Sociedad 23/08/2023 12:50hs

Un amor prohibido y censurado que al fin pudo triunfar: una participante cautivó a todos con su testimonio en Los 8 escalones

Desde un romance juvenil obstaculizado hasta un reencuentro lleno de emoción

Un amor prohibido y censurado que al fin pudo triunfar: una participante cautivó a todos con su testimonio en Los 8 escalones

Guido Kaczka logró con Los 8 escalones de los tres millones afianzar a la audiencia activa frente a la pantalla cada noche ya que su ciclo se convirtió en uno de los favoritos de muchas familias, que lo elige todas las semanas. El juego de preguntas y respuestas que se emite por El Trece genera mucha expectativa entre los televidentes, que finalmente se transforman en un participante más apoyando a quienes están en el estudio y buscan ganar el premio mayor, tanto por su historia de vida o por el noble destino que le daría al dinero en caso de alzarse con el premio mayor.

En la última emisión del programa, por caso, los espectadores fueron testigos de una conmovedora historia de amor que parecía sacada de una novela. Mara, la protagonista, compartió con el público y los presentes su emotivo relato sobre cómo, a pesar de las adversidades y decisiones del pasado, logró reencontrarse y compartir su vida con su primer amor.

“Mara, ¿viniste sola?”, indagó el conductor, en esos instantes en que se toma unos minutos para comenzar a desandar la historia de cada uno de los que allí se encuentra en busca de los anhelados tres millones. La respuesta de la mujer dejó más dudas que certezas, al relatar que se encontraba en el estudio con su conviviente además de una amiga.

“¿Con quién? ¿Cómo se llama tu conviviente?”, preguntó Guido, sorprendido. La mujer explicó que el hombre en cuestión es Jorge Pedro, quien la acompaña desde hace 17 años. “Es hermoso, ¿sabés por qué? Porque era mi novio cuando yo tenía 18 años”, aseguró.

Tras ello, Mara comenzó a narrar: “Mi mamá no me dejó andar con él, mi primer amor, y me casé, tuve hijos, divino, con un marido 18 años mayor, porque le tenía que hacer caso a mi mamá”. Así fue cómo la mujer no pudo continuar con su historia de amor adolescente, debido a que el hombre -según esgrimieron en su familia- no estudiaba, y terminó casada entonces con un abogado de Moquehuá: “Yo era su secretaria, estaba estudiando”, recordó.

Tras la muerte de su esposo, la mujer decidió buscar a Jorge Pedro. Solo sabía que vivía en Chivilcoy, a pesar de que él no la había contactado. “Lo hice porque era el amor de mi vida”, explicó ella. Y es que él ni siquiera intentó un nuevo llamado debido a que se sintió molesto por una actitud de Mara que no podía olvidar.

PUBLICIDAD

“Mi marido estaba muy enfermo y nosotros cumplimos los años el mismo día, y (Jorge Pedro) siempre me llamaba el mismo día del cumpleaños. Ese día que me llamó, que era mi cumpleaños, mi marido estaba muy grave y la señora que trabajaba en mi casa, que era mi amiga, le dijo: ‘Un momentito que la señora lo va a atender’. ‘No, decile que lo llamo en 5 minutos’, le dije a mi amiga. Me llamó a los 5 minutos y le dije: ‘Decile que no estoy’. Y nunca más me habló”.

A pesar de los obstáculos, Mara insistió en buscarlo, ya que siempre supo que era el amor de su vida. La historia tomó un giro inesperado cuando el conductor hizo una pregunta que dejó a todos reflexionando: “¿Se puede estar enamorado de dos personas?”. Y ella, con una respuesta ensayada, aclaró: “Eso me lo preguntó mi hija, cuando estaba con su papá y quedé viuda. Me dijo: ‘Mamá, ¿cómo podés amar a dos personas?’. Y yo le dije que son dos personas diferentes, momentos diferentes, tiempos, sensaciones y caminos diferentes. Yo ya había hecho mi camino, con mi marido, mis hijos, todo viví bárbaro, divino, completo, feliz, pero siempre supieron mis hijos que el amor de mi vida era él. Y hoy vamos al cementerio y le ponemos flores a mi mamá”.

“Hoy hace casi 17 años que estamos juntos”, destacó, porque “después de mucho hablar, hoy vivimos felices, muy felices”. Debido a que Mara no ganó el juego, no pudo presentar a Jorge Pedro en vivo en cámara. Pero su historia quedó en el corazón de todos los presentes.

Más de Sociedad