Cómo cicatrizarán las heridas en JxC después de la interna entre Larreta y Bullrich
Luego de las PASO del 13 de agosto comenzará un proceso de pacificación en Juntos por el Cambio para aplacar los ánimos exaltados de una interna feroz. Desde hace 25 años que no se define una candidatura presidencial mediante el voto popular. Posibles escenarios e hipótesis.
“No tenemos gimnasia en primarias tan duras, no va a ser fácil arreglar lo que rompimos”, confiesa a MDZ un dirigente de los históricos del PRO. En las PASO del 13 de agosto se define no solo quien será el próximo candidato a presidente de Juntos por el Cambio, sino que además surgirá un nuevo liderazgo político. El ganador de esa contienda pasará a ser uno de los aspirantes con más chances de convertirse en el sucesor de Alberto Fernández, pero la primaria dejará muchos heridos. ¿Cómo quedará la relación de fuerzas dentro de la principal coalición opositora?
Siempre se dice que 'el que gana conduce y el que pierde acompaña'. La gran incógnita es si, en esta oportunidad, están dadas las condiciones para un reacomodamiento tan lineal, más allá de que el triunfador va a necesitar de la estructura de los que pierdan. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich saben que van a necesitar uno del otro.
Hay pocos antecedentes de enfrentamientos internos a nivel presidencial. El primero fue en 1988 cuando Carlos Menem derrotó a Antonio Cafiero en las únicas elecciones internas nacionales que realizó el peronismo a lo largo de su historia. Esa contienda histórica nunca más se volvió a repetir y se produjo exclusivamente por la tozudez del riojano, quien rápidamente salió a convocar a la mayoría de los referentes de peso que jugaron con el entonces gobernador de Buenos Aires.
Así fue como José Luis Manzano, Carlos Grosso, Guido Di Tella, Carlos Corach, Miguel Ángel Toma y muchos más pasaron a ser la columna vertebral del menemismo en el poder. No hubo venganzas, ni resentimientos. Más que nunca se impuso el "todos unidos triunfaremos", a pesar de la desconfianza que generaba en el entorno del gobernador de La Rioja, los estrechó el vínculo de Manzano con Enrique Nosiglia y la Coordinadora.
Diez años después, la coalición que se conformó para sustituir al menemismo del poder recurría al mismo método, incluso más arriesgado porque fue una interna abierta. Pero el aparato del radicalismo pudo más y Fernando De la Rúa se impuso sobre Graciela Fernández Meijide, en representación del Frepaso. Como el espacio político que lideraba Chacho Álvarez no tenía estructura, todo se resolvió con un reacomodamiento de candidaturas: Chacho como vice y Meijide a la Gobernación bonaerense.
Pasaron veinticinco años de utilizar el dedo en todos los espacios políticos competitivos y, por la insistencia de Bullrich, se vuelve a desempolvar esa herramienta. A diferencia de los enfrentamientos de las dos últimas décadas, esta vez no queda claro cómo se ensamblan los dos sectores en pugna. Y, además, las diferencias son más que matices como quieren instalar los protagonistas.
“Lo que se define en agosto es un modelo como el de Horacio, que está más cerca de Sergio Massa, y lo que impulsa Patricia, que es un giro más a la derecha y con más coincidencias con Javier Milei”, plantea un referente territorial con mucho pragmatismo. Entonces, si gana Rodríguez Larreta muchos se imaginan un nuevo intento por ampliar la coalición, cuestión que no le causaría ninguna gracia a Bullrich y mucho menos a Mauricio Macri. “Si gana Horacio va a cerrar rápidamente con la mayoría de los dirigentes nuestros que hoy están con Patricia, empezando por Néstor Grindetti”, asegura un armador del PRO.
Larreta tendrá el problema más serio con Bullrich y Macri porque no queda claro el rol que les asignará, según coincidieron las fuentes consultadas por MDZ. “Patricia va a ofrecer colaboración aunque con ciertas garantías. Le hace ruido el vínculo de Horacio y Gerardo con Massa”, dicen quienes la frecuentan. Respecto a Macri, algunos creen que el jefe de Gobierno porteño lo va a jubilar y otros sostienen que para poder sacar de la política al expresidente primero tiene que llegar a la Casa Rosada y hacer una buena gestión.
Mientras que, en el escenario de un triunfo de la exministra de Seguridad, las especulaciones de la dirigencia de JxC indican que habría una convocatoria a Rodríguez Larreta con la oferta de un ministerio para él y su tropa. Aunque muchos creen que Jorge Macri tendrá un rol protagónico, al igual que Grindetti. Los bullrichistas sueñan con la jubilación de Elisa Carrió y la declinación de la jefatura de Gerardo Morales dentro de la Unión Cívica Radical. Si bien Macri apuesta fuerte a un revés de Larreta, lo cierto es que si Bullrich se convierte en la sucesora de Fernández no queda claro cómo será la convivencia entre ambos sobre la marcha de su hipotética administración.
Son muchos los voceros que pronostican la creación de un “ejército de cascos azules” para frenar la beligerancia y curar a los heridos. Ahí aparece una lista encabezada por Emilio Monzó, Ernesto Sanz, Daniel Angelici, Enrique Nosiglia y el empresario Nicolás Caputo. “Es indispensable que los más rosqueros se hagan cargo de lograr un armisticio que nos permita ensamblarnos y garantizar volumen político a la gobernabilidad de una futura gestión”, revela una fuente calificada de JxC. Un bullrichista de la primera hora respira y luego acota: “Todo eso es muy casta para este clima de época”.