Motociclista fallecido: "Fue un asesinato, no era un delincuente"
María Sallago, hermana del atleta bahiense que murió durante una persecución policial, dijo que "no le dieron oportunidad a nada".
Mientras la fiscalía de Mar del Plata analiza las pruebas para determinar cómo fueron los hechos y si hay responsables de la muerte del motociclista bahiense en esa ciudad, su hermana consideró el hecho como "un asesinato".
María Sallago -quien viajó desde nuestra ciudad para el sepelio de su hermano José Ignacio, de 31 años- declaró que "no le dieron oportunidad a nada" y que "él la moto la compró" y que su jefe le había prestado la plata, que iba devolviendo de a poco. "No era un delincuente", remarcó.
La mujer hizo declaraciones durante el velatorio al Canal 8 de Mar del Plata, al igual que Leandro Pérez, amigo de "Nacho", quien aseguró que "todo lo que hizo fue de buena fe".
Sallago falleció el domingo a la madrugada, cuando circulaba con una moto Bajaj Rouser que, según la Policía, tenía pedido de secuestro por robo, desde febrero último.
Cuando personal policial en un patrullero trató de ser identificado en la zona céntrica, escapó y luego de unas 30 cuadras murió al chocar con otro móvil policial que se cruzó en su camino a la altura de las avenidas Independencia y Paso.
"No sabemos si la moto tenía pedido de secuestro o no. Puede ser que haya sentido miedo, que no quería que le saquen la moto por el trabajo, pero no era la forma como terminó", aclaró su hermana.
Ezequiel Monin, el entrenador del grupo donde Sallago corría, también cree la versión de que el joven sintió miedo de que le secuestren la moto por alguna irregularidad.
"Entrenaba todos los días"
"No era nada de lo que dicen. Era un deportista. Entrenaba todos los días. Salía a las 18 de laburar, se iba a su casa a cambiar y salía a entrenar. Se dedicó toda la vida al deporte", amplió.
Sallago había llegado a Mar del Plata hacía un par de años de su Bahía natal, donde ya practicaba atletismo prácticamente desde chico, porque su vivienda familiar estaba ubicada enfrente del complejo Las Tres Villas.
Atletas bahienses lo recuerdan como un deportista que tenía condiciones para trascender a nivel nacional, pero por razones laborales tenía ciertas limitantes, no solo de entrenamiento sino de una óptima alimentación, clave para esa disciplina.
Al llegar a Mar del Plata vivió un tiempo en la casa de la familia de su entrenador y luego alquiló un departamento cerca del Polideportivo con un compañero de equipo, el tucumano Leandro Pérez Lazarte.
"A esa moto la compró por el trabajo, él era vendedor de una distribuidora de golosinas y necesitaba un vehículo más grande para recorrer zonas alejadas de Mar del Plata. El dueño de la distribuidora le había prestado plata y ahí pudo comprar esa la moto", contó Pérez Lazarte.