La abogada Viviana Lozano elogió la resolución judicial que ayer condenó a una pareja de abuelos acusados de abusar sexualmente de su nieto.
"Es un fallo ejemplar, con perspectiva de género, de niñez y de víctima. Creo que es la primera vez que veo una resolución de estas características", describió la letrada, quien asesora legalmente a la familia de la víctima.
En la víspera, el juez Julián Saldías, integrante del Tribunal en lo Criminal Nº 3, le impuso una pena de 23 años de prisión al hombre como autor de los ultrajes -cuenta con una sentencia anterior por abusar de una hija (tía del niño)- y 6 a la mujer en carácter de partícipe.
Lozano indicó también que el magistrado "analizó punto por punto todos los planteos desde la acusación y la defensa. Son hechos muy delicados y creo que lo pudimos acreditar a través de distintas fuentes".
De la misma forma, valoró el trabajo y compromiso de quienes apuntalaron al joven desde el momento en que pudo comenzar a poner en palabras lo sucedido.
"Hay distintas personas que lo fueron escuchando en distintos tiempos. Eso motivó que haya más de una denuncia. Hubo una realizada en 2016, donde solo señalaba a su abuelo, y otra efectuada por su otra abuela, contra más personas, a partir de otras cosas que la víctima pudo decir".
En este sentido, resaltó que "la víctima habla cuando puede y no cuando quiere. Tampoco lo hace cuando queremos los adultos".
"Se le tuvo respeto a la criatura para que de a poco fuera revelando lo que no podía hacer por vergüenza, dolor y sentimiento de traición. Acá no hay una mentira, el relato está mantenido en el tiempo".
Respecto de otras dos personas que van a ser sometidas a juicio en los próximos meses, sostuvo que "no sabemos lo que puede pasar luego del otro debate y si hay más víctimas por la envergadura de los hechos que relató el niño".
Finalmente, acerca del estado de la víctima, que en la actualidad tiene 13 años, describió que "la psicóloga que hoy lo atiende dijo que presenta un daño psicológico irreversible".
"Este menor atravesó situaciones espantosas y admiro profundamente cómo ha continuado. Le costó mucho, tuvo momentos de autolesionarse y hasta de intentar terminar con su vida siendo tan chico. Por suerte tuvo dos padres que se ocuparon y preocuparon verdaderamente. Cuando ellos (por los progenitores) toman conocimiento de la situación, inmediatamente se van del domicilio que compartían con esos abuelos. Se fueron con lo puesto, apostaron a su hijo y se concentraron solo en él".