Policiales 25/09/2023 13:55hs

El chico “bueno y estudioso” que engañó a todo el mundo y ahora lo condenaron por falso medico

Esta semana, Ignacio Martín recibió una pena de siete años de prisión. A los 19 años, había llegado a ser responsable del ente que coordinaba la atención del Covid en Río Cuarto.Pero ni siquiera era estudiante de Medicina.

  Esposado. Ignacio Martín este miércoles, después de recibir una condena por hacerse pasar por médico. Foto: Tomy Fragueiro / La Voz
  Esposado. Ignacio Martín este miércoles, después de recibir una condena por hacerse pasar por médico. Foto: Tomy Fragueiro / La Voz
  Ignacio Martín, el falso médico condenado esta semana en Córdoba. Foto Tomy Fragueiro / La Voz
  Ignacio Martín, el falso médico condenado esta semana en Córdoba. Foto Tomy Fragueiro / La Voz
  El barrio donde vivió Martín. Allí lo recuerdan como un chico
  El barrio donde vivió Martín. Allí lo recuerdan como un chico
  Martín con su abogado, durante el juicio. Foto Tomy Fragueiro / La Voz
  Martín con su abogado, durante el juicio. Foto Tomy Fragueiro / La Voz

La casa de los Martín está en barrio Los Paraísos, en la zona norte de la ciudad de Córdoba. Es un barrio de casas bajas que se levantó con el empuje industrial y comercial de la ciudad desde mediados del sigo 20.

Allí creció Ignacio Martín, Nacho, Nachito, el joven que hoy tiene 22 años y que a los 19 se hizo pasar por médico y engañó a una ciudad y más, a todo el sur provincial.

En 2020, en pleno auge del coronavirus, se presentó como médico, mintió su edad al señalar que tenía 22 años, e increíblemente fue elegido como titular del Centro de Operaciones Especiales (COE) de Río Cuarto, la sigla cuasi castrense con la que se designó en Córdoba a los departamentos interdisciplinarios que estuvieron al frente de las decisiones más importantes sobre todo lo referente a la pandemia sobre todo en el primer año del Covid.

Este miércoles, la Cámara del Crimen Número Uno de Río Cuarto lo condenó a 7 años de prisión al considerarlo culpable de usurpación de título, ejercicio ilegal de la medicina, defraudación calificada reiterada (en dos hechos), falsedad ideológica y lesiones leves.

Sin embargo, el Tribunal lo absolvió por el hecho más significativo que tenía la causa, el homicidio por dolo eventual del que se lo acusaba por la muerte de un paciente de 29 años al que no supo atender cuando entró en crisis y finalmente murió. No supo hacerlo porque ni siquiera era estudiante de Medicina.

La familia de Nicolás Bertol, el hombre de 29 años cuya muerte comenzó a correr el velo de la mentira de Martín, anticipó que apelará el fallo.

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La responsabilidad del Estado

Carlos “Bocha” Ordoñez es concejal de Juntos por el Cambio en Río Cuarto, una ciudad gobernada por el peronismo cordobés.

“Fui el primero que saco el tema a la luz y a partir de ahí comienza todo”, le aseguró el edil a Clarín.
Un día, el concejal se encontró con una denuncia anónima que le detallaba de qué forma se estaba “engañando” a la comunidad desde el principal organismo a cargo del control de la situación sanitaria de la provincia.

“Concretamente, me llegó la denuncia de que había un médico falso --apuntó Ordoñez--. Lo denuncié cuando tuve todas las herramientas”.

Ordoñez contó que todos los días se encontraban con nuevos datos y que lo que más les importaba como concejales del bloque de la oposición era llegar hasta las responsabilidades políticas que llevaron que Ignacio Martín ocupara el lugar de coordinador del COE no sólo para Río Cuarto sino para toda la región. Incluso, Martín llegó a dar entrevistas televisivas en ese rol.

“Martín había venido con la provincia, por (NdR. el ministro de Salud, Diego) Cardozo, pero nos llegó información que señalaba que la propia Municipalidad lo había contratado como médico de los dispensarios y del ente de control que otorga las licencias de conducir”, amplió el concejal.

“Nosotros presentamos una causa en la Justicia para que se investigara la responsabilidad política, pero se archivó en tiempo récord. Ahora pareciera que se va a investigar eso”, afirmó.

En la lectura de la sentencia que condenó a Martín, el Tribunal ordenó que se remitan todas las actuaciones del juicio a una Fiscalía para que se investiguen las posibles responsabilidades de funcionarios provinciales y municipales en la designación del médico trucho como titular del COE de Río Cuarto.

“¿Cómo puede ser? ¿Una estructura tan grande como un ministerio provincial y una estructura tan grande como la municipalidad y el COE que se había conformado como un supraestado, un chico estaba ahí y lo habían nombrado jefe y nadie se dio cuenta?”, se preguntó Ordoñez.

Y apuntó al momento en que todo se archivó: “Seguimos insistiendo con que tienen que aparecer los responsables políticos”.

“Para nosotros, había responsables antes que él. Ponerse a discutir la salud mental de él acusado era hacerle el juego a la responsabilidad política”, agregó Ordoñez y dijo que con “cara de niño” vulneró todos los posibles controles.

En el juicio, el propio Martín atribuyó responsabilidades de su situación al exviceministro de Salud, Pablo Carvajal y al coordinador del COE, Diego Almada.

A su vez, dijo que los funcionarios de la Provincia les anticiparon a sus pares del municipio que el hombre estaba “flojito de papeles”.

 

Un muchacho de barrio

“El Nachito es buen chico, muy estudioso, nosotros éramos los vándalos”, dijo Federico, que afirma que fue compañero de secundario de Martín.

“Se portaba bien y era uno de los pocos a los que la familia lo acompañaba hasta el colegio”, aseguró.
Entre los barrios Los Paraísos y Zumarán, la música de cuarteto se escapa de las casas y el sol del viernes se apaga entre los edificios del centro.

Jorge es comerciante y conoce a la familia de Martín de toda la vida. Afirma que veía en Ignacio algo diferente a los otros pibes del barrio a los que también vio crecer.

“Venía al negocio y hablaba de una manera distinta, con mucha seguridad en sus palabras”, dijo Jorge.

El comerciante sostuvo que, en una oportunidad, cuando Martín tenía alrededor de 17 años, se acercó al negocio y contó que era inspector municipal, algo que le despertó algún tipo de sospecha.

Otro viejo vecino de la calle Gómez Pereyra camina lentamente hasta su casa. “Conozco a la familia, es muy buena gente. Él también era buen chico, pero lo que hizo lo tiene que pagar”, dijo.

 

La pericia psicológica

El fiscal Pablo Javega estuvo a cargo de una parte de la investigación y colaboró con la Cámara en el juicio.

En diálogo con Clarín, afirmó que la pericia psicológica determinó que Martín era plenamente consciente de los hechos que estaba cometiendo cuando falseó datos sobre su identidad.

“Se le hizo una pericia interdisciplinaria, psiquiátrica y psicológica que dio dentro de los parámetros de comprensión”, expresó el fiscal que apuntó que todo quedó en el expediente.

Mateo Abrile, abogado de la familia de Bertol, el hombre que murió en los brazos del médico trucho, adelantó que apelarán el fallo.

“No se tomó nuestra petición ni de la Fiscalía que también planteaba el tema del homicidio”, sostuvo.
Abrile contó que el 13 de noviembre de 2020, Nicolás Bertol estaba en la casa de su madre con uno de sus hermanos. Se habían aislado como “contactos estrechos” de un caso de Covid en momentos en que en Río Cuarto se daba una ola del virus.

A Nicolás se le había detectado una enfermedad cardíaca unos meses antes.

Cuando llamaron al médico de cabecera de Bertol, éste les envió a los facultativos del COE y en esa comitiva el que llegó a la casa fue Ignacio Martín.

“No supo qué hacer y en un momento preguntó si alguien sabía hacer RCP y el que comienza a hacérselo fue el hermano de Nicolás”, expresó el abogado.

“Llamaron a un servicio de emergencias y cuando llega el médico de verdad ya estaba muerto”; sostuvo.
Para la familia de Bertol, la muerte se produjo por la inacción del médico trucho. Pero el tribunal consideró otra cosa.
 

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