La última vez que María Laura Naranjo, la mujer de 36 años que está siendo intensamente buscada en Bahía y la región, fue vista en público fue a última hora del miércoles junto a Roque Damián Carrillo, un sujeto que carga sobre sus espaldas con la acusación de un crimen en Neuquén, de haber baleado al comisario de la DDI Pablo Racosta y antecedentes por robos en la modalidad entradera. De hecho, hace sólo dos meses salió de la cárcel.
Según el archivo de La Brújula 24, en septiembre de 2017 este individuo fue detenido junto con su padre (homónimo suyo) acusados de formar parte de una peligrosa banda dedicada a entraderas en Bahía, y en las provincias de Río Negro y Neuquén. También se acusó a ambos de proveer de armas a barrabravas de clubes de la Liga del Sur.
Dos años después de esas detenciones, el Tribunal en lo Criminal N° 1 de esta ciudad condenó a Carrillo padre e hijo y a un cómplice, a penas de hasta 7 años y 4 meses de prisión por los robos en la modalidad de entraderas.
Como viene informando este medio, Gimena Naranjo radicó el jueves una denuncia por la desaparición de su hermana María Laura y las dos hijas mellizas de 4 años, situación que según afirmó se produjo luego de reencontrarse con la ex pareja, Roque Damián Carrillo. “Te llamo después porque llegó mi ex; si no vuelvo a comunicarme, llamá a la policía”, le dijo María Laura a su hermana Gimena, radicada en la ciudad de Catamarca.
Desde la denuncia que se asentó en la comisaría Sexta de Villa Rosas, se iniciaron las averiguaciones del caso que permitieron certificar que la mujer y sus hijas no estaban en el domicilio que ocupaban en Los Patos 2280 de Villa Delfina, y que fueron vistas saliendo de allí en compañía de un hombre (el citado Carrillo) a bordo de un auto de color gris.
Los policías encontraron el teléfono celular de María Laura en el interior del inodoro, lo que encendió las alarmas por la suerte que podrían haber corrido tanto la mujer como las pequeñas. En las últimas horas la búsqueda se orientó hacia Sierra de la Ventana, donde se intensificaron los rastrillajes de la policía para tratar de ubicarlas.
Un peso pesado
En noviembre de 2013, Carrillo -por entonces de 25 años- se enfrentó a tiros con Pablo Racosta –en aquel momento subcomisario de la DDI local– en el barrio Thompson. Ambos resultaron heridos.
El tiroteo se originó en las calles Darregueira y Thompson cuando los ocupantes de un móvil del gabinete de prevención de la comisaría Primera, con la colaboración de efectivos de la DDI, iniciaron una persecución para interceptar a un Chevrolet Aveo al mando de Carrillo, buscado por varios robos calificados.
Racosta le disparó a Carrillo, hiriéndolo en su pierna izquierda. A pesar de sufrir un importante sangrado y una fractura de fémur, el sujeto buscó refugio en la vivienda, donde tuvo la ayuda de algunos vecinos.
Poco después, el individuo fue capturado y derivado al Hospital Municipal. Racosta, en tanto, resultó con una lesión leve y no fue necesario hospitalizarlo.
La palabra del Jefe de la Departamental
El comisario Gonzalo Bezos, jefe de la Departamental de Policía, confirmó que la búsqueda se hizo extensiva a la región próxima a Bahía Blanca.
“La mujer le había manifestado a su hermana que había tenido algunas discusiones con Carrillo y que se quería ir de Bahía, pero que antes necesitaba organizarse y llevarse sus cosas. El 26 a la noche estaban hablando por teléfono y en un momento dado le dice ‘aguantame que ahí llegó él; yo te corto y si mañana no te podés comunicar conmigo, llamá a la policía. Y así fue”, expresó.
“Como al otro día no se pudo comunicar con ella, dio aviso a la policía y a partir del 27 a la mañana se inician actuaciones por averiguación de paradero. Se tomaron testimoniales y hay pedido de cámaras; se está trabajando con la Fiscalía 20, todas las comisarías y la DDI”, agregó.
Bezos aclaró que no hay registro de denuncias por violencia de género ni por alguna desaparición de Naranjo previa a la actual situación.