A dos meses del crimen, el adolescente que mató a su mejor amigo podría volver a vivir con sus papás
El chico tiene 13 años y está alojado en un instituto de menores. El juzgado espera los resultados de las pericias psiquiátricas para poder restituirlo. La familia de la víctima, en medio del dolor por la pérdida, exige que no sea liberado.
Se cumplen dos meses del crimen de Joaquín Sperani (14). El adolescente fue encontrado muerto en una casa abandonada en la localidad cordobesa de Laboulaye. Ese mismo día, su mejor amigo confesó el crimen, pero por ser menor de edad quedó alojado en un centro penal juvenil y la familia de la víctima teme que salga en libertad.
“Estamos organizando manifestaciones y conferencias de prensa para los próximos días, porque parece que lo quieren largar. No vamos a permitirlo, vamos a presionar para que esto no pase”, dijo el papá de Joaquín en diálogo con TN.
El autor del asesinato tiene 13 años y para la Justicia es inimputable, según lo establece la ley 22.278, que regula el Régimen Penal de la Minoridad. Esto determina que un menor no es punible y, por lo tanto, no puede ser perseguido judicialmente, ni quedar detenido, al tiempo que tampoco se le podrá iniciar una causa penal en su contra.
Por lo tanto, la Justicia envió este caso a un juzgado de menores que podría permitir que el chico sea restituido a sus padres o familiares responsables, tras verificar las condiciones en las que vive el menor, las cuales deben ser verificadas por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).
Mientras tanto, el adolescente está alojado en el Centro de Admisión y Diagnóstico (CAD), dependiente del Complejo Esperanza, donde están alojados chicos de 16 y 17 años que cometieron delitos graves.
Si bien la causa está bajo secreto de sumario, según pudo saber TN, el juzgado ordenó una serie de estudios interdisciplinarios, tales como pericias psicológicas, psiquiátricas y socioambientales. Los análisis comenzaron el 23 de agosto y finalizarán el 15 de septiembre.
Una vez terminadas las pericias, la Justicia podría disponer la restitución del menor, es decir, que vuelva a su casa con sus papás, en el mismo barrio donde vive la familia de Joaquín.
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Hace algunas semanas, el letrado que representa al nene presentó un habeas corpus para solicitar que lo trasladen al hospital de niños, ya que considera que no debería estar en un centro juvenil debido a su edad, pero una jueza de Córdoba se lo negó.
Aunque la familia de Joaquín exige que el chico de 13 años no sea liberado, no se tiene certezas de cuál será su futuro. Por el momento, quedará alojado en el Complejo Esperanza hasta tanto la Justicia se expida.
Así fue el crimen de Joaquín Sperani
El adolescente comenzó a ser buscado desde la tarde del jueves del 29 de junio, cuando llamativamente no asistió al colegio. La última vez que lo vieron fue ese día, alrededor de las 15, y tenía el uniforme puesto.
La preceptora de su curso confirmó que no se encontraba en el aula cuando tomó asistencia y algo que sumó más confusión fue que su bicicleta estaba en el patio de la escuela.
Las horas pasaban y Joaquín seguía sin aparecer, al mismo tiempo que tampoco se comunicaba con su madre. En medio de la desesperación, la mujer realizó una denuncia cuando ya era la noche del jueves.
El sábado 1º de julio, familiares y amigos del adolescente convocaron a una marcha y los asistentes caminaron por las distintas calles de la ciudad. Jamás imaginaron el desenlace que iba a tener esta historia poco tiempo después, cuando lo encontraron muerto en una casa abandonada.
Joaquín recibió 18 golpes en la cabeza, primero con un fierro y luego con un pedazo de hormigón, por parte de su mejor amigo, que intentó ocultar el crimen.