Una joven de 20 años fue detenida en los últimos días en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza tras ser descubierta por las autoridades aeroportuarias cuando intentaba viajar a Europa con droga oculta dentro de su cuerpo: le encontraron más de 700 gramos de cocaína en su vagina y su estómago.
Si bien el hecho se conoció este jueves, ocurrió el pasado 29 de julio. Ese día, la joven pretendió embarcar en el vuelo N° IB 2602 de la empresa aerocomercial Level, con destino a la ciudad de Barcelona, España. Sin embargo, los problemas para ella comenzaron durante una entrevista previa al vuelo. Había sido seleccionada especialmente para un interrogatorio particular por algunas cuestiones que llamaron la atención del personal de control. Por ejemplo, por el hecho de que su pasaporte había sido emitido muy recientemente, al igual que el pasaje.
Asimismo, el vuelo también podía despertar suspicacias: las personas que ingieren drogas para contrabandear tienden a tomar vuelos directos, para reducir las chances de defecar las cápsulas durante el trayecto (lo cual, en algunos casos, las obliga a lavarlas para una nueva ingesta).
De todos modos, el factor principal para los inspectores de la Aduana es que quienes participan en este tipo de maniobras tienden a estar dispersas, evasivas: “De alguna manera, siempre muestran su nerviosismo”, afirman. Eso fue lo que le sucedió a la joven de 20 años.
Fuentes del caso informaron a Infobae que, ante las consultas, la pasajera “respondió de manera incongruente y dubitativa”, lo cual levantó aún más las sospechas. Ante esta situación, agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), conjuntamente con funcionarios de la Dirección General de Aduanas y personal de AIRCOP, procedieron a realizarle un control corporal no invasivo mediante equipo de rayos X (Body Scan) y delante de la presencia de testigos.
La mulla llevaba en total 78 cápsulas en su cuerpo
La inspección dio pie a la revelación del delito: en las imágenes los efectivos observaron la posible presencia de elementos extraños en el organismo, concentrados en su zona genital.
En consecuencia, con la orden judicial en mano, la pasajera empezó a ser requisada hasta que en un momento confesó espontáneamente y manifestó que transportaba un paquete introducido vía vaginal. Concretamente, había introducido en su cuerpo un profiláctico con 11 cápsulas de cocaína, de aproximadamente 10 gramos cada una.
Como parte del procedimiento, la joven fue trasladada al Hospital de Ezeiza. Allí, bajo custodia de la PSA, estuvo incomunicada mientras evacuaba las cápsulas detectadas en las imágenes del escáner, las cuales finalmente fueron muchas más que 11: tenía otras 67 cápsulas en el sistema digestivo. En total, en su cuerpo llevaba 742 gramos de esa droga.
La mula -cuya identidad no trascendió- fue dada de alta y quedó detenida a disposición del Juzgado Penal Económico N°6, a cargo de Marcelo Aguinsky.
En el marco de la causa, dos días después de que la sospechosa fuera descubierta, el 31 de julio, la PSA allanó un domicilio ubicado en el barrio porteño de Villa del Parque en busca de elementos de interés.