“El día que cambió la vida del Sr. Odio”: una puerta imaginativa hacia la transformación
Un espectáculo de títeres y objetos, con música en vivo, dirigido a las infancias que busca reivindicar la diversidad y el cambio como partes fundamentales de la vida. Durante las vacaciones de invierno puede verse en el Centro Cultural la Cooperación y Timbre 4
Creemos que el proceso de montaje de El día que cambió la vida del Sr. Odio, de Oswaldo Maccio, en esta versión de títeres y objetos empezó con muchas más incertidumbres que certezas. La primera de ellas fue: ¿Cómo trasladar un texto para infancias creado para actores al lenguaje de los títeres y objetos?
Primero que nada, no podríamos pasar por alto el hecho de que este proyecto se gestó en plena pandemia, por eso para nosotras es tan potente y llena de sentido la primera frase con la que inicia la obra de Oswaldo Maccio: “En la vida, por suerte siempre hay más de una puerta”.
En ese contexto donde se nos cerraban todas las puertas y debíamos permanecer aisladas, a nosotras se nos abría otra pequeña gran puerta: la del Sr. Odio (¡Vaya metáfora que nos ponía enfrente la vida!).
Parafraseando un poco el prólogo de la obra “aunque era difícil e implicaba un riesgo” el miedo a lo que iba a pasar no era una excusa para no intentarlo. Esta obra nos estaba hablando, nos estaba resonando en todo sentido y era necesario para nosotras montarla, un poco quizá porque el montarla era un acto de salvación que nos permitía canalizar todas las emociones a la que nos enfrentaba la pandemia.
El Sr. Odio habla de muchos temas que nos convocan y al ver la reacción del público tanto infantil como adulto, sabemos que también dialoga infinitamente con ellos. ¿Cómo lidiar con nuestras más oscuras emociones: la rabia, el odio, la frustración, el dolor, el miedo, la no aceptación del otro? Son interrogantes que le suceden al protagonista de esta historia, pero que también nos estaban sucediendo a nosotras mismas y al resto del equipo mientras comenzábamos el proceso. ¿Cómo lidiar con la incertidumbre de no saber, con la ansiedad que produce lo desconocido, cómo aceptar tantos cambios sin querer huir o protegernos en una coraza? ¿cómo mirar con amor a un otro que es tan diferente a mi y que me sirve de espejo?.
Fue así como empezamos a indagar en estas preguntas, buscando un lenguaje propio (sin dejar de estar influenciado por nuestros maestros y experiencias escénicas previas). Una manera particular de expresar todas esas interrogantes en la exploración con los títeres y las materialidades. ¿Cómo transmitir estos mensajes a los niños y niñas sin subestimarlos, pero también sin aburrirlos? ¿Cómo se ve en imagen el odio? ¿Cómo se escucha? ¿Cómo se habita en el cuerpo?, ¿Cómo es la alegría expresada en un lenguaje no verbal? ¿Cómo se lleva el miedo a una imagen sin palabras? ¿Cómo el amor transforma las cosas? Así fue como arrancó este viaje…
Cada viernes en la noche, durante la pandemia, nos reuníamos en nuestro departamento en Caballito a explorar. Investigar las capacidades expresivas de los materiales (como suele suceder en el teatro independiente, al no tener en un principio mucho financiamiento, decidimos pensar toda la estética con elementos de cartón como base), de allí fueron surgiendo las imágenes y se fueron incorporando poco a poco otras personas en el equipo que fueron enriqueciendo visualmente cada escena.
En este laboratorio creativo también nos interesó hablar de los cambios y las transformaciones por eso elegimos usar la variedad de técnicas de títeres que usamos (bunraku, muppets, títeres de mesa, técnicas mixtas) y jugar, así mismo, con los diferentes tamaños y proporciones del personaje principal hasta que ocurre finalmente, su sorpresiva transformación.
Nos interesaba que todo fuese muy artesanal, muy desde la esencia del ser, por eso cuando ya teníamos más avanzado el proceso, convocamos a la música y cantante Amanda Querales, quien (como ha pasado mágicamente con todas las personas que llegan a la obra) se enamoró del proyecto y empezó también a componer y explorar desde los sonidos. Así también fuimos haciendo una mixtura entre la palabra hablada, la manipulación de títeres y objetos, las imágenes corporales y la música en vivo.
Ese departamento que era vivienda, sala de ensayos y lugar de experimentación, también se convirtió en taller de realización, donde cada fin de semana gran parte del equipo hacíamos intensas jornadas, para darle vida a los títeres, crear sus vestuarios y la utilería.
Poco a poco y con la incertidumbre siempre a cuestas de cuando podríamos estrenar, cuándo podríamos finalmente llevarles a los niños y niñas este trabajo tan lleno de alma fuimos construyendo un universo poético, que en el proceso también nos transformó como artistas y como grupalidad.
Un poco con ese mismo miedo del inicio (y a la vez con mucha alegría) estrenamos finalmente en noviembre del 2021 en Hasta Trilce. A partir de allí no ha parado de llovernos amor en las funciones. Hoy dos años después de nuestro estreno y a más de 3 años de haber iniciado el proceso, podemos decir que “cuando se levantó el telón, se dejó ver un escenario lleno de puertas”. Gracias Sr.Odio por cambiar nuestras vidas cada domingo.
*“El día que cambió la vida del Sr. Odio”. Centro Cultural la Cooperación (Av. Corrientes 1543, CABA): Martes 18, miércoles 19, jueves 20 y viernes 21 a las 15:30 hs. Funciones. En Timbre 4 (México 3554, CABA): Domingo 23 de Julio 15 hs. Timbre 4 (Boedo 640,CABA): Miércoles 26 y Jueves 27 de Julio a las 15:00 hs. Entradas por Alternativa.
Las autoras son las directoras de la obra