El último adiós a Silvina Luna: entre una ceremonia íntima, rosas blancas y una profunda tristeza

A casi una semana de su muerte y luego del pedido de la Justicia de preservar el cuerpo para poder realizar la autopsia correspondiente, comenzó el último adiós a Silvina Luna. La despedida arrancó a las 9 de la mañana con una íntima ceremonia en la casa velatoria de O’Higgins 2824, en el barrio de Nuñez, donde sólo los familiares y amigos más cercanos pudieron ingresar. Y al mediodía siguió en el cementerio de la Chacarita, en donde descansarán sus restos en el Panteón de Actores. Allí sí se esperaba que una multitud se acercara a demostrarle el gran cariño que le tenía.

 
Adiós en la intimidad

El primero en llegar a la casa velatoria del la calle O’Higgins fue su hermano Ezequiel. Minutos antes de la 9 de la mañana y con intenciones de evitar a la prensa presente en el lugar, el joven ingresó por el garage sin dar declaraciones.

Luego, fue el turno de Rodrigo Fernández Prieto, un íntimo amigo de Silvina más conocido en el medio por ser el exmarido de Floppy Tesouro. El arquitecto, que también estuvo presente el jueves pasado en el Hospital Italiano tras conocerse la noticia de su muerte, ingresó antes de las 10 de la mañana en su vehículo y tampoco habló con la prensa. El padre de Moorea y Luna eran muy amigos desde hacía años. De hecho, su casa en Bocas del Toro, en Panamá es donde la ex Gran Hermano pasó una larga estadía y se abocó a su transformación espiritual.

Tras el arribo de Soledad y Vito Rodríguez, las famosas mellizas, llegó Jorge Brito, el presidente del club River Plate. Acompañado por su mujer, Gabriela Vaca Guzmán, el empresario habló con la prensa antes de ingresar al lugar. “Es un momento muy triste para todos, la quisimos mucho. Lamentablemente hace 10,12 años atrás cuando tomó esta decisión le cambió la vida para siempre”, lanzó con tono angustiado.

El lugar se revolucionó con la llegada de Fernando Burlando, abogado de la actriz y modelo fallecida. El letrado ingresó en su camioneta negra y, a pesar de la insistencia de los paparazzi presentes, no quiso hablar.

Entre el arribo de los amigos, tanto de Silvina como de Ezequiel, llegó un ramo de flores blancas que llamó la atención de la prensa apostada en el lugar. Sin embargo, la persona que las trasladaba no quiso dar detalles de quién fue la figura que envió el presente, ya que advirtió que no le permitían hablar.

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Otra de las que dijo presente fue Pamela Sosa. La exvedette llegó pasadas las 11 de la mañana toda vestida de negro, con un rodete y anteojos de sol. Al ingresar a la casa velatoria fue recibida por una amiga que la acompañó hasta el interior de la sala en medio de un abrazo.

Casi 10 minutos después, más precisamente a las 11.17, llegó el coche fúnebre para trasladar los restos de la modelo y actriz hasta el cementerio de la Chacarita. Mientras tanto en el interior de la casa velatoria, organizaban todo el operativo de salida del féretro.

Aunque fue muy escueta, Majo Martino dijo unas palabras para expresar cómo están viviendo este difícil momento. “Horrible, horrible. No queremos hablar por respeto al hermano; nada que decir.”, expresó mientras ingresaba junto a su novio Locho Loccisano. Cuando le preguntaron por Ezequiel, la conductora aclaró que lo estaban acompañando de cerca como siempre y que esta tarde estarán presentes en la marcha convocada frente a la casa de Aníbal Lotocki para pedir justicia.

Casi al mismo tiempo, Manu Desrets, el DJ que fue pareja durante muchos años de Luna y que la llevó a incursionar en el mundo de la música, también fue parte de esta despedida íntima.

Gustavo Conti y su mujer Ximena Capristo fueron de los últimos en llegar al lugar y lo hicieron en medio de un profundo hermetismo. La pareja conoció a Silvina Luna en Gran Hermano y, desde entonces, se volvieron familia. De hecho, los papás de Félix fueron de los pocos que tuvieron acceso a visitarla en el hospital, en donde la modelo estuvo internada durante casi tres meses.

Detrás de ellos, y ya sobre el final, se lo vio entrar al periodista Ángel De Brito, quien en todo este tiempo se convirtió en una especie de vocero de Ezequiel a la hora de revelar detalles de la salud de Luna.

Adiós a la distancia

Quienes no pudieron acercarse al lugar estuvieron igual presentes a través de distintos mensajes que dejaron en la página de la casa velatoria. “Nena linda, tan valiente con tantas ganas. Ojalá puedas descansar en paz. Seguiremos luchando para que se haga justicia. Me quedo con tu abrazo”, le escribió Georgina Barbarossa mientras se encuentra recuperándose de una operación de rodilla en su casa.

“Gordita de mi corazón. Te fuiste justo en uno de los momentos más difíciles de mi vida, pero acá estoy, de pie. Te voy a honrar toda la vida por guerrera, por valiente ante la vida y por recordarme siempre quien soy y el valor que habita dentro mío”, confesó La Lobita, una íntima amiga de la fallecida.

El cariño del público, ese que no la conocía pero disfrutó de su dulzura y simpatía en los medios, también se vio manifestado a través de este obituario digital. “Hermosa Silvina, descansa en paz. No nos conocemos, siempre me pareciste muy dulce y divertida en GH. Siento mucho dolor por tu sufrimiento. Abrazo y fuerza a tu hermano”, expresó Claudia García.

El emotivo cortejo hasta Chacarita

Diez minutos después de las 12, la íntima despedida llegó a su fin y los amigos empezaron a salir por la puerta principal. Muy compungidos y abrazados se dirigieron a sus vehículos para acompañar al cortejo del coche fúnebre.

El cortejo dio inicio a las 12.20 en medio de una profunda tristeza. Mientras que en el primer auto se encontraba su hermano Ezequiel visiblemente angustiado y acompañado por una amiga, el último en cerrar el cortejo fue Burlando, quien se trasladó en su propia camioneta.

Mientras tanto, una multitud esperaba congregada en el cementerio de la Chacarita para ser parte de la última ceremonia antes de que sus restos descansen definitivamente en el Panteón de Actores. Además de admiradores y seguidores de Luna, varias figuras del ambiente fueron parte. Tal fue el caso de Rocío Marengo y de Iliana Calabró, que se mostraron muy apenadas por esta partida.

“Horrible, en 15 días tener que venir a acompañar a dos personas tan queridas, que estuvieron tan cerca mío, parece ciencia ficción. Esta tarde va a haber una marcha pidiendo justicia, necesitamos que se sepa qué pasó. Les pido que se sumen para que la justicia pueda llegar a la verdad”, dijo la hija de Juan Carlos Calabró en medio de un mar de lágrimas.