Contrario a la creencia popular, los resultados indican que existe una etapa en la vida donde la felicidad alcanza su punto máximo.
Sin embargo, esta cumbre de bienestar se ve eclipsada en la adolescencia y en la adultez, para luego, sorprendentemente, resurgir en su plenitud a la asombrosa edad de 96 años. Un fenómeno que, según los expertos, solo se experimenta si se llega a vivir lo suficiente para contemplarlo.
El estudio destaca que los niños son los más beneficiados por la magia de los sentimientos positivos.
Subraya la importancia de preservar la inocencia infantil y ofrece una perspectiva única sobre cómo los adultos pueden contribuir a la felicidad de los más jóvenes. Contrario a la creencia convencional, los expertos sugieren que no es necesario desplegar un despliegue de regalos costosos; en cambio, abogan por ofrecer cariño, tiempo para el juego y un ambiente familiar seguro como claves fundamentales para cultivar la felicidad infantil.
¿En qué edad somos más felices?
Una investigación realizada por especialistas reveló cuál es la edad donde se siente más felicidad. Para ello examinaron las tendencias en el bienestar subjetivo a lo largo de la vida de las personas basándose en 443 muestras de 460.902 participantes.
Según Susanne Bücker, profesora y una de las autoras del estudio: "Nos hemos centrado en los cambios en tres componentes centrales del bienestar subjetivo: la satisfacción con la vida, los estados emocionales positivos y los estados emocionales negativos".
Los resultados del estudio revelaron que la felicidad de una persona disminuye entre los 9 y los 16 años, para luego aumentar ligeramente hasta los 70 años y volver a disminuir a los 96. Los profesionales adjudicaron esta disminución en la satisfacción con la vida a los cambios en el cuerpo y en la vida social que se producen durante la pubertad.
Esto significa que la felicidad extrema que atravesamos en toda nuestra vida se da durante los nueve años hacia edades inferiores. Si bien esta satisfacción puede volver a aumentar a los 70 años de edad, las personas nunca vuelven a tener ese mismo nivel de estado emocional positivo hasta que no alcancen los 96.
“En general, el estudio mostró una tendencia positiva a lo largo de un amplio periodo de la vida, si consideramos la satisfacción con la vida y los estados emocionales negativos”, explicó la profesora.