Quienes conocen el submundo del barrio Acuba, una de las zonas más calientes del partido de Lanús, los reconocen enseguida. Una banda de, al menos, siete integrantes, con mayores y menores, con ingresos varios a comisarías y problemas de consumo problemático de estupefacientes. A ese grupo pertenecían los hermanos detenidos por el crimen de Morena Domínguez, la nena de 11 años asesinada poco antes de entrar a la escuela.
Justamente, la banda sería clave para dar finalmente con los sospechosos. Según confiaron fuentes del caso a Infobae, no bien se conoció el ataque a Morena la Policía salió a buscar a los responsables por los pasillos de los barrios bajos donde suelen agruparse. Todo bajo las órdenes de la fiscal Silvia Bussano, de la UFI N°7 de Lanús.
Así fue que dio con uno de los integrantes más chicos: un adolescente de 14 años. No estaba solo, junto a él había otro joven de 19 años y un adulto más, entre otros. Para todo esto, la moto involucrada en el crimen ya había sido encontrada, según el relato de las fuentes consultadas.
Palabras más, palabras menos, lo que siguió los investigadores lo describieron de la siguiente manera: “El chico se adjudicó el crimen, pero el de 19 que estaba con él lo desmintió y señaló al otro adulto: uno de los hermanos Madariaga”.
Y continuaron con la narración de lo que aconteció mientras la noticia del crimen de una nena de 11 años inundaba todos los medios de noticias y las redes sociales: “Dijo que se pasaron toda la madrugada fumando paco y que, al amanecer, los hermanos Madariaga se subieron a la moto y salieron a robar”.
Pero no fue todo lo que averiguaron los investigadores, mientras por la comisaría 5° de Lanús desfilaba el adolescente de 14 años con su remera verde y blanca esposado y otro de los integrantes de la banda, ‘El Polaquito’ -el chico que con 11 años aseguraba haber asesinado a un hombre-, pasó frente a las cámaras de TV al grito de “los voy a matar a todos”.
“Después del robo, uno se fue al barrio de Once para intentar vender el celular de la nena, pero no pudo”, contaron los investigadores a este medio mientras uno de los hermanos Madariaga ya estaba en la comisaría y el otro era intensamente buscado.
“Lo encontraron debajo del Puente Alsina. Estaba consumiendo después de haber pasado por el barrio de Pompeya, en otro intento por vender el teléfono de la nena”, dijeron sobre cómo fue el arresto del segundo de los hermanos Madariaga, que ahora duerme en un calabozo acusado de matar a una nena.
Lo más triste del caso es que la Policía tenía problemas para dar con el celular de Morena y así capturar a sus asesinos: es que el chip les daba apagado. “Estaba en desuso por falta de pago. Solo podía usar el teléfono si se conectaba a una red Wifi”. La mataron por un equipo.
A Morena la atacaron este miércoles poco antes de las 7.30. La nena había llegado temprano a la escuela Almafuerte N°60, ubicada en la calle Molinedo al 3.200, en Villa Giardino, en la zona Oeste del partido de Lanús. Cruzaba hacia un kiosco donde se reúnen los alumnos cuando fue interceptada por los motochorros.
Los delincuentes le robaron y la golpearon, y luego huyeron; dejándola tirada en asfalto. Nunca más se recuperaría pese al esfuerzo de las enfermeras que le dieron los primeros auxilios en el colegio y de los médicos del hospital Evita de Lanús, en donde falleció a las 9.20.
La causa se investiga como “homicidio en ocasión de robo en concurso real con encubrimiento”, debido a que la moto utilizada en el ataque a Morena tenía pedido de secuestro por un hecho ocurrido este martes.
La autopsia, en tanto, reveló esta tarde que “la nena falleció por un desgarro en el hígado, producto del golpe profundo que recibió”.