Massa, más claro echale cloro
Los votantes de JxC deberían aprender del kirchnerismo. Se vota lo que hay y se lo milita como si gustara. Para eso no hay mejor ejemplo que el de Sergio Massa. Por Alejandro Borensztein
Antes que nada, debemos llamar la atención sobre un episodio ocurrido durante la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner y Sra. En su discurso, la Vicepresidenta criticó la privatización de YPF explicando que, en su momento, se había opuesto a la medida. En realidad, todos recordamos que, tanto Ella como Néstor, militaron fuerte a favor de aquella decisión del peronismo. La impulsaron, la festejaron, la aplaudieron y la aprovecharon. Están las imágenes en YouTube de Néstor declarando en el Congreso, las fotos, las transcripciones taquigráficas, los recortes periodísticos y las solicitadas. Esta todo menos los 630 palos verdes que cobraron y giraron al Credit Suisse. Inclusive está el hecho de que el miembro informante oficial fue Parrilli (siempre recordamos este dato con emoción y brindamos por él). Cuesta entonces comprender que sigan tergiversando la historia. Si fuera que nadie se acuerda o que no hay suficientes pruebas, uno entendería que traten de hacerse los boludos, pero es un hecho público y notorio de la historia reciente que todos conocemos. Este comentario no es para volver a humillar al kirchnerismo con su pasado sino para que los médicos que atienden en el Instituto Patria lo tengan en cuenta. Allí hay algo que no anda bien. Fíjense.
Dicho esto, vamos a la parte más cuerda de nuestra realidad.
Felicitamos a Jorge Macri quien acaba de ser habilitado por la justicia porteña para competir como candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad, pese al temita de los cinco años de residencia requeridos. Dado que la ley no aclara que los cinco años anteriores deban ser “anteriores inmediatos” a la candidatura (aunque sí lo aclara para los legisladores), los amigos de la justicia interpretaron que pueden ser cinco años en cualquier momento, por ejemplo entre la primera comunión y el bar mitzvah.
Por suerte para Jorge Macri, en estos temas no se aplica el VAR. Era offside de acá a la China pero, como estamos en la Argentina del Chiqui Tapia, todo se puede conversar. Mejor así. Otro político llorando lawfare hubiera sido insoportable. Con Cristina alcanza y sobra.
Por otra parte, hay que reconocer que Macri Junior es el candidato ideal para suceder a Larreta. Nada mejor que un tipo que se cansó de aprobar excepciones al Código de Planeamiento Urbano en Vicente López para reemplazar al que se cansó de aprobar excepciones al Código de Planeamiento Urbano en la Ciudad de Buenos Aires. Ya está interiorizado con la temática y sabe bien como se maneja esa joda.
Ni hablar de los convenios urbanísticos mediante los cuales te podés comprar un lote en Palermo, originalmente apto para construir 8 pisos de morondanga entre medianeras, y de golpe los tipos te autorizan una torre de 30 pisos a cambio de que les regales una plazoleta con dos toboganes y un arenero en Lugano. Hermoso el formato que inventaron.
Como ya se ha señalado, en materia de planificación urbana, a lo que más atentos debemos estar los porteños es a que las autoridades no se metan con los espacios verdes o potencialmente verdes (acá está la clave) porque esta gente es muy de querer venderlos.
En algunos casos, la maniobra no se pudo impedir. En otros sí, como por ejemplo los predios de las canchas de Polo cuyo banderita de remate y planos de loteo ya tenían preparado. Ahora habrá que estar atentos también a los terrenos del Zoológico y de la Policía Montada. Ojo, Larreta, Santilli, Jorge Macri, serán todos buenos muchachos pero cuando pasan por ahí se les hace agua la boca.
Visto el panorama, aquellos militantes de Juntos por el Cambio que pudieran sentirse incómodos con este capricho familiar de Mauricio Macri deberían relajarse y pensar que todo podría haber sido mucho peor, el Gato podría haber impuesto como candidato a Angelici.
Si el sapo de Jorge Macri es indigerible, el votante de JxC tiene la opción de votar a Lousteau que siempre se pronunció en contra de las excepciones edilicias. El hecho de que Lousteau dice una cosa y después sus propios legisladores de Evolución van y aprueban las excepciones en la Legislatura es otra historia. Todo no se puede. Nadie es perfecto.
Si esto tampoco conforma, hay otro candidato radical a Jefe de Gobierno que se llama Leandro Santoro y que curiosamente va por el Frente de Todos, alias Unión por la Patria. Un ex alfonsinista que un día se resbaló en la bañadera, se golpeó el marulo, se despertó en el kirchnerismo y todavía no se dio cuenta. Que duro que va a ser cuando se empiece a despabilar y se entere de que está en un espacio político que apoya las torturas y los crímenes de la democracia venezolana. Los kirchneristas de la Capital, que no le hacen asco a nada, lo van a votar felices.
En realidad, los votantes de JxC deberían aprender del kirchnerismo. Se vota lo que hay y se lo milita como si gustara. Para eso no hay mejor ejemplo que el de Sergio Massa.
El mismo tipo que prometía meter presa a Cristina y barrer a los ñoquis de La Cámpora es ahora el nuevo emblema del chavismo local y te lo militan como si fuera John William Cooke. Prueba de que en política no hay que ponerse en exquisito.
Como todo gran actor, Massa tiene la habilidad de poder pasar de la furia contra el kirchnerismo al amor por Máximo y su mamá en pocas escenas. La semana pasada lloró en televisión cuando le mostraron el video de la Vice elogiándolo. Un sensible.
Si por esta pavada se emocionó hasta las lágrimas, lo que se debe emocionar cuando se junta con sus empresarios amigos y empiezan a hacer cuentas. Ni hablar cuando se junta con el empresario que le está por vender cloro por 127 palos verdes a Aysa, dirigida casualmente por su esposa Malena. Llora toda la familia. Hasta el perro lagrimea. Solo falta que entre a cuadro Moria y diga “si querés llorar, llorá”.
El pragmatismo que demuestra el kirchnerismo al votar por Massa debería ser imitado. No hay candidato perfecto. Por supuesto, algunos son mucho menos perfectos que otros, pero son los que tenemos y allá iremos a votarlos.
En Juntos por el Cambio viene pisando fuerte Patricia Bullrich, una mujer de cuya honestidad nadie duda. Sin embargo, si bien ella te promete la misma reforma que Larreta, ya te está avisando que tiene pensado hacer escala en la guerra civil española.
Justamente eso mismo es lo que están esperando Cristina y La Cámpora. Dado que el famoso “vamos por todo” no les salió por la vía democrática, los k ya están pensando en intentar por otros métodos. Ensayaron en Jujuy y no anduvo bien, pero todos sabemos que eso fue solo un partido de pretemporada. Cuando empiece el campeonato y se juegue por los puntos va a ser otra cosa.
El votante que prefiera el camino de los acuerdos políticos y eludir el zafarrancho debería votar a Larreta, que además viene con un plus. Si en la ciudad se abrieron ventanas de oportunidades con pavadas tales como los espacios verdes, las excepciones y las concesiones del acarreo de autos, por dar solo un par de ejemplos, imaginemos los ventanales de doble altura que se abrirían con este muchacho en la Rosada. Florecerán mil flores, diría el Compañero Gasoducto abrazado a De Vido, José López y la monjita.
Obviamente, para los desencantados siempre está la opción Milei, ahora auspiciado en forma exclusiva por Sergio Massa. Algunos de sus votantes dudan, por la supuesta venta de candidaturas o porque dicen que el León se comunicaría con los espíritus de sus perros muertos (“Los espíritus de sus perros muertos” es un titulazo, se lo regalamos).
Vamos, no es tan grave. Argentina tuvo una presidenta a la que López Rega acostaba junto al cuerpo embalsamado de Evita para que le transfiriera su energía. Y los peronistas le llenaban la Plaza de Mayo al grito de “¡Isabel conducción!” con el mismo entusiasmo que hoy apoyan a Massa.
Finalmente, como acá no somos mezquinos, recordemos que también está Schiaretti, Moreno, Bregman y algunos más.
Moraleja: amigo lector, habrá que votar lo que hay.
Arrancó la campaña. A divertirse.