La automotriz Renault debió paralizar su fábrica de Córdoba durante el lunes, porque se quedó sin parabrisas. Ese faltante no sólo afectó su producción, sino también la de su compañera de planta, Nissan Argentina: las dos automotrices perdieron la producción de 180 pick ups Renault Alaskan y Nissan Frontier.
El abastecimiento de los cristales se normalizó a última hora del lunes y este martes la producción en la fábrica de Santa Isabel se reinició con normalidad.
¿Por qué Renault y Nissan se quedaron sin cristales para sus vehículos? Por falta de pago a los proveedores externos, según fuentes del sector autopartista.
“La cadena de abastecimiento de las autopartistas a las terminales está quebrada. Todas las fábricas, tanto las autopartistas como las propias terminales, se están comiendo sus stocks. Ya tenemos casos de proveedores del exterior que han avisado corte de envíos por falta de cumplimiento de pagos”, dijo un empresario, a su vez integrante de la Asociación de Fabricantes de Autocomponentes (AFAC).
Las empresas de la cadena de valor automotriz, casi sin excepción, dependen de proveedores del exterior. Desde marzo del año pasado, cuando el Gobierno estableció un plazo de seis meses para permitir el acceso a los dólares a precio oficial, la cadena de pagos de ese sector comenzó a crujir.
Hubo gestiones para que las terminales automotrices utilizaran los dólares que podían comprar al Banco Central para a su vez financiar a sus proveedores locales que necesitaban de esos dólares para pagar a sus propios proveedores externos. Pero la creciente escasez de dólares sólo hizo el panorama más complicado para la producción.
En octubre, cuando Sergio Massa asumió como ministro, cambió el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) por el Sistema de Importaciones (SIRA), con lo cual centralizó en la Secretaría de Comercio la decisión de cuál empresa puede acceder al Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC) para comprar dólares a precio oficial para pagar a sus proveedores externos.
El nuevo sistema arrancó con demoras no sólo administrativas. Para marzo de este año, el plazo de seis meses para acceder al MULC comenzó a ser “estirado” a nueve meses.
Sobre esa nueva traba, a fines de julio los sistemas de autorización tanto de la AFIP como de la Aduana comenzaron a dar “error” o a cambiar las fechas de liquidación de dólares para la importación.
En ese contexto de trabas crecientes, hace tres semanas salió de producción por falta de piezas la automotriz Peugeot, en El Palomar. Fue durante media jornada, según fuentes del sector. El lunes le tocó a Renault y Nissan y en otras automotrices están en alerta.
Mercedes Benz Argentina advirtió que su planta de Virrey del Pino, donde fabrica el utilitario Sprinter, también tiene problemas de abastecimiento. “En Mercedes-Benz Argentina la situación está complicada y esperamos que se resuelva en estos días”, señaló la filial alemana.
En otras tres automotrices, en off, advirtieron sobre problemas similares. “Estamos cortando clavos, pero por el momento no paramos”, dijeron en una de las plantas del interior del país.
En otra, donde se manejan con un importante volumen de piezas de repuesto, también señalaron que están trabajando en el borde del abastecimiento. “Por el momento seguimos”, dijo su director.
Y en una tercera fábrica también comenzaron a abrir el paraguas: “Nosotros estamos produciendo por ahora. Pero el tema SIRAs y abastecimiento está cada vez más complicado”.
