La Policía Federal detuvo ayer a un hombre acusado de abusar de un menor de edad en el Palacio de Tribunales. El hecho habría ocurrido el 14 de julio, cuando el sospechoso habría obligado al joven de 17 años a practicarle sexo oral en un baño del edificio bajo amenazas con un arma de fuego. La causa cayó en manos del fiscal Patricio Lugones y del juez Luis Schlegel. En el transcurso del día, los investigadores le tomarán la primera declaración indagatoria al acusado.
El hombre es personal de planta permanente del Palacio de Tribunales y trabajaría en el área de Archivo. De manera extraoficial trascendió que el acusado sería hijo de otro empleado judicial que trabaja como ordenanza con el juez Juan Carlos Maqueda.
Fuentes judiciales confirmaron a Perfil que el joven de 17 años había ido a Tribunales ese día acompañado de su abuela porque tenía una causa. En un momento la mujer se descompuso, tuvo que ir a la enfermería y luego fue trasladada en una ambulancia. El menor se quedó solo y fue a buscar un baño. Según relató, así se cruzó con el acusado. Dentro de un baño y a punta de pistola lo obligó a que le practicara sexo oral.
Cuando se pudo ir, el joven de inmediato le contó a un Policía lo que acababa de suceder. Los investigadores pudieron reconocer al sospechoso ayer gracias a las cámaras de seguridad del edificio y la Justicia ordenó la detención.
En el procedimiento actuó la Comisaría de Intervenciones Judiciales Rápidas, que depende de la Superintendenccia de Investigaciones de la Policía Federal, un organismo que fue creado hace apenas un mes y medio para intervenir, justamente, en los hechos que se cometen en organismos públicos nacionales.
Abuso en el Palacio de Tribunales: manchas de semen y peritajes
La Justicia todavía no pudo determinar el horario exacto en el que habrían sucedido los hechos. La víctima aportó una franja horaria y sobre eso los investigadores comenzaron a trabajar para poder dar con la identidad del sospechoso. Hubo que sortear dos obstáculos: el inicio de la feria judicial y que las cámaras de seguridad tiene un desfasaje de entre tres y cuatro horas.
Sin embargo, apenas lograron dar con la escena que había relatado la víctima y con el hombre cuyas características había descripto se ordenó su detención. La Justicia dispuso una vigilancia en el interior de Tribunales hasta que el hombre apareció.
"Todavía es algo incipiente y de momento no podemos sacar conclusiones apresuradas. Hay que avanzar en la investigación y ver qué dice el hombre en su descargo", aseguraron fuentes de la fiscalía, desde donde mantuvieron reserva tanto sobre detalles de la situación como de la identidad del sospechoso y la víctima.
En el transcurso de esos días, sin embargo, los investigadores trabajaron en peritajes clave. Desde la PFA confirmaron que cuando el joven se acercó al Policía a narrarle la situación tenía manchas de semen en un jean y en unos billetes, que fueron periciados. Además, contaron que el joven denunció que su agresor primero se acercó de buena forma y que llegaron a intercambiar cuentas de Instagram. Por lo tanto, el contenido del celular también podría llegar a ser una prueba determinante.
No es la primera vez que al fiscal Lugones le toca trabajar en una investigación de abuso con alcance mediático. Como titular de la Fiscalía N°26 le tocó estar al frente de la causa en la que quedó involucrado Marcelo Corazza y, como subrogante de la Fiscalía 28, de la de Jey Mammon.
Un hombre armado adentro de Tribunales
Hasta el momento la Justicia cuenta con las imágenes de las cámaras de seguridad donde no se pudo observar el arma de la que habló el joven denunciante. Sin embargo, la circulación de esta información generó revuelo en la Corte. Además de la gravedad del hecho en sí, la pregunta es cómo un empleado -que no es de seguridad- podría estar armado dentro del edificio.
En los pasillos de la Corte reconocen que en las imágenes que captaron las cámaras de seguridad se ve una puerta de ingreso que sería de la calle Tucumán. Según personas que trabajan en el edificio, esa entrada no tendría detector de metales ni scanner, como sí hay en la puerta principal de calle Talcahuano.
El organismo tiene una Dirección de Seguridad que se encarga de la seguridad de los jueces y ministros y la Policía Federal es la encargada de custodiar el edificio. A uno de ellos acudió el menor de 17 años y le contó que acababa de ser abusado en un baño.
A pesar de que la Justicia no accedió al arma, los investigadores tienen cierta certeza de que existe y se pretende saber en el corto plazo si el acusado es o no un portador legítimo.
