Una explosión les destruyó la fábrica, pero el gesto de sus pares los impresionó y hoy siguen vendiendo sus productos
Karina Vignetta y Martín Ghígo recibieron la solidaridad del pueblo de 5.500 habitantes. También funcionarios nacionales y provinciales llegaron hasta el lugar.
Karina Vignetta y Martín Ghígo todavía no salen de su asombro con lo que pasó. Su pyme láctea "Quescor", situada en en la localidad de Etruria, al sudeste de Córdoba, quedó destruida por una explosión accidental y les imposibilita continuar con la producción en la planta.
Según relató Martín a Clarín Rural, el jueves pasado, alrededor de las 18 hs, estaba en su casa cuando le avisaron que algo había pasado en la planta láctea. Rápidamente, junto a Karina, llegaron a la fábrica y se encontraron con un panorama desolador. "Era un escenario tremendo. No lo podíamos creer", indicó. "Había voladuras de techo, de puertas, de abertura y parte de la mampostería", agregó a su descripción.
Pese a las pérdidas materiales, en el momento de la explosión no habia operarios en la planta por lo que no hubo heridos.
"No sabemos qué pasó. Dentro de la cámara que explotó teníamos bandejas de quesos desnudos, para ser envasados al otro día, y los saladeros", explicó Martín. "Como trabajamos con gas amoníaco para refrigerar las cámaras, pensamos que podía venir por ahí la explosión, pero hicieron las revisaciones técnicas y eso no fue. Nos descolocó mucho mas", indicó.
Entonces, Martín llamó al personal de los bomberos para que pueden iniciar alguna pericia. "Necesito saber por qué explotó, para que no se vuelva a repetir", sostuvo.
Tras la explosión, todavía están evaluando los daños materiales, tanto en la estructura, principalmente, y en la materia prima ya que había quesos desnudos que tendrán que sacar del circuito comercial porque quedaron contaminados con gas amoníaco.
Quescor es una empresa familiar fundada por Ricardo Vignetta y su mujer, Miriam Blanche, con más de 30 años de producción. Se especializa en quesos en todas las lineas: blandos, semiduros y duros, en y lineas de queso crema y ricota.
Ahora, la pyme está a cargo de la segunda generación de emprendedores familiares -Martín y Karina-, y emplea a 30 personas de la localidad, y se provee de 12 tambos de la región para procesar entre 35.000 y 40.000 litros diarios.
"Le queremos dar plena tranquilidad a los productores que la actividad va a seguir en pie porque hemos recibido inmediatamente la solidaridad de las empresa pymes vecinas y están elaborando nuestros productos para que nosotros no nos quedemos sin mercadería y podamos seguir con el circuito económico-financiero", dijo Martín.
"Queremos trasmitir que de alguna manera esto se va a poner en marcha, que no haya preocupación. Tenemos como prioridad la fuente de trabajo y el compromiso con los productores", señaló Karina. "Será un proceso duro, pero la verdad que tenemos toda la voluntad e intención como hace 15 años, cuando empezamos a trabajar", agregó, quien agradeció la presencia del secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, como de los funcionarios provinciales que recorrieron la planta destruida.
Bahillo señaló que "el ministro de Economía, Sergio Massa, está en conocimiento de la situación y me solicitó que trabajemos en conjunto con ustedes para acompañarlos a que vuelvan a producir",