Trabaja en la cárcel y se agujereó el pantalón para tener sexo con un preso entre las rejas

Una penitenciaria se enamoró de un famoso narcotraficante en la cárcel, salió a la luz su romance y la Justicia la condenó a prisión.
La penitenciaria quiere continuar su romance que inició en la cárcel con el preso.
La penitenciaria quiere continuar su romance que inició en la cárcel con el preso.

En Inglaterra tuvo lugar un gran delito que generó impacto en la sociedad: una penitenciaria inició un romance con un preso en la cárcel. Es así que la historia causó polémica en la región y la oficial que trabajaba en la institución carcelaria recibió una condena por parte de la justicia recientemente.

Durante la investigación del caso, llamó la atención un detalle: la penitenciaria, identificada Stephanie Smithwhite, de 40 años, decidió hacer un agujero en su pantalón. Por la zona en la que estaba ubicado, el juez a cargo del caso interpretó que quiso tener relaciones sexuales con el preso, Curtis “Cocky” Warren.

Sin embargo, ella negó dicha explicación, aunque otras pruebas comprobaron el romance entre la penitenciaria y el hombre de 56 años en la cárcel de máxima seguridad HMP Frankland. Según los diarios de Inglaterra, es uno de los narcotraficantes más famosos de Gran Bretaña.

En cuanto a la resolución judicial, la mujer recibió una condena a prisión por dos años. Según informó The Sun, la mujer está “devastada” y que espera poder mantener su relación romántica con el hombre.

 

La historia entre la penitenciaria y el preso en la cárcel

Según trascendió, el personal de la cárcel comenzó a sospechar de la relación entre la penitenciaria y el preso por la cercanía que tenían. Entonces en una operación de vigilancia encontraron a la pareja en medio de un intercambio de notas que tenían escritas fantasías sexuales.

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Por lo tanto, Stephanie Smithwhite explicó a los investigadores que Curtis “Cocky” Warren estaba obsesionado con ella. Por lo tanto, intentó seducirla y ella siguió su juego, lo que hizo crecer su atracción hacia el detenido.

Por otro lado, cabe mencionar que el presidiario también mantuvo vínculo románticos con otras agentes de la policía a quien conoció dentro de la cárcel. El caso tuvo lugar en La Moye en Jersey en 2007 con Teresa Rodrigues, exgerente senior, a cargo de la la unidad de asesoramiento sobre drogas y alcohol.

 

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