Cuando el calendario ya marca que en pocos días termina el invierno, Victoria Tolosa Paz, la ministra de Desarrollo Social y candidata a diputada por Unión por la Patria, pensó en los que pasan frío. Lo hizo de una manera brutal: gastó $1069 millones en frazadas para asistencia, es decir, para entregar a las organizaciones sociales. La compra tiene ribetes parecidos a aquella investigación sobre las licitaciones de alimentos que se conoció como “los fideos de Daniel Arroyo”, un proceso que validaba precios muy por encima de lo que estaba la unidad en los supermercados de cualquier barrio.
Esta vez, las frazadas de primavera de Tolosa Paz también se adjudicaron con sobreprecios, solo que a diferencia de aquellos, que no pasaban del 60%, estos tienen una diferencia entre los valores del mercado y los que compró el Ministerio de Desarrollo Social, que van de 147% a 177%, algo así como $649,3 millones por encima de los valores que cotizaron tres textiles mayoristas, dos organizaciones sociales y un portal online consultados por LA NACION. Todo, a poco de dejar el cargo.
La novedad se pudo ver ayer en el Boletín Oficial. “Apruébase la licitación pública N° 95-0042-LPU23 con el objeto de lograr la adquisición de frazadas, destinadas a la atención de los sectores socialmente vulnerables, solicitada por la Secretaría de Articulación de Política Social”, empieza la decisión administrativa 732/2023 que lleva la firma del Jefe de Gabinete y compañero de fórmula de Sergio Massa, Agustín Rossi, además de la de Tolosa Paz.
La compra, que LA NACION siguió desde el inicio del proceso, se realizó por 140.000 frazadas de una plaza y 20.000 de dos plazas y fue autorizada por una resolución del 20 de abril de 2023, “con el objeto de lograr la adquisición de frazadas, destinadas a la atención de los sectores socialmente vulnerables, solicitada por la Secretaría de Articulación de Política Social”, una oficina manejada por uno de los principales colaboradores de Tolosa Paz, Leonardo Moyano. Es decir: se pidieron en otoño, se adjudicaron con un enorme sobreprecio en invierno y llegarán, con suerte, en primavera.
La ministra y su articulador Moyano pusieron en marcha el proceso, pero la burocracia y los negocios pudieron más que las bajas temperaturas. Después de poco más de cinco meses, la adjudicación se publicó ayer en el Boletín Oficial. Pero quienes estén desabrigados que no esperen calefaccionarse rápido con las frazadas de Tolosa Paz. En la misma resolución se deja abierta la posibilidad de que se recurra la adjudicación dentro de los 10 días hábiles siguientes a la notificación, o en su caso, recurrir al recurso jerárquico directo dentro de los 15 subsiguientes. Con suerte, las mantas llegarán a fines de septiembre.
Pero más allá de la particularidad temporal, lo que llamó la atención es el precio al que se adjudicó la compra. La ministra y su secretario articulador pidieron que se coticen las frazadas de más baja calidad que hay en el mercado y que son las que se utilizan para hacer donaciones o para socorrer a los sectores más vulnerables. Se trata de un tipo de frazada llamada “no tejidas para uso asistencial”.
De acuerdo con las especificaciones, debían fabricarse compuestas 100% por fibra sintética virgen, en tonos intermedios a oscuros de color uniforme. La de una plaza tiene que tener 200 centímetros por 150 de ancho, mientras que la de dos plazas, 200 por 230 centímetros. A su vez, debían traer un ribete en todo el contorno de cuatro centímetros, dos por cada una de las caras.
Ante la consulta de LA NACION, desde el Ministerio de Desarrollo Social indicaron que “el procedimiento licitatorio por el cual se adjudicó la compra de frazadas se celebró a través de una licitación pública nacional que garantiza la mayor publicidad, transparencia y difusión”. Y añadieron: “Se gestionó a través de la plataforma Comprar, que es una plataforma electrónica que administra la jefatura de Gabinete de Ministros, y que mantiene los datos encriptados hasta último momento y, por lo tanto, permite que no haya posibilidades de conocer de antemano las ofertas obtenidas”.
En dicho proceso se presentaron cuatro empresas, pero dos, Siderworld y Manufactura de Fibras Sintéticas, no calificaron. Las ganadoras fueron dos. La más beneficiada fue Grupo Sala, que se llevó la confección de las 140.000 de una plaza. Cotizó dos marcas. Por las GS le cobró al Estado $6330 cada una, y por las otras (Blancomar), $6180. En total, la firma se llevará un cheque de $875,7 millones de pesos.
La otra, la que se quedó con las 20.000 de dos plazas, es la Cooperativa de Trabajo Manos Berissenses. La organización social pasó $9680 cada pieza, con lo que accedió a una compra de $193,6 millones. En total, el trío Rossi, Tolosa Paz y Moyano adjudicaron 1069,3 millones de pesos.
Desde la cartera que comanda Tolosa Paz, dijeron que para fijar los precios “se solicitó (cómo indica la norma por el monto de la adjudicación) el precio testigo a la Sindicatura General de la Nación (Sigen), que hace un relevamiento metodológico de las condiciones de mercado, las condiciones de pago y de financiación, teniendo en cuenta desde la fecha de la oferta hasta la fecha del oportuno pago, teniendo en cuenta que la licitación ya lleva dos meses y medio en trámite y que las obligaciones se van a estar pagando de acuerdo con las disponibilidades presupuestarias dentro de los 60 días de concluida la entrega y analizada las frazadas por el INTI”.
Pero hay una particularidad: tanto la empresa Grupo Sala como la cooperativa son de Berisso, una localidad vecina a La Plata, lugar donde nació y militó la candidata a diputada por Unión por la Patria.
Antes de pasar a los números, vale detenerse en las ganadoras. El Grupo Sala y la Cooperativa Manos Berissenses no son nuevas en esto de vender ropa de cama.
En plena pandemia, ambas participaron de la licitación 2020-849-APN-MDS. Las dos se adjudicaron un lote. El Grupo Sala cotizó entonces $604 cada frazada, similar a las que se pidieron ahora. Es decir, aumentó su precio 948%. La organización social ganó un renglón para proveer 5000 juegos de sábanas.
Las dos ganadoras tienen estrecha relación con el kirchnerismo. Manos Berissenses fue la ganadora hace poco tiempo, exactamente en julio, de una adjudicación directa para proveer al Ministerio de juguetes para el “Día del las niñeces”. Entonces, sin competir, se llevó una orden de compra de $350,24 millones y otra por $122,58 que se firmaron el 8 y 9 de agosto. La apoderada de la Cooperativa es Mariana García y los responsables que surgen de los papeles presentados, Claudia Serpe y Virgilio Vázquez Lezcano.
Grupo Sala, que el año pasado abrió una nueva planta en Berisso, recibió a la cúpula del Ministerio de Desarrollo Social y de la Producción de la provincia en la inauguración, además de funcionarios de la municipalidad. Las socias de la empresa son Claudia y María Laura Santucci, esta última aportante de la campaña 2015 del entonces Frente para la Victoria. De acuerdo con los datos de la Cámara Electoral, aportó 10.200 pesos, algo así como 1100 dólares de entonces.
Los números y las sospechas
Lo que más llamó la atención, además de la falta de temporalidad, es el valor de las frazadas. De acuerdo con tres mayoristas consultados, todos con stock suficiente para hacer frente al pedido, los valores de una frazada de una plaza están a $2500, mientras que se pagaron entre 6180 y 6600 pesos. Aun si se suma el costo financiero de 60 días corridos de pago, los valores quedan muy por encima de lo que se encuentra en un comercio minorista. Lo mismo sucede con el otro producto, la de dos plazas, que en el barrio de Once se consigue a 3500 pesos, lejos, muy lejos de lo que cotizó Manos Berissenses, que ganó con un precio de 9680 pesos.
Uno de los consultados por LA NACION comentó que por 7500 pesos se consiguen las frazadas del estilo a las que se utilizan en los principales hoteles cinco estrellas de la Ciudad de Buenos Aires.
“Los valores de la adjudicación están dentro de los precios testigos emitidos por la Sigen, intervinieron los servicios jurídicos del Ministerio de Desarrollo Social, el servicio jurídico de la Jefatura y Gabinete de Ministros, el servicio jurídico de la Secretaría Legal y Técnica y se autorizó dar por adjudicado a las firmas que obtuvieron dictamen favorable”, argumentan en Desarrollo Social, y aclaran que “este tipo de contrataciones autoriza a comprar hasta por un 10% del valor testigo establecido por la Sigen”.
Héctor “Toty” Flores, dirigente social de La Matanza, se sorprendió de los precios. “La verdad que ver los precios que ha pagado el Ministerio por una frazada de una plaza, en un caso el doble de lo que sale en un comercio minorista en La Juanita, en la localidad de La Ferrena, en el Partido de la Matanza, es escandaloso”, dijo a LA NACION.
“Las frazadas que se compran son necesarias para darle a la gente, pero que se pague ese precio no es posible. Es corrupción y tiene que ser denunciado. Vamos a tomar cartas en el asunto con los diputados de la Coalición Cívica. Una vez más, un negociado que se hace con las necesidades de los pobres. Da indignación esto que pasa”, dijo Flores.
Luego contó a que, al ser consultado por este cronista, fue personalmente a la calle Da Vinci, en La Juanita. “Se puede comprar dos a precio minorista al mismo valor de los que paga por una el Ministerio de Desarrollo Social. La verdad que la corrupción utilizando las necesidades de los pobres no tiene perdón de Dios”, dijo.
Las frazadas de primavera de Tolosa Paz llegarán tarde y caras. Se pidieron en abril, se adjudicaron en septiembre y posiblemente, lleguen en octubre. Las pagaron entre 147% y 177% más. Eso sí, cuando hagan el balance de su gestión, Tolosa Paz, Rossi -el otro firmante- y el articulador Moyano seguramente escribirán que gastaron 1069 millones de pesos para asistir a quienes tenían frío. Toda una muestra de la lejanía de la política con los problemas verdaderos y de la opacidad de sus actos mientras la opinión pública se pelea por la campaña. Hay que pasar el invierno, podría haber dicho Tolosa Paz. Y sí, los que esperaban la frazada lo pasaron. Eso sí, con frío.