"O el intendente no tiene experiencia y es un inepto o estamos ante el hecho de corrupción más grande de la historia de la municipalidad, y lo que estoy seguro es que Moccero no es inepto y tiene mucha experiencia”
“En la Facultad me enseñaron todo lo que puede hacer caer a un edificio y todo eso ocurre en la Terminal de Ómnibus”. Frase contundente que deslizó en la fundamentación de su presentación sobre la obra emblema de la administración Moccero el concejal Ricardo Salerno, quien apoyado en sus propios conocimientos y con el estudio que presentó la Universidad Tecnológica Nacional demolió con fundamentos lo hecho, derribando las débiles defensas que en su momento esgrimió Moccero para justificar semejante aberración.
Lo cierto es que la obra (a la que recordamos se le cayeron dos vigas de miles de kilos) está mal hecha, con materiales insuficientes y no adecuados, lo que ha determinado que resulte imposible continuarla en las condiciones en que se encuentra.
Los hierros con el paso del tiempo han perdido resistencia y el hormigón utilizado se calificado como “hormigón pobre”, que a lo sumo puede servir para un contrapiso pero jamás para una estructura como la de la Terminal.
“El hormigón utilizado fue calificado como H9, cuando lo planificado indica que el hormigón debe tener calidad H21, dentro de una escala que va del H8 al H30. El hormigón de la nueva terminal apenas sirve para hacer un contrapiso”.
Lo más grave, e inexplicable desde todo punto de vista, es que Moccero defiende la obra como ‘si fuese propia’ y no tuviese esas fallas definitivas que pueden provocar un derrumbe y causar la muerte de cientos de personas.
Como dato: el hormigón es calificado como H9, cuando lo planificado indica que el hormigón tenga calidad H21, dentro de una escala que va del H8 al H30. El hormigón de la nueva terminal apenas sirve para hacer un contrapiso. Así, como lo leen.
“La obra no es segura ni estable y se puede caer”
La empresa a la que se le adjudicó la finalización del edificio, le pidió a la UTN un estudio de calidad y luego evaluación que realizó la UTN envió una nota a la Municipalidad en la que detallan las razones por las que se niegan a continuar con la obra.
Negoción
Una de las empresas cobró en pesos el equivalente a 300.000 dólares de adelanto, lo que es legal, pero ahora para devolver esa plata al Municipio por no haber hecho la obra (por culpa municipal, no de la empresa) con 80.000 u$s lo hacen porque el Municipio no incluyó una cláusula de reajuste a la Póliza de Caución, entonces la empresa ganó 220.000 dólares, o sea que ganó un 25% del valor del pliego cuando en una obra así se gana un 15% haciéndola. Ganó mucho más por no hacerla que trabajando y esto por exclusiva negligencia e inoperancia del Municipio. UN BOCHORNO
Esto fue reforzada y amplificado por Salerno, quien con claridad en su exposición de casi 45 minutos, recordó que en la primera licitación solo se presentó una empresa y que el trabajo le fue adjudicado sin que fuese enviado al Concejo Deliberante y que para continuar la obra luego de la caída de las vigas, y antes de la adjudicación Salerno apoyado por su bloque presentó una denuncia por sobreprecios de hasta el 50%, pero que no prosperó merced a los 8 votos del moccerismo más el doble voto del entonces presidente del cuerpo, Fabián González.
“Insólito, el municipio le pregunta a la empresa a la que se le cayeron dos vigas si la obra es segura”
“Bochornoso”
Así calificó Salerno a lo actuado por el municipio en este tema y enfatizó que “la actuación municipal es un verdadero desprecio al cuidado de los recursos públicos”. Y confesó, a continuación: ““Cuando todos pensábamos que la obra se había paralizado porque no había llegado la plata, descubrimos que se realizaron pagos por $ 64.000.000 a la empresa que había ganado la licitación”.
“Se cayeron dos vigas” recordó con énfasis Salerno, indicando que ni siquiera se le cobró una multa a la empresa y especulando con una posible connivencia entre la empresa y la administración municipal.
Al caerse el avance de la obra, se llamó varias veces a licitación, pero fueron declaradas desiertas y finalmente se le adjudicó a Molinas – Schmidt, la empresa que encargó el estudio técnico a la Universidad Tecnológica. “La obra no es segura ni estable” fue la conclusión de la prestigiosa casa de altos estudios.
“Tírelo en su casa concejal Radice”
Ante de comenzar su exposición, Ricardo Salerno compartió con sus pares el análisis presentado por la Universidad Tecnológica Nacional para que tengan las pruebas en sus manos.
La concejal Carolina Radice, de manera despreciativa no quiso agarrar el informe, ante lo cual Salerno le sugirió: Puede ser que no le interese concejal Radice, pero agárrelo y tírelo en su casa”
Los fundamentos y explicaciones de Salerno resultaron contundentes, tanto que informó que las presentará en los dos juicios en marcha sobre esta obra de la Terminal, una obra que nació mal y va a seguir mal.
Lo que habría que preguntarse cuál es el motivo de Moccero para poner en juego su nombre defendiendo a una empresa que hizo las cosas muy mal, no usó los materiales indicados y ha puesto en peligro a quienes osen pasar por debajo de la obra, ya que es claro que en cualquier momento se puede caer.
SI hasta parece que la obra fuese propia y no de una empresa ante tanto ímpetu en defenderla en lugar de defender los dineros de los suarenses.
Para colofón, las palabras de cierre de Salerno resultan contundentes, claras y precisas: “O el intendente no tiene experiencia y es un inepto o estamos ante el hecho de corrupción más grande de la historia de la municipalidad, y lo que estoy seguro que Moccero no es inepto y tiene mucha experiencia”.
Contundente.