Estuvo a punto de morir y un compañero le salvó la vida: así fue el reencuentro

Gastón Miranda y Damián Hammerschmidt, y un sentido momento, a dos semanas de lo ocurrido.
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Un momento de profunda emoción se vivió esta tarde en el barrio Villa Irupé por el reencuentro entre un hombre que estuvo a punto de morir y la persona que le salvó la vida, durante un encuentro de fútbol de la Liga Comercial.

Gastón Miranda, jugador de la categoría Veteranos (+35), literalmente le salvó la vida a su compañero Damián Hammerschmidt, cuando se desvaneció en pleno partido, en una de las 11 canchas del predio de la Unión Ferroviaria, ubicado en Don Bosco al 4100.

Gastón -"Mono" para sus compañeros del equipo Rastro Vieytes- es policía bonaerense y, al contar con capacitación permanente en la materia, fue el primero que auxilió a Damián, de 37 años. En medio del dramatismo de la situación, el futbolista comenzó a hacerle reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que llegó el personal de enfermería que se encuentra en el complejo con un desfibrilador.

Hoy se volvieron a ver luego de aquel episodio y fue más que emotivo.

"Mirá cómo está, con mi hija. Hoy es la primera vez que nos pudimos ver: a mi me dieron el alta el jueves y ni bien tuvo su primer franco viene a visitarme. Hace tres años que jugamos juntos. Él (por Gastón) se llevó la peor parte porque me vio en mi peor momento; cuando mi familia me fue a ver yo ya estaba con otra cara", sostuvo.

Damián dijo que "gracias a Dios y a Gastón, estoy rebien".

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"Prácticamente estoy haciendo vida normal. Quizás en algún tiempo ya voy a poder hacer actividad física, que no sea de contacto, o manejar. Aún no sé por qué pasó. Si me dicen si me sacan el deporte o pasas para el otro lado lo firmo, tengo un montón de otras razones para seguir viviendo", contó a La Nueva.

"En la escuela tenemos los cursos y nos explican cómo debemos actuar, pero verlo a él (por Damián) cómo se desplomó fue duro. Hoy cierro los ojos y aún veo cómo se nos iba. Sinceramente, al principio pensé que estaba haciendo tiempo, porque íbamos ganando ja. Empezó a reducirse despacito y yo estaba cerca. Perdí noción del tiempo, de cómo hice las cosas, ni como saqué a la enfermera para comenzarle a hacer la reanimación", agregó Gastón.

Dos semanas después, Damián y Gastón se reencontraron, no en una cancha de fútbol como lo hacían habitualmente, pero con el recuerdo de un momento que los unirá para siempre.
 

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