La reacción de Ramiro Marra cuando Carlos Melconian le explicó por qué es imposible dolarizar: “Milei vende fantasías”
Carlos Melconian explicó por qué no se puede dolarizar la econmía y la reacción de Ramiro Marra no pasó desapercibida. Qué pasó.
De cara a las elecciones de octubre, los candidatos llevan adelante una fuerte campaña para demostrar que sus proyectos son los más viables para sacar de la crisis económica al país. Fue el caso de Carlos Melconian, el Ministro de Economía de Patricia Bulrrich, que explicó por qué es imposible dolarizar la economía.
Ayer por la noche, Carlos Melconian, Ramiro Marra y Leandro Santoro estuvieron presentes en el programa “A dos voces” (TN), donde cada uno presentó su proyecto económico de cara a las próximas elecciones. Allí, el Ministro de Economía por el PRO se explayó explicando por qué es no se puede eliminar el peso.
Qué dijo Carlos Melconian
“Argentina es un país estancado. La dolarización no es un tema de números”, sostuvo. Y aseguró: “Lo que propone Milei de dolarizar a 730 es imposible. No hay posibilidad de dolarizar, Milei vende fantasías”.
Luego esbozó su teoría en un gráfico hecho a mano para explicar el funcionamiento del Banco Central. “El Banco Central es una T donde debe haber de un lado dólares y del otro peso -remarcó- La moneda argentina está en el circulante en la calle y las famosas Leliq”.
“La dolarización consiste en que los dólares que están en un extremo se cambien por los pesos del otro. Hay un precio al cual se hace ese canje, que es el 730″, comentó.
Frente a sus palabras, el candidato a jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, Ramiro Marra, hizo un gesto que no pasó desapercibido. Las cámaras lo captaron mordiéndose los labios mientras miraba al elegido de Bullrich.
“Nuestras propuestas son varias”, arrancó diciendo el libertario. “Nunca se dijo que la dolarización iba a ser inmediata. Hay varias de hacerlo. ¿Quiénes son los que no están preparados para hacerlo? Los economistas que están en la política que quieren usar el peso”, consideró.
