Un hombre de entre 30 y 35 años fue asesinado la noche de este sábado en el barrio Brandi de Maipú. La víctima recibió un balazo en la cabeza durante una discusión que se produjo entre un grupo de personas que se encontraban reunidas desde horas antes en un domicilio de calle Irusta. El sospechoso del ataque, de 27 años, fue detenido después de las 23.45.
Algunos de los presentes, de acuerdo con fuentes policiales y judiciales que trabajaron en las primeras medidas, podrían estar relacionadas con el comercio de drogas.
Al parecer, el hombre asesinado era amigo de los dealers y un conocido disparó un arma de fuego “después de quejarse de la inflación y de lo caro que le querían cobrar un porro”, tal como revelaron las fuentes.
La policía y la Justicia comenzaron a trabajar el hecho de sangre luego de un llamado al 911, que se produjo después de las 22.20. Testigos alertaron sobre un hombre herido de arma de fuego. Solicitaron la presencia de una ambulancia y contaron que le había disparado a un allegado.
Personal policial llegó hasta la escena y confirmó que, en el interior de la vivienda marcada, se encontraba un hombre identificado por los presentes como Federico Murúa, quien presentaba a simple vista un disparo en la cabeza. Los uniformados constataron en el lugar que la víctima se encontraba sin vida.
Mientras esperaban por Policía Científica y otras autoridades judiciales, los efectivos comenzaron a realizar averiguaciones en la escena y supieron que Murúa y otras personas, entre ellas algunos familiares, se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas “desde las 17” cuando se produjo una discusión por lo caro que le querían vender un cigarrillo armado de marihuana.
Uno de los presentes, ofuscado, salió de la propiedad con la intención de subirse a su vehículo, un Renault Megane gris. Antes de arrancar el rodado, sacó un arma de fuego y disparó varias veces contra la casa. Uno de los proyectiles, detallaron las fuentes, impactó en el cráneo de Murúa, quien murió a los pocos minutos.
La causa quedó en manos del fiscal de Homicidios Carlos Torres, quien lideró las primeras medidas junto con el personal de Investigaciones que se presentó en el teatro del hecho. Después de las 23.45, el sospechoso del hecho de sangre fue detenido en el vehículo que los testigos había marcado.
Se trata de un joven de 27 años identificado como Lucas Ochoa, quien fue derivado a una dependencia policial de la zona y en las próximas horas podría ser imputado.
