Las pericias complicaron al clan Sena: había sangre de Cecilia Strzyzowski en la casa y en un colchón que descartó la familia
El cotejo se hizo con material genético aportado por la mamá de la víctima. Así, se refuerza la hipótesis de que fue asesinada en la casa del matrimonio piquetero
Una noticia clave se conoció este jueves por la mañana en los tribunales de Resistencia, Chaco. El Equipo Fiscal Especial que intenta esclarecer el femicidio de Cecilia Strzyzowski (28) recibió el resultado de una pericia genética realizada sobre las manchas de sangre halladas en una habitación de la casa de los Sena y sobre los rastros hemáticos detectados en el colchón y la parrilla de cama que habían sido regalados por los dirigentes piqueteros a un vecino del barrio Emerenciano tras la desaparición de la víctima. Ahora se confirmó que todas esas muestras tenían ADN de Cecilia.
El hallazgo “es la prueba de que Cecilia fue, como indica la hipótesis, asesinada en la casa de los Sena”, aseguró una fuente clave del caso a Infobae.
Las manchas de sangre levantadas por los peritos fueron cotejadas con muestras de material genético entregadas por Gloria Rivero, así como de la hermana de la víctima, Ángela. El match fue con la madre, con un resultado del 99.99%.
Cabe recordar que el colchón, la parrilla de la cama y otros muebles habían sido secuestrados el 22 de junio pasado en un domicilio de la zona de Avenida Soberanía y Mosconi, del barrio Emerenciano. Los investigadores llegaron hasta allí tras el análisis de una cámara de seguridad ubicada frente a la vivienda de los Sena de Santa María de Oro al 1400, de Resistencia. Esas imágenes revelaron que el 6 de junio, cuatro días después del último registro con vida de Cecilia, un camión de mudanzas estacionó en la propiedad de los acusados para trasladar los muebles hasta lo del vecino.
Los investigadores lograron identificar al camión y ubicar al conductor, quien declaró como testigo y “confirmó que hubo un traslado de muebles el martes por la mañana, el mismo día que se radicó la denuncia por la desaparición de Cecilia”. El chofer aportó la dirección hasta la que había llevado las cosas y, con ese dato, los investigadores dieron con los elementos que, ahora, resultaron claves.
Por otra parte, dos días después de ese operativo, el 24 de junio pasado, peritos de Gendarmería allanaron la casa de los Sena y, mediante el uso del reactivo Luminol, encontraron en una habitación los rastros de sangre que hoy se conoció correspondían a Cecilia. Esa habitación es la misma donde Acuña dijo, en su indagatoria, haber visto un “bulto” parecido a un cuerpo, al que describió de color “marrón o gris”, del tamaño de una “bolsa de boxeo” y que estaba “cerrado”.
Además, los peritos que analizaron las muestras también hallaron en el colchón un “perfil genético mezcla” y destacaron que pertenece a “dos o más desconocidos, pues no se han remitido otras muestras de referencia para su comparación”.
La psicóloga, clave
Esta no fue la única novedad de las últimas horas en el expediente. Se sumó a la causa una nueva declaración testimonial, la de la psicóloga de Cecilia. Según confirmaron fuentes de la investigación a este medio, la profesional dijo que en una de las sesiones la víctima le manifestó que su suegra “le ofreció el viaje a Ushuaia”. Este dato refuerza aún más la teoría de los fiscales de que existió un plan premeditado para asesinar a la joven de 28 años el pasado 2 de junio.
De acuerdo con la terapeuta, Cecilia concurrió a su última cita el 30 de mayo pasado: tres días antes de su supuesto viaje a Tierra del Fuego. “Estaba muy entusiasmada”, sostuvo la psicóloga ante los investigadores.
Según pudo saber este medio, la joven había iniciado su tratamiento en febrero de este. Luego interrumpió las sesiones y recién las retomó en mayo, con lo cual “no habían fidelizado totalmente el vínculo entre ellas”. “No había tanta confianza”, dijo la profesional antes los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez.
A pesar de eso, Cecilia le confió que decidió retomar las sesiones porque había discutido con su pareja, César Sena, y su suegra, Marcela Acuña.
La terapeuta sostuvo que en la sesión del 11 de mayo pasado Cecilia le contó acerca de un conflicto con Marcela Acuña y, también, sobre un episodio donde fue víctima de violencia física y verbal por parte de César mientras viajaban en su camioneta.
Sobre ese mismo episodio, Cecilia hizo referencia en un chat, que luego aportó un testigo de identidad reservada. “Estábamos discutiendo por una pavada y me dijo: ‘Cerrá el orto’. Y yo me quise bajar de la camioneta y me metió de nuevo a la fuerza. Pero es la primera vez que es violento conmigo y me dio miedo”, contó la joven a alguien de su entorno el 3 de mayo pasado.
A la semana siguiente, en la sesión del 16 de mayo, Cecilia reveló que en un intento por mejorar su vínculo amoroso había arrancado terapia de pareja. También le dijo que César había consultado con un psiquiatra, que le había recetado medicación.
Sin embargo, la sesión clave fue el 30 de mayo. Según declaró la psicóloga, ese día Cecilia le contó acerca del viaje a Ushuaia, el cual la tenía “muy entusiasmada”, y le dijo que fue un ofrecimiento que le habría hecho Marcela Acuña. “Mi suegra nos ofreció un viaje a Ushuaia”, le reveló la joven y agregó que el motivo sería por un “acomodo político” donde ambos tendría un puesto de trabajo asegurado.
Para los fiscales, el testimonio de la profesional refuerza la hipótesis de que los Sena idearon un plan para matar a Cecilia. El “anzuelo” del mismo fue el presunto viaje que, en realidad, jamás existió. Ni siquiera se compraron los tickets de avión.