El día que Pappo conquistó Nueva York: a 30 años del recital con B.B. King en el Madison Square Garden

El Carpo cosechó una gran amistad con el Rey del Blues a principios de los ‘90 y tocaron juntos hasta en dos ocasiones.
  • B.B. King catalogó al Carpo como ”uno de los mejores músicos del mundo”. (Foto: Instagram @pappooficial) B.B. King catalogó al Carpo como "uno de los mejores músicos del mundo". (Foto: Instagram @pappooficial)
  • El primer cruce entre ambos fue en 1980: Pappo le dio a B.B. King un vino y una horma de queso. (Foto: @pappooficial) El primer cruce entre ambos fue en 1980: Pappo le dio a B.B. King un vino y una horma de queso. (Foto: @pappooficial)

Norberto Napolitano, conocido comúnmente como Pappo, construyó su propia figura como leyenda nacional del rock y, al mismo tiempo, fue reconocido como el mejor guitarrista de la historia de nuestro país. Su brillo con la viola encandiló a B.B. King, que llegó a convocarlo para formar parte de su show en el Madison Square Garden: hace 30 años, el Carpo y el Rey del Blues tocaron juntos en el mítico recinto de Nueva York.

El músico oriundo de Buenos Aires, uno de los precursores del género en la Argentina, comenzó su periplo siedo plomo de Los Iracundos, hizo arreglos para Los Abuelos de la Nada y también compartió una temporada con Manal.

Su explosión se produjo de la mano de su incorporación a Los Gatos, una de las bandas emblemáticas en la década del ‘60 y del ‘70. Más allá de su breve alianza con Luis Alberto Spinetta, Pappo’s Blues y Riff dejaron su sello y lo catapultaron al estrellato.

El norteamericano, curiosamente, tenía una historia particular con su par albiceleste. Los jóvenes integrantes de un grupo musical llamado Avalancha -Carlos Geniso y Carlos Pan- viajaron a Norteamérica y se cruzaron al compositor de Misisipi caminando por la calle: luego de varias reuniones con su mánager, Sid Seidenberg, lo convencieron de realizar un concierto en la Capital Federal. Allí, se produciría el primer encuentro.

 

El día que Pappo conquistó Nueva York: el primer encuentro entre el Carpo y B.B. King, con un queso de por medio

En el salón de la planta baja del Hotel Bauen, allá por abril de 1980, B.B. King llevó a cabo un breve concierto para acreditados y otros invitados especiales. Posteriormente, participó de un festival en el que también estuvieron Serú Girán, León Gieco y Nito Mestre. Pappo, en la previa al show, hizo fila para saludarlo: según cuentan testigos oculares, le besó el anillo y hasta le regaló un vino y un queso.

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El Rey del Blues volvió a territorio argentino cinco veces en los ‘90 y, por lo general, acostumbraba a que algún artista local pudiera mostrar su talento en la previa de sus espectáculos. El Carpo, por supuesto, fue el elegido en 1992: cuando Napolitano subió al escenario, la figura quedó absolutamente obnubilada y, pronto, se acordó del particular obsequio que le había hecho una década atrás.

“Díganle a Mr. Cheeseman que lo invito a tocar algunos bises conmigo”, llegó a decir el estadounidense, para sorpresa de propios y extraños. A partir de aquella icónica velada, ambos entablaron una estrecha amistad que continuaría a lo largo de los años. Incluso, el compositor norteamericano -que fue escogido como el sexto mejor guitarrista de todos los tiempos por la revista Rolling Stones-, lo tentó a acompañarlo en el pabellón deportivo multiusos de Manhattan.

 

El día que Pappo conquistó Nueva York: la icónica presentación del Rey del Blues al “mejor de Sudamérica”

El 10 de agosto de 1993, el autor de “A la par” se presentaría ante 19.500 personas junto a B.B. King, que pronunció unas emotivas palabras al darle la bienvenida a su compinche: “En 42 años de carrera, conocí 68 países y muy buenos músicos. Esta noche estamos muy orgullosos de tener un invitado especial, uno de los más grandes del mundo y al mejor de Sudamérica. Damas y caballeros, desde la Argentina: Pappo”.

El evento tuvo cobertura internacional y el exlíder de Riff charló con Javier Febré, enviado del diario Clarín, tras el mágico acontecimiento: “Tocar en el Madison es como tocar en casa. Ellos me hacen sentir así. Acá no se toca ni con los dedos ni con la mente, se toca con el alma porque es blues. Hay que poner todo el sentimiento y las lágrimas ahí arriba”. La imagen de las dos leyendas unidas arriba del stage pasó a la posteridad.

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